Emilio Nieto López, primer decano de la Facultad de Educación de Ciudad Real.- Alvar García de Santa María nació en Burgos entre 1370 u 80 y murió en 1460 habiendo sido un gran personaje de la corte y poseyendo una fortuna muy importante. Fue cronista de Juan II de Castilla, el que, en el año 1420, concedió el título de Ciudad a la Villa Real con las palabras de Muy noble y muy leal. También fue consejero real, regidor y escribano de Cámara, historiador y obispo español a pesar de haber sido judío converso o cristiano nuevo.
¿Alvar García de Santa María se corresponde con el Rabí Alvar Díaz o Díez dueño de la llamada casa del Arco de Ciudad Real? Creo que no, pero sí me ha parecido razonable hacer referencia al gran historiador castellano y por supuesto al rey Juan II que dotó a Ciudad Real del título de Ciudad muy noble y muy leal. Es cierto que las fechas de nacimiento y de vida de ambos personajes podrían coincidir aunque sus realizaciones personales se llevaran a cabo en lugares bastante separados en todos los sentidos.
Ya hemos señalado en otros escritos, según nos indica Sánchez Dragó, que la pujanza, económica, cultural, y social que tuvieron los judíos en España y muy particularmente en la pequeña ciudad de Villa Real, donde ocupaban una tercera parte de la ciudad entre las calles Calatrava por el norte y La Mata por el sur, fue muy grande. También quedó claro el gravísimo error cometido por los Reyes Católicos al expulsarlos en el año 1492 dejando a la Villa Real en una situación de pobreza económica y cultural sin precedentes anteriores. No tenemos datos exactos del número de judíos que tuvieron que abandonar la ciudad pero algunos autores cifran el número en más de 5.000 judíos los que fueron expulsados
No cabe duda que los judíos se asentaron en Villa Real prácticamente al mismo tiempo que ésta fue diseñada por el rey Alfonso X El Sabio y que desde ese momento se dedicaron a cultivar la tierra, a crear riqueza y cultura y a convertirse en el barrio más próspero de la ciudad por lo que rápidamente comenzaron los odios y las envidias hacia este pueblo trabajador y culto, de tal manera que muchos cristianos tuvieron la necesidad de pedir créditos a los judíos y éstos posiblemente abusaron de los intereses por lo que muy pronto aparecieron las revueltas de los cristianos contra los judíos hasta llegar a 1391 año en el que se produjeron grandes disturbios en la ciudad con asesinatos de judíos y asaltos a sus casas en la Aljama. Este hecho obligó a muchos judíos a convertirse al cristianismo por miedo a perder sus vidas.
No debemos olvidar que el Tribunal de la Santa Inquisición se estableció en la ciudad en el edificio que alberga la Delegación de Hacienda de Ciudad Real, a los pies de San Pedro, en el año 1483 y, aunque tuvo una existencia efímera de solamente dos años, once judíos fueron quemados en la Plaza Mayor, en un Acto de Fe. Recomiendo leer la obra del autor Noah Gordon El último judío donde con precisión se relata los sufrimientos padecidos por los judíos en Ciudad Real.
Es curioso y parece oportuno señalarlo aquí el hecho significativo, por muchos aspectos pero en éste por corresponder con el periodo en el que vive el Rabí Alvar Díaz o Diez en Ciudad Real y consiste en que desde 1382 a 1391, es decir durante nueve años las villas de Madrid, Ciudad Real y Andújar dejaron de pertenecer a la Corona de Castilla y pasaron a ser señoríos de León VI de Armenia hasta que Juan I de Castilla pagó el rescate de este rey cuando fue capturado por los Egipcios. Definitivamente Enrique III de Catilla recuperó la administración de estas tres villas para Castilla, en el año 1391, año de la conversión de los judíos como ya hemos señalado y de los graves disturbios cometidos por los cristianos contra los judíos.
Como ya he indicado, los judíos constituyeron una comunidad española más, que nos encaminó al progreso, nos imbuyó del arte, cultivó la literatura y la ciencia e hizo correr el dinero dentro y fuera de las Aljamas. Está demostrado que el Rabí Alvar Díaz o Díez vivía en la plaza de la villa concretamente en la casa que hoy se conoce con el nombre de la CASA DEL ARCO. Debemos tener presente que un Rabí era el máximo dirigente espiritual de los judíos y su magisterio se realizaba en las sinagogas. En Ciudad Real la Sinagoga judía estaba ubicada al final de la calle Libertad cerca de la calle Cañas y su puerta descubierta en 1915, se conserva en el Museo Provincial de la capital. Estos dirigentes espirituales, dentro de la religión hebrea, tuvieron hasta tres diferentes nombres: Se denominaban con el término de RABAN a los dirigentes espirituales pertenecientes a la escuela de HILEL el viejo. RABI como el que comentamos, pertenecía a las escuelas galileas y por último RAN a los que procedían de las escuelas orientales de origen y tradición Babilónica.
Según los escritos de Eva Martínez Cabañas Ciudad Real Celebre: La Casa del Arco y Antonio José Martín. La Casa del Arco de Ciudad Real, en una de las visitas que gira la Reina Isabel I de Castilla a Ciudad Real en 1484 (no debemos olvidar que los reyes castellanos poseían en la ciudad un gran Alcázar Real, sito donde hoy se ubica el arco del Torreón, uno de los pocos vestigios del magno Alcázar Real) el Consejo Municipal de Villa Real solicita a la reina la expropiación de la Casa del Judío (se entiende la casa del Rabí Alvar Díaz) ésta lo concedió y las Cortes de Toledo ordenaron la realización del proyecto para que se convirtiera en ayuntamiento de la villa. Pero de no ser por la ayuda concedida por el Emperador Carlos I de España y V de Alemania que donó 120.000 maravedíes, posiblemente no se podría haber terminado la obra. Caben muchas preguntas ¿Vivía en la casa que se quería expropiar el Rabí Alvar Díaz o Díaz? No olvidemos que hasta 1492 no son expulsados los judíos y que hasta el año 1483 no se instala en Ciudad el Tribunal de la Santa Inquisición. ¿Tal vez en ese año de 1483 el Rabí fue quemado en la hoguera de la Plaza Mayor y sea el último judío quemado tal como nos indica Noah Gordon? ¿Es posible que al morir el último Rabí en ese año de 1483, un año antes de la visita de la Reina Isabel I, el Consejo Municipal, sabiendo las intenciones de la reina de expulsar a los judíos solicitara la expropiación de la casa del judío?
Sea como fuere, la Casa del Arco fue expropiada y aprobado el proyecto presentado por el arquitecto Manuel Pérez Valenzuela para ubicar en sus dominios la casa consistorial de la villa. Me parece importante señalar que la casa del arco, como se la conoce en la actualidad, no tenía un arco sino dos o posiblemente más. Si nos acercamos a la famosa casa del arco veremos que es un arco de herradura de 3.20 metros de alto por 3,40 de ancho por 3.10 metros de profundidad que daba acceso a la casa del Rabí, guarnecida por cuatro columnas (aún podemos ver parte de los capiteles de mármol oscuro) y en el centro la inscripción del corregidor Francisco Fernández quien remodeló toda la casa y añadió los arcos de piedra. Digo los arcos de piedra porque aún se puede observar, en la base del arco existente en su parte oriental, otro que volaría hacia la calle de María Cristina y que, por desgracia, ya no queda nada de su existencia.
Así pues la casa del Rabí tendría tres arcos, dos desaparecidos, y uno que, como todos saben ha sufrido diferentes remodelaciones. El terremoto de Lisboa en 1755 dañó diferentes monumentos de la ciudad, como la iglesia de San Pedro y muy especialmente destruyó la antigua casa del Rabí, remodelada, como ya hemos señalado en 1691 por el corregidor Francisco Fernández; al ser reconstruido de nuevo el edificio el arco de piedra (o los arcos de piedra, al menos hay testimonio de dos arcos) fue sustituido por el que hay actualmente que es de ladrillo colocado sobre un basamento de piedra de 1.40 metros de altura por 1.20 metros de ancho en su parte izquierda y por 1.36 metros en su parte derecha lugar éste por donde aún se puede ver el arranque del segundo arco.
En esta remodelación, realizada en siglo XVII, se colocó la imagen de la Purísima Concepción alumbrada por un farol de la época. Poco a poco, y debido al abandono y a la desidia que siempre ha reinado en nuestra ciudad, la casa del antiguo Rabí, convertida en consistorio de la villa, fue deteriorándose hasta que en 1864 es declarada, por el consistorio capitalino, en ruinas, de tal manera que cuatro años después se iniciaban las obras del nuevo ayuntamiento de Ciudad Real. Desde el año 2005 se aloja en la casa del arco un reloj carrillón con motivo del 750 aniversario de la fundación de la ciudad por el Rey Alfonso X el Sabio. El reloj, que consta de figuras autómatas, representan a las descritas por Cervantes en su libro el Quijote. Fue inaugurado por los Príncipes de Asturias, actuales Reyes de España, con ocasión del IV Centenario de la publicación de la primera parte de Quijote. El terremoto de Lisboa y la construcción de una empalizada defensiva en la Plaza de España, por parte de las tropas napoleónicas en 1809, que destruyeron casi toda la judería, solamente conservamos la puerta de ladrillo aparecida en la calle Estrada en 1991 y que se conserva en el Rectorado de la Universidad de Castilla La Mancha, así como un Fonsario judío descubierto por un albañil en 1947 en las obras de cimentación del barrio Vicente Galiana más una red de estancias subterráneas con anaqueles de vasijas de color rojo y azul llenas de ceniza.
La posible confusión entre Alvar García de Santa María, burgalés fallecido en 1460, y Álvar Díaz, el lencero, residente en calle Correhería, esto es la conocida Casa del Arco (donación que está documentada en el AMCR y transcrita en «La historia documentada de Ciudad Real» de Luis Delgado Merchán), cuyos restos fueron quemados el 15 de marzo de 1485, y cuya esposa era pariente (sobrina quizá del ‘heresiarca’ Sancho de Ciudad), no admite mucha duda al respecto como bien refiere el autor de este artículo, ya que está datada la reseña biográfica de ambos.
El primero en la mismísima Real Academia de la Historia (https://dbe.rah.es/biografias/10348/alvar-garcia-de-santa-maria) y el segundo en fuentes de estudios sobre los procesos inquisitoriales de la talla de Haim Beinart y sus ‘Records of the Trials…’, entre algunas de sus publicaciones.
Los sefardíes aceptaron sin rencor el silencio de la España mecida en el olvido……
¿Y POR QUÉ HAN QUITADO MI COMENTARIO?. CREO QUE NO SON DIGNOS DE CONTROLAR ESTOS COMENTARIOS, EL EQUIPO DE ANALFABETOS, SECTARIOS, QUE LO CONTROLAN. YO SÓLO DECÍA, QUE QUIEN SE CREÍA EN LAS ALTURAS ERA UN PALETO DE UN PUEBLECILLO DE ÁVILA.