Eduardo Muñoz.- El Antiguo Casino de Ciudad Real albergaba este jueves la presentación de la LXIII Campaña contra el hambre de la ONG Manos Unidas bajo el lema “Nuestra indiferencia los condena al olvido”. Junto a la presidenta de Manos Unidas en Ciudad Real, Conchi Martínez, han estado presentes en el acto la alcaldesa de Ciudad Real, Eva María Masías, la concejala de Acción Social, Matilde Hinojosa, socios y voluntarios.
Por su parte, la cantante Prado Pérez de Madrid y el guitarrista Miguel Herreros hicieron realidad el recital «Trova del Amor», con temas compuestos a partir de textos de «meninas», mujeres procedentes de la Edad Media.
Finalizó el acto con la difusión del vídeo informativo de la campaña y otros de carácter testimonial, en el que intervienen varios misioneros de diversos lugares en los que trabaja Manos Unidas.
La primera edil explicaba que desde el Ayuntamiento existe “el apoyo, no solamente económico, sino también el acompañamiento a estas organizaciones por su compromiso con la sociedad”. Añadía Masías que “la existencia de estas asociaciones dice mucho a favor de Ciudad Real y esa búsqueda por la equidad, esos compromisos de desarrollo sostenible, porque una ciudad que mira al futuro tiene que ser comprometida y empática, ponerse en los zapatos del vecino, porque la vulnerabilidad nos puede llegar en cualquier momento y con un donativo pequeño se puede conseguir un objetivo mayor”. Felicitaba la alcaldesa de Ciudad Real a Manos Unidas, a todos sus voluntarios por “su solidaridad y su generosidad” e igualmente a la Concejalía de Acción Social y a la concejala Matilde Hinojosa “por esa escucha activa que llevan a cabo para intentar hacer la vida un poco mejor para los que peor lo está pasando, mediante la generosidad y la voluntariedad”.
La presidenta de Manos Unidas Ciudad Real, Conchi Martínez, explicaba que con esta campaña se trata de denunciar la desigualdad que existe en el mundo y que se ve agravada por la pandemia, y ha invitado a alzar la voz “ante la indiferencia que la sociedad española está demostrando ante una situación difícil, porque nos cuesta ponernos en la situación del otro, prestar atención a lo que está pasando, la realidad tan dura que se está viviendo; porque si en nuestro país la pandemia ha provocado una situación difícil, aún es peor en aquellos países que no tiene las mismas oportunidades, porque la desigualdad no es solamente en el aspecto económico, sino también en la discriminación en cuanto a las oportunidades para poder desarrollarse y salir adelante”. Añadía Martínez que “es necesario que todas las personas recuperen la dignidad y por ello Manos Unidas está comprometida para erradicar las causas estructurales que provocan el hambre y la pobreza”. Respecto a la solidaridad manchega, la presidenta de Manos Unidas, manifestaba que “va en aumento y así se ha demostrado en recientes campañas como la de la peseta solidaria o aportaciones individuales de jóvenes o personas anónimas que ha llegado hasta los 4.000 euros, lo cual dice mucho a favor de nuestra sociedad porque significa que existe una responsabilidad con el proyecto común de la humanidad, que es que todos gocemos de los derechos humanos”. Terminaba explicando Conchi Martínez que Manos Unidas se acoge a los objetivos de la agenda sostenible 2030 con el propósito de que para ese año pueda erradicarse la pobreza en el mundo.
El viernes 11 de febrero habrá mesas informativas y recaudatorias en las Plazas: Mayor, El Pilar y Cervantes a partir de las 11:00 h. El sábado 12 de febrero, por la tarde, y el domingo, será la colecta a favor de los proyectos de Manos Unidas en todas las parroquias.
El proyecto
El proyecto que asume el Arciprestazgo en este 2022, al frente del cual están las Religiosas Ursulinas, se va a desarrolla en la comarca de Achalpur, en el distrito de Amravati, del estado de Maharashtra, al oeste de la India. Una región muy atrasada, que carece de industrias y oportunidades de empleo.
La población, fundamentalmente, vive del campo, pero hay una baja producción agrícola por el desgaste de la tierra y la falta de instalaciones de regadío. A ello se suman los elevados costes de la materia prima y los fallos de las cosechas, debido a las sequías y elevada fluctuación de los precios del mercado para productos agrícolas. Solicitan la colaboración de Manos Unidas para poder trabajar en seis aldeas seleccionadas, con el objetivo de mejorar la seguridad alimentaria de sus habitantes.
El importe total es de 58.310 euros, y a él estarán destinadas, -entre otras fuentes económicas-, las colectas de todas las eucaristías celebradas en nuestra diócesis en este fin de semana. Se nos invita, especialmente, a ser generosos y a que «nuestra indiferencia no los condene al olvido».
