C-11. Carretera Las Mesas-Villarrobledo

Sin ánimo de polémica pensamos que dicha carretera de 22 kilómetros es claramente perfeccionable y arregable para evitar potenciales accidentes de tráfico. 

No está en nuestro ánimo, que ninguna de las múltiples partes que intervienen en esta cuestión, institucionales y privadas, que se sientan heridos por estas palabras y enunciados. Comprendemos y entendemos, que la rex pública o la cosa pública, es compleja, y, por tanto, existen diversidad de intereses, fines, razones, fundamentos. Y, también, que todo tiene un coste económico, importante o apreciable, que tienen que existir partidas públicas de financiación, para que todas las partes, puedan llegar a un acuerdo, y, nadie se sienta ofendido, ni menoscabados sus derechos y sus costumbres. 

Por consecuencias entendemos y comprendemos las dificultades de las realidades, tanto teóricas como prácticas, tanto de armonizar ideas e intereses de entidades públicas, distintos organismos públicos, ayuntamientos, diputaciones, y las propiedades de las tierras por dónde pasa dicha carretera. Pero es perentoria su necesidad, solo es cuestión de pasar-volar-caminar-viajar por dicha carretera a distintas horas del día, en distintos meses del años, se aprecia el enorme grado de peligro que dicha vía tiene. Además, si se le añade, las imprudencias, no totalmente, racionales, de conductores, o al menos, de algunos vehículos, debidos, a distintas razones, velocidad inadecuada, realidades climáticas, estado de la persona que conduce, estrechamiento de las vía excesivo, curvas peligrosas, tráfico diverso de vehículos pesados o automóviles o tractores, etc. 

En el año 2021, según la DGT se produjeron 921 siniestros mortales, fallecieron 1.004 personas y 3.728 resultaron heridas graves. Personalmente, en la sensibilidad colectiva, nos parece un número excesivo, es cierto que llevamos dos años de epidemia, que algunas semanas, últimas y de meses anteriores, hemos tenido mil fallecidos por este virus que no sabemos cómo quitárnoslos de nuestro corazón y piel y cerebro… pero, con toda la modestia y mesura y prudencia, pienso y opino y creo, que esta epidemia de los accidentes de tráfico, debemos entre todos reducir y erradicar, especialmente, todos los que estamos en las vías-caminos-carreteras-autopistas casi todos los días, hacer algo, sugerir algo, siempre con el sumo respeto a todos los poderes e instituciones públicas y privadas. Sabiendo, que las realidades son complejas, y que tenemos limitaciones crematísticas a y en multitud de sectores de la realidad… 

Cierto es, que según los expertos se han reducido de forma considerable los accidentes de tráfico mortales, desde la ley de la perdida de puntos, pero también, es verdad, que mil personas al año, son demasiadas personas. Cuántos pueblos-ayuntamientos de los ocho mil o nueve mil que constituyen nuestra sociedad-nación-Estado, tienen menos de mil habitantes. Dicho de otro modo, cada año, es como si se borrase un pueblo con todos sus vecinos y vecinas de la realidad humana. 

No puedo negar que la responsabilidad personal e individual, es el factor esencial de toda esta ecuación de la conducción, y, que, desde luego, si las personas, moviésemos nuestras cabezas y sentimientos mejor a la hora de conducir. Se evitarían, si no todos los accidentes mortales, se reduciría hasta niveles mínimos No somos ingenuos, no desconocemos que el error humano, debido a múltiples factores, diversas situaciones temporales, distintas realidades humanas concretas en cada momento, son factores esenciales, como causas de la conducción inapropiada según la vía, según la situación climática, según múltiples valores, factores, causas, interrelaciones, pero tampoco podemos negar, que existen vías comarcales o carreteras, que disponen de limitaciones físicas y materiales, que propician los accidentes, si no se camina-vuela-viaja de ellas, según las obligaciones de la prudencia y las normativas y el sentido común y la racionalidad justa y equilibrada… 

Comprendo y entiendo, las enormes dificultades, económicas y de otros motivos y causas. Comprendo y entiendo, que los viandantes y los conductores, no conocemos, todas las variables de la ecuación, existen problemas que quizás no seamos conscientes para el arreglo de vías-carreteras. Comprendo y comprendemos y entiendo y entendemos, la dificultad, en este caso, que es una vía que une a dos provincias, por lo cual, siempre en estos casos, siempre hay dificultades añadidas. Entendemos y comprendemos que deben existir estudios previos antes de resolver un problema, múltiples partidas, voluntad de iniciación de estudios, etc. Al final, cada uno conduce según lo que esté dispuesto a perder en la carretera o según lo que haya perdido en ella.  

Los datos que disponemos es que hubo dos heridos graves, en junio del 2016 en esta carretera. Desconocemos si todo terminó al final, con la alegría de un gran susto o con enorme tristeza trágica. Desconocemos si han existido otros accidentes, más graves o menos. Pero con sumo respeto a todas las partes implicadas en este asunto, sugerimos, estudien y analicen, viajen por esta carretera, autoridades y particulares, diversas instituciones recorran este camino de asfalto y paisaje, y, perciban, el enorme peligro de esta vía, incluso yendo a las velocidades indicadas. Quizás, si no se pudiese arreglar de momento toda la vía, al menos trozos de ella, hasta una solución más perfecta. Enviamos esta modesta sugerencia, con sumo respeto, en forma de paloma a todas las entidades y personas implicadas e interesadas… Paz y bien. 

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