El Colegio de Arquitectos de Castilla-La Mancha lamenta profundamente el fallecimiento repentino e inesperado el pasado 25 de enero del presidente del Consejo Superior de Colegios de Arquitectos de España (CSCAE), Lluis Comerón Graupera.
Ha sido un duro golpe, que se produce cuando acababa de iniciar su segundo mandato como presidente del CSCAE. Lluis Comerón había luchado durante cuatro años por la profesión y por la Arquitectura, en su más alto concepto, anteponiendo su trabajo y dedicación a su interés personal, en silencio y sin esperar por ello ningún elogio. Lluis Comerón afrontaba este periodo con un gran reto por delante, con importantes proyectos para el colectivo de arquitectos, como el de la gestión de los Fondos Next Generation, el impulso a la rehabilitación, el Foro de la UIA Madrid 2022, la Ley de la Calidad de la Arquitectura o la Nueva Bauhaus Europea. Como todo lo que hacía, abordaba esta nueva etapa con una gran implicación, mucha ilusión y buscando siempre el consenso.
Lluis Comerón deja un gran vacío, difícil de llenar, que el colectivo de arquitectos tendrá que asumir con el tiempo. Pero también deja su ejemplo y su legado. Él mismo manifestaba en la última asamblea del CSCAE que presidió, que es muy importante mantener el legado de las instituciones y ponerlo en valor como una parte importante de su razón de ser. Deja una huella imborrable, en lo personal y en lo profesional, y, por ello, un legado que ha de perdurar.
“Como consejera del CSCAE he tenido la inmensa suerte de conocer a Lluis y de compartir muchas horas de trabajo con él. He podido constatar su gran capacidad intelectual y de trabajo, su agilidad de gestión, su generosidad y entrega para nuestra profesión y el profundo respeto para con los colegiados. Él siempre insistía en que el principal objetivo del CSCAE es dar un servicio a los colegiados y nos pedía que este mensaje llegase a todos. Ahora, me gustaría ser su mensajera y transmitir este cariño de su parte. Pero os digo también que todos hemos sufrido una gran pérdida”, señala Elena Guijarro, decana del COACM, en un comunicado a los colegiados de Castilla-La Mancha.
Comerón, además de coordinar de manera magistral desde el CSCAE la labor de los Colegios de Arquitectos de toda España, y por supuesto también la del de Castilla-La Mancha, se implicaba en los temas particulares de cada uno de ellos. Así, Lluis acogió con entusiasmo el apoyo a la Candidatura a Patrimonio Mundial de Sigüenza. De su mano, el CSCAE declaró públicamente el refrendo a la candidatura, algo que él también hizo a título personal. Este apoyo se hizo manifiesto con la celebración del pleno de consejeros el pasado día 14 de octubre en la Ciudad del Doncel. “Otro motivo más de agradecimiento hacia él desde Castilla-La Mancha”, afirman los miembros de la Junta Directiva del COACM, que tuvieron ocasión de compartir la jornada con él.
Nacido en Mataró en 1960, Lluís Comerón era arquitecto por la Escuela Técnica Superior de Arquitectura de Barcelona (ETSAB) y desarrolló una carrera como docente asociado en la ETSAB y como codirector en la Escuela del Vallés (ETSAV).
Desarrolló una práctica profesional diversa en su estudio de arquitectura, tanto para administraciones públicas como para el sector privado. En el ámbito público destacan sus proyectos de equipamientos escolares, sanitarios, penitenciarios, culturales y de espacios públicos.
Comerón compaginó con generosidad su ejercicio profesional con diversos cargos colegiales en defensa de la Arquitectura y la labor de los arquitectos/as. Fue presidente de la demarcación de Barcelona del Col·legi d’Arquitectes de Catalunya (2006- 2010) y decano de dicha institución (2010-2018). Además, fue presidente del Institut Tècnic de l’ Edificació de Catalunya – ITeC y vicepresidente de Unión Profesional.
La Junta de Gobierno, en nombre de los colegiados del COACM, ha trasladado su pésame al equipo de gobierno del CSCAE, así como a sus familiares y amigos.
Descansa en paz Lluis Comerón.