Natividad Cepeda.- Se escribe desde la emoción de las vivencias y también desde la cultura adquirida desde el referente producido que nos ha dejado huella. Y es harto complicado intentar explicar por qué un poeta a escrito sus poemas porque la cuestión que lleva al lector a leer un libro no es esa es, ante todo, en un libro de poesía, dejar que el verso taladre el espíritu y compartir el germen civilizado del poeta que ha dejado en el libro el engranaje de su alma convertido en verso.
He caminado leyendo el lenguaje poético de Luis Díaz-Cacho por sus intimas reflexiones visible para el lector que sin prisa -porque leer a un poeta es pararse ante su creación- me sumerge en ese yo suyo que comparte en cada poema de éste libro. He caminado captando su capacidad humana que busca la paz y la armonía cuando él confiesa que “No todo está perdido” y asegurarlo en estos días tristes de pandemia interminable, es atisbar la luz cuando hay tinieblas.
“Me miro en el espejo/ y apenas me conozco” dice en otro verso, y esa confesión es similar a otras mías; a otros espejos de otros muchas personas anónimas e iguales en sentimientos. Porque el misterio de conocernos es mantener en nosotros la búsqueda incesante del yo íntimo y en éste libro vive en muchos de sus poemas.
”Amo la vida,/ la luz,/ el día,/ el color de la tarde de noviembre/ a través de tus ojos;” escribe a su amada en ese hálito de unión que va más allá de lo carnal. pero que tampoco prescinde ello porque sin su mirada inmersa en los ojos de su amada no podría haber escrito el poema. Trasmitir amor es obstinadamente lo que se desliza por el libro porque sin amor la vida no es posible. Y así, los poemas se suceden vinculados a la vida de quien lo ha escrito y va dejando en su escritura esa capacidad de trasmitir amor, belleza y hasta humanidad deletreada, en poemas que claman por aquellos sucesos carentes de justicia. Lo reconoce en ese poema que dice…
“Nos hemos vueltos indiferentes.
sin darnos apenas cuenta
nos hemos ido deshumanizando
poco a poco.
Hablamos de globalidad
y cada vez somos más individuales.
Es difícil que algo nos conmueva
o nos emocione.
Cerramos las fronteras a cal y canto
para que nadie nos perturbe
en la estabilidad conseguida,
sin detenernos a reflexionar siquiera
que hace tan solo unos años
éramos nosotros
quienes llamábamos a la puerta
del futuro
y de la esperanza”
Poema de autocrítica necesaria para todos. Para cada lector que lea despacio, con detenimiento el poema. Leer lentamente con deleite es adentrarse en el alma del libro y en el alma de Luis Díaz-Cacho Campillo.
Abro el libro y leo un poema, luego otro y dejo que la esencia derramada en cada uno de ellos fluyan como la sabia de los árboles porque no de otra manera puedo leer a mis poetas. Me reconozco anárquica e incapaz de seguir un libro de poemas como si fuera una novela. Leo y me sumerjo en esa luz cegadora del poema porque no de otra manera puedo sentir la emoción de cada verso.
VIVIR CADA DÍA Poemas de crecimiento personal; tiene un excelente prólogo de la periodista y poeta Antonia Cortes, en el que afirma refiriéndose al autor: “Es una voz que se alza para que escuchemos, para que seamos conscientes de que amar y compartir son mucho más que dos verbos: son elecciones de vida.” Y cerrando el libro un Epilogo con una maravillosa semblanza dedicada a Luis Díaz-Cacho, del poeta Luis Romero de Ávila, donde entresaco este párrafo que lo define cuando dice: Él es uno más caminando despacio por el mundo, un surco donde poner el trigo de mañana para que puedan convertirse en espiga los besos grano a grano”.
Cuarenta y un poemas dedicados “A Mavi, Luis Adolfo y Ramón María. Con una Nota del Autor, donde a modo de confidencia nos dice a los lectores lo que siente y porqué rescata del olvido un primer libro editado en 2010 de pequeña tirada para los amigos. donde asegura Díaz-Cacho… “escribo porque creo en la palabra, siempre, ante todo, para poder propiciar la convivencia que dé sentido a nuestras vidas”.
Lo cotidiano, la vida y la poesía es lo que late en cada poema de este libro.
Natividad Cepeda
VIVIR CADA DÍA Poemas de crecimiento personal está EDITADO POR EDICIONES C&G Director editorial: Julio Criado García. Realización gráfica Grupo Oretania. Diseño Portada: Ediciones C&G. Ilustraciones: Fernando Acebrón Antón