El complejo industrial de Repsol de Puertollano colabora con la consejería de Educación del Gobierno de Castilla-La Mancha, desde el año 2012, en el desarrollo del modelo educativo de FP Dual, que combina las prácticas en empresas con la formación en el aula.
Desde la puesta en marcha de la colaboración, 40 alumnos ha pasado por el complejo industrial de Repsol en Puertollano procedentes del IES Leonardo da Vinci y del Ciclo Formativo de Grado Superior de Química Industrial. Cerca del 78% de estos alumnos trabajan o han trabajado en las instalaciones de la empresa en Puertollano. En la actualidad hay ocho alumnos cursando estos estudios y haciendo prácticas en este centro, según ha informado la compañía.
Repsol fue pionero en la apuesta por esta formación tanto en Castilla-La Mancha como el resto de España. En esta región, el complejo industrial de Puertollano recibió un premio extraordinario en 2014.
Repsol fue una de las empresas pioneras en la implantación de la Formación Profesional Dual en España y mantiene su apuesta por esta modalidad formativa que mejora la inserción laboral de los jóvenes. Los estudiantes de prácticas en la compañía se formarán ahora también en los nuevos procesos industriales que Repsol ha puesto en marcha en su estrategia de descarbonización, «en una muestra de cómo esta formación permite acompasar la enseñanza con las necesidades de las empresas»,
asegura Salvador Lorenzo, gerente de Diversidad de Repsol.
«La oferta que hace Repsol en formación dual es una propuesta de máximos en capacitación y muy atractiva para los alumnos. Hay talento en la FP, y lo buscamos», dice Lorenzo. La compañía acoge cada año a una media de 150 alumnos, en su mayoría de las titulaciones en Química Industrial y Laboratorio de Análisis, que desarrollan sus prácticas en los complejos industriales y centros de la compañía por toda España.
El compromiso de Repsol con la FP Dual ha sido reconocido en 2021 por la Fundación Bertelsmann como ‘Mejor práctica con alumnos’ por la labor desarrollada durante el confinamiento de la pandemia y con el V Premio de la Alianza para la FP Dual (AFPD) en la categoría de Gran empresa.
Colaboración público-privada para su impulso
La Formación Profesional Dual es una modalidad de la Formación Profesional por la que los alumnos desarrollan al menos un 33% de su ciclo formativo de 2.000 horas realizando prácticas en una empresa. El Real Decreto 1529/2012 que sentó sus bases en España cumple 10 años en 2022.
En 162 titulaciones y especialidades la FP Dual combina la enseñanza académica en el instituto de Formación Profesional con el aprendizaje en una empresa. «Aunque no hay obligación legal, normalmente las empresas establecen una retribución, que en Repsol llamamos beca salario», dice Lorenzo, según la pauta que marca la Consejería de Educación de cada Comunidad Autónoma.
Como media el alumno recibe entre 300 y 450 euros al mes y es dado de alta en la Seguridad Social como asimilado a trabajador por cuenta ajena. Tanto la UE como el gobierno español consideran prioritaria la promoción de esta modalidad formativa. El Ministerio de Educación y Formación Profesional ha anunciado un plan con una inversión de 1.500 millones de euros, 200.000 nuevas plazas los próximos 4 años y 80 nuevas titulaciones centradas en la innovación y las competencias digitales.
El Plan de Transformación, Recuperación y Resiliencia refleja que la FP es una de las principales palancas de desarrollo de la economía del país y se han destinado casi 9.000 millones de euros, el 13% de los fondos Next Generation, a educación y FP, con el fin de hacer ella un itinerario formativo de calidad, flexible, integrado y capitalizable.
Asimismo, en mayo de 2021 el Ministerio creó la Alianza para la FP, una iniciativa para que administraciones, empresas, centros de formación, agentes sociales y medios de comunicación sumen en el avance de este modelo educativo.
«Repsol se ha adherido a esta alianza porque la colaboración público-privada es básica para que la formación dual funcione como mecanismo de inserción laboral de los jóvenes. Todavía existe un desacople pero el sistema educativo está acelerando sus procesos para que la oferta formativa converja con las demandas reales del mercado de trabajo», subraya Lorenzo.
Perfiles muy demandados
La Formación Profesional dualizada «tiene muchas ventajas para los estudiantes: una aproximación temprana al mundo laboral, que también ayuda al alumno a saber si ha elegido bien su profesión; el periodo de estancia en la empresa es lo suficientemente largo para capacitarlos como jóvenes profesionales. Y algo fundamental: el alumno se forma en un entorno laboral real con tutores expertos, sin olvidar nunca que está aprendiendo, no trabajando», prosigue Lorenzo.
«La inserción laboral es altísima en FP», con una tasa de ocupación media entre sus graduados «que no baja del 70% en España, muy superior a la universitaria», y el futuro inmediato traerá aun más demanda de los perfiles profesionales que se corresponden con estas titulaciones. Según las estimaciones para 2025 del Centro Europeo para el Desarrollo de la FP (CEDEFOP) «dos tercios de los nuevos puestos de trabajo se crearán para estudiantes de grado medio o superior. Y otro tercio para los universitarios».
Entre los retos pendientes está convencer a más estudiantes para que se matriculen en esta modalidad. Un 4% del total de los alumnos de las diferentes ofertas de Formación Profesional opta por la FP Dual. «Todavía hay bastante desconocimiento. Pero eso está cambiando y tenemos que continuar con la divulgación de sus ventajas entre las familias».
De la universidad a la FP Dual
A Tomás Almansa, operador de planta de Repsol Química en el complejo industrial de Tarragona, la FP Dual le permitió dar un giro a su carrera. «Cuando terminé el grado universitario de ADE no tuve buenas oportunidades de trabajo», recuerda. Tras casi tres años buscando y cambiando de empleo decidió matricularse en FP Dual: «cuando vi que en el curso realizabas más de 1.000 horas de formación en el centro de trabajo me decanté claramente por ello, porque sales con el título académico y también con mucha experiencia».
En su segundo año de FP Dual, cuatro de cada cinco días de la semana acudía a sus prácticas en el Complejo Industrial de Tarragona. «Al final, estudiamos para poder trabajar, y la FP Dual te da una formación específica para conocer bien tu oficio». Cuando terminaron sus prácticas en Repsol, Tomas Almansa optó a una plaza de operador de planta que se correspondía con su titulación y ahora es un empleado más.
Una empresa formadora
Este nuevo año académico son cerca de 200 aprendices en prácticas en Repsol, donde también se forman estudiantes en títulos como Mecatrónica o Administración y Finanzas. El modelo formativo está dando resultados positivos «y si, años atrás, entre los alumnos que hacían prácticas con nosotros, el ratio era muy favorable al mundo universitario, ahora en torno al 30% ya son de FP. Hemos detectado que es un perfil necesario, sobre todo de grados superiores de FP, algo que también le está ocurriendo a otras compañías», sigue Salvador Lorenzo.
La realización de prácticas no compromete a las empresas a una contratación posterior pero la incorporación entre los aprendices formados en Repsol a su bolsa de trabajo varía del 30% al 50% según los años. «Como empresa necesitas una cantera y lo mejor es formarla con las personas que han conocido desde dentro nuestros procesos garantizando la transmisión del conocimiento en la compañía. Además, empresas como la nuestra somos empleadoras pero también formadoras de quienes pueden trabajar en toda tu cadena de proveedores. Ofrecemos al mercado de trabajo personas ya formadas».
Este programa de capacitación también debe contribuir ahora a lograr el talento adecuado para el objetivo estratégico de Repsol de ser una compañía con cero emisiones netas en 2050. Química Industrial seguirá siendo la especialidad principal de la FP Dual de la empresa energética. Los alumnos «van a ser partícipes de esa transformación de la compañía» aprendiendo en los nuevos procesos industriales que se están implantando para producir hidrógeno renovable, diésel a partir de aceites de cocina usados en la refinería de Petronor o biocombustibles avanzados en Cartagena.
El papel clave de los tutores
Los tutores e instructores tienen un papel crucial este modelo de aprendizaje. En cada área, un tutor es responsable del alumno en prácticas y propone un plan o Contrato de Aprendizaje con las actividades para alcanzar las competencias establecidas en el título académico y la formación práctica en el puesto. «Tienen que ser personas con experiencia profesional, vocación pedagógica y que encarnen los valores de la compañía», resume Lorenzo. En coordinación con el centro educativo, el tutor realiza el plan de formación del aprendiz, así como el seguimiento durante el curso y su evaluación final.
Repsol realiza una encuesta al acabar el periodo de prácticas, tanto a los alumnos como a los tutores, y «las valoraciones son muy positivas. Entre los tutores, el 95% responde que repetirían en esa labor». Piedad Curiel está entre ellos porque lleva desde 2016 repitiendo como tutora en el Repsol Technology Lab. «Es una responsabilidad pero también es muy gratificante porque acompañas al alumno en su primera experiencia laboral. Yo empecé en Repsol también con una beca y fue un periodo muy positivo. Ahora estoy al otro lado y quiero que para mis alumnos también lo sea».
La FP Dual «es una oportunidad fantástica para poner en práctica todo lo aprendido en el instituto y un win-win: el alumno potencia sus habilidades profesionales y la empresa consigue el perfil de profesional que necesita», continua Curiel, para quien «es también un modelo educativo que ayuda a reducir el abandono escolar temprano».
«Muchos jóvenes están desorientados, no saben qué estudiar. Y reciben mensajes bastante apocalípticos como que, aunque tengan dos carreras y dos idiomas, no van a encontrar empleo. En FP Dual los alumnos aprenden de otra manera, aprenden haciendo, un método que motiva a muchos jóvenes. Por eso este modelo tiene tanto éxito en otros países de Europa», concluye Lorenzo.