Una paciente de Ginecología del hospital de Puertollano denuncia que tuvo que manipular ella misma una sonda y falta de higiene

Una paciente del Hospital Santa Bárbara de Puertollano ha denunciado «falta de higiene» en instalaciones sanitarias y afeado la conducta de una ginecóloga y una enfermera que la atendieron el pasado 27 de octubre para proceder al cambio de un dispositivo intrauterino (DIU) de prevención de embarazos.

En una carta remitida a este medio, copia de otra enviada en octubre de 2021 a la gerencia del hospital de Puertollano, la paciente relata los sucesos acaecidos durante su atención médica en el área de Ginecología, tres meses después de que interpusiera una reclamación ante el Sescam que continúa sin respuesta satisfactoria.

En su relato la paciente denuncia la «falta de higiene» de una de las salas, donde detectó manchas de sangre, al tiempo que afea la conducta de las profesionales durante la operación, hasta el punto de generarle «inquietud» tras dejarle que manipulara ella misma uno de los aparatos médicos.

En su misiva, la mujer refiere que, una vez en la consulta, y cuando fue al aseo a desnudarse, se encontró con el suelo manchado de gotas de sangre, por lo que tuvo que esperar a que la limpiadora repasara el aseo por completo.

Posteriormente, prosigue la paciente, una vez instalada en la camilla ginecológica, la ginecóloga le pidió que ella misma sujetara la sonda del ecógrafo «¡Yo estoy sujetando el aparato para que ella vea y pueda realizar la extracción!», exclama la paciente, que recuerda que le «temblaban las piernas» sujetando algo en el bajo vientre, «sintiendo entre molestia y un fuerte dolor agudo».

Tras esta operación, la ginecóloga comunicó a la mujer que una parte del dispositivo DIU «se había quedado dentro», tras lo cual, según la paciente, la enfermera tomó de nuevo la sonda mientras la ginecóloga seguía intentado acceder al fragmento. Finalmente le comunicaron que había que practicar una histeroscopia, aunque no podía ser hasta dos o tres semanas después porque el aparato estaba «estropeado», no sin «rebuscar en el cubo de basura» la pieza extraída para que la paciente supiera cómo era por si la expulsaba con la menstruación.

En suma, la paciente expone al Sescam la «falta de higiene» de determinadas instalaciones y la actitud del personal, que dejó en sus manos «aparatos que deberían utilizar única y exclusivamente profesionales».

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