Manuel Valero.- Disculpadme si en este articulo me pongo sentimental y añoroso, (no busquéis la palabra, no existe). El último día de cualquier año parece alimentar un sentimiento de postrimería, de acabamiento. Nos consuela la experiencia de saber que lo que acaba da paso a algo nuevo. Lo que no sabemos es si esa parte del ciclo de la vida es bueno o malo.
Por una vieja tendencia común que todos experimentamos evocamos la infancia según se llena el saco de los años acumulados. La infancia, tan lejana ya, es la verdadera patria del hombre. Es la versión inocente de lo que somos por más que en los años tiernos ya estuviera diseñado el plan de nuestra intima personalidad. La infancia no tiene fronteras y tiene todos los mitos, todas las leyendas, todos los cuentos, todos los monstruos en estado puro pero con la garantía de sabernos invulnerables. Me refiero a ese niño que, como el primer antepasado, se puso de pie para otear el horizonte, a esa patria fugaz que va como las edades de la historia de los cinco a años a los diez. Ponedle uno más, que el medidor infantil es de cada cual ya que no hay metro homologado.
Recuerdo, hoy mismo lo he hablado con una persona del barrio -el barrio es la segunda infancia del hombre- que rayando la primera década de mi vida calculaba la edad que tendría cuando llegara el año 2000. La mera representación mental del dígito me parecía ciencia ficción, mucho más lejano que el hecho de que cuando mi peregrinaje mundano llegara hasta ese mojón del tiempo yo contabilizaría 46 años, pues era inevitable. Entonces mi asombrada imaginación infantil se imaginaba coches voladores, aceras mecánicas y mochilas a la espalda dotadas de un motor que propulsaba a la gente hacia donde le diera la real gana. Y así al coger la cartera espaldera del colegio hacía como que accionaba un botón y ayudado de onomatopeyas inventadas -browwwwwnnnn, fiuuuuuul- me posaba al poco en el centro del patio salesiano ante la perplejidad de mis compañeros de bachillerato. Era lo que tenía leer a Flash Gordon, el viajero espacial que yo ya había fijado en el lejano albor del tercer milenio aunque fuera inventado por Alex Raymond en los años 30 del pasado siglo.
El desengaño de que casi nada es como lo imaginaba y que la realidad es mucho más tosca y pedestre lo alivió el alucinaje de 1969 en el Mar de la Tranquidad (joder, qué denominación) y la contemplación de aquel señor que en unos Juegos Olimpicos, Los Angeles, creo recordar, se puso la mochila y anduvo volando –andar volando, feliz conjunción palabrera-por el reducido espacio del estadio hasta aterrizar suavemente.
La madurez es el reajuste de lo imaginado en la infancia al duro contexto de la realidad adulta. Lo agradecido es que ese reajuste se produce con naturalidad. No he conocido jamás a ningún niño que necesitara ayuda psiquiátrica al descubrir que los Reyes Magos, no eran tres, sino dos, que eran un hombre y una mujer, y que además eran sus padres.
El mundo ha cambiado tanto que los escrutadores de las profundidades sociológicas avanzan que estamos a un paso de un tiempo absolutamente nuevo. Ya de adulto y trabajando en Lanza leía declaraciones de Felipe González sobre el impacto de las nuevas tecnologías de la comunicación en nuestras vidas. Hoy esas declaraciones son perfectamente entendibles. Estamos inmersos en un mundo instantáneo que televisa su propia Historia a medida que ocurren los hechos en tiempo real y al alcance de todos los terrícolas.
Ya han pasado 21 años de aquel 2000 premonizado con un apagón digital que no se produjo. Y sin embargo, todo sigue exactamente igual a pesar de la profunda revolución tecnológica del hombre y la cercanía, esta vez sí, de que más pronto que tarde convivamos con robots antropomorfos. Por más que sigamos caminando hacia el futuro común, el cogollo de nuestra condición humana sigue intacta y en esto no somos muy diferentes a los romanos: la ambición, la lealtad, la envidia, la maledicencia, la sospecha, la traición, la modestia, el amor, la solidaridad, la soledad, el llanto, la risa, la felicidad, la tristeza, la pulsión de trascendencia, la información, el poder, sus secretos, la abnegación, los amigos, los enemigos, la lucha por la propia vida, el ansia de descubrir e inventar, de conquistar, la paz y la guerra, en fin permanecen intocables e intactas.
Así que a un solo día de un nuevo año y del inicio del 22 del tercer milenio, y como uno imaginaba el año 2000 cuando era un imberbe, imagino con lo poco de niño que aún rebulla en la tripa, que tal vez para el 3000, esto sea un planeta habitable, gobernado por hombres y mujeres sabios y justos… si es que aún esta pelota que todos habitamos permanece invariable en su órbita o ha pasado a mejor vida. Lo único que nos hermana a todos es el futuro definitivo. Adiós 2021, hola 2022.
Salud y República.
Con Franco: 7% de deuda pública (ahora un 130%), 3% de paro juvenil (ahora un 38%), pagabas tu casa en 5-7 años (ahora en 35-40) y con un 0% de IVA e IRPF (ahora un 21 y hasta 54% respectivamente). En algún momento habrá que reflexionar como país y buscar culpables del desastre.
El otro día Pedro Sánchez diciendo que la pandemia ha supuesto un acelerador de la modernización de España. Han muerto más de ciento veinte mil personas y muchísima gente ha perdido el trabajo o el negocio.
Franco no fue tan malo.
Feliz 2022.
Tendrás menos aún que el año pasado pero aprenderás a ser feliz bajo el efecto placebo de las drogas.
Iros a la puerta mierda los que
politiceis. Qué cojones tienen que ver en este contexto Franco y la República.
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Usted debe a la política su carrera profesional. Menos lobos caperucita.
Tonto
Idiota que va de listo, tibio. Váyase al carajo hipócrita.
Creo que todo tiene que ver con su primer párrafo y las emociones.
El tal Antonio, seguro no ha pasado de la segunda línea.
Ha sido leer sentimiento y añorar lo que no conoce, como si se lo hubieran arrebatado.
El segundo, se ha puesto nostálgico, de aquello, que tal vez pudo conocer, y al comparar, ha sentido melancolía.
Para el tercero, y lo de las drogas no tengo explicación.
Y a usted, al que no le han agradado los comentarios, por no tener nada que ver con su artículo de opinión, pues se ha sentido enojado, y de un arrebato los ha mandado a los tres a la puerta mierda, cuando creo que quiso decir puta.
En cualquier caso, FELIZ AÑO!
Nuevo o viejo, es lo de menos, lo importante es que se viva mejor.
Satisface más un lector saludable que encabronan mil tóxicos. Que el 22 sea un buen tipo
Y el tercero de las drogas. Estamos locos.Todos.
Valero, que tengas un 2022 lleno de cosas buenas. Y de artículos buenos por aquí.
Un saludo.
Gracias, igualmente desde el acuerdo o la discrepancia.
Son tiempos buenos, en los que se han desvelado:
Médicos a los que les importa una mierda la salud del paciente
Periodistas a los que les importa una mierda la verdad.
Jueces a los que les importa una mierda todo.
Curas a los que les importan una mierda sus feligreses.
Si seguimos con los políticos no terminamos de ponerlos a parir.
Don Manuel este es el mundo que ha contribuido a crear. Usted solo se miraba al ombligo aunque postureara con todo lo contrario.
Es otro cínico más.
Buen artículo. De lo poco que queda en este digital……
¡Feliz Año 2022!…..
Feliz año 2202. Se acabará todo lo malo que hemos conocido estos tres años.
Desear Feliz Año a José Manuel Lomas Espadas; el anciano de 77 años de Ciudad Real que cumple hoy 5 meses en prisión por defender su vida en su propia casa de un ladrón violento, armado y con antecedentes.
No te vamos a olvidar.
Feliz Año Nuevo, José.
Hombre, y deséale feliz año también a la madre del «ladrón violento, armado y con antecedentes». Entrecomillo porque esto te lo has sacado de la manga. Porque con qué iba armado o qué violencia ejerció contra el que disparó?
Lo mismo tienes tú más datos que nadie. O, hasta un arma en casa por si acaso…
Eso es información pública. El asaltante iba armado con una motosierra, invade la propiedad ajena con nocturnidad y no iba precisamente con intenciones de Rey Mago y tenía antecedentes penales.
La juez dice que la respuesta fue desproporcionada.
En este caso los progres una vez más os estáis luciendo porque estáis quedando como cagancho en Almagro.
Yo también quiero LIBERTAD PARA ESTE PAISANO. CONOCIDO LIBRERO SOCIALISTA DE CIUDAD REAL.
Os recuerdo que hoy ya subo los peajes, el gas, la gasolina, la vivienda, matriculación y otros muchos impuestos para que empecéis el año sin tener nada pero siendo felices.
Suben:
– Los peajes + 2%
– Gas + 6%
– Gasolina + 5%
– Impuesto de Matriculación + 1000€
– La vivienda + 6,7%
Y 16 impuestos más, y hay gente que apoya al gobierno..
Sin necesidad de apoyar a este Gobierno. En qué 1 de enero de qué año no han subido los precios? A ver si miramos un poquito la hemeroteca.
Los impuestos que vienen:
Ciudadanos, empresas y autónomos pagarán más en 2022, pese a tener menos poder adquisitivo porque ha subido el 6,7 por ciento la inflación.
Así es la España «mejor» de Sánchez Tienes menos y te roban más.
Un curioso concepto del progreso socialcomunista.
Pero tú de economía ni puñetera idea fascista.
Pero ceporro Canano de chichinabo, para que se nos robe más deberían estar de nuevo al mando los corruptomafiosos del Fracasado o los chiringuiteros voxtrencos, algo que no volverá a ocurrir. Ajo y agua estimado roznador. Tú a cagar a la via y te limpie el culo el Cenutrial cortito.
Que bonito artículo. Sólo una cosa si que hubo gente que quedó frustrada por el descubrimiento de que los padres eran los reyes. Gente que quedó tocada para siempre. No supieron madurar y viven en la mala follá permanente. Son el fachicom (antifa), can-ano, vetepohai, cromañun (mañun), bobocop y algún que otro articulista malencarado con muchos (¿¿¿¿¿¿¿) reconocimientos
Ay Cenutrial si no fueras tan cortito a lo mejor te hubiera contestado lo que se merece un melon de tu calibre, pero no perderé el tiempo.