El Gobierno de Castilla-La Mancha ha subrayado la importancia de visibilizar a las mujeres rurales mayores de 50 años y reconocer su aportación, sin la cual no habría sido posible llegar a la sociedad actual.
Así lo explicaba esta mañana la consejera de Igualdad y portavoz, Blanca Fernández, que, junto a la vicepresidenta de la Confederación Española de Asociaciones de Jóvenes Empresarios, Laura Sánchez, la directora del Instituto de la Mujer, Pilar Callado, la delegada de Igualdad en la provincia de Toledo, Nuria Cogolludo, la gerente de AJE Castilla-La Mancha, Laura Huete, y la enóloga, Rosalía Molina, han presentado la revista ‘Empoderadas’.
Esta revista, que está editada en formato digital y papel y se ha financiado a través de la convocatoria de discriminación múltiple del Instituto de la Mujer, recoge en diez entrevistas los testimonios de once mujeres mayores de 50 años que relatan los acontecimientos que marcaron sus vidas; su educación; su vida laboral, si la han tenido o no; su aportación a la crianza y los cuidados, así como la desigualdad de género que han vivido.
Blanca Fernández ha calificado esta iniciativa de muy acertada porque, si en general las mujeres que viven en el medio rural, aun sin vivir situaciones de discriminación, tienen acceso a menos a recursos, esta situación se agrava en el caso de las mujeres mayores de 50 años.
“Por eso me ha parecido doblemente interesante que os hayáis fijado en aquellas mujeres que tienen más de 50 años, que tienen trayectorias vitales muy diferentes pero que son complementarias y retratan muy bien qué ha pasado en las últimas décadas en nuestro país, nuestra región y los pequeños municipios de castilla-la Mancha”, ha dicho la consejera.
Una a una, Blanca Fernández ha leído frases significativas de cada una de ellas para dejar constancia de unos testimonios que retratan tanto la evolución de la sociedad en positivo, como la frustración al identificar la limitación de libertad que ha supuesto el machismo en sus vidas. La consejera lo ha resumido de esta manera: “Son once mujeres y diez historias que retratan tantas y tantas historias que se podrían contar; tantas y tantas vivencias; tantas y tantas cosas, y por eso creo que es importante visibilizar a las mujeres mayores de 50 años”.
‘Auctoritas’ también para las mujeres
La consejera ha considerado especialmente importante esta visibiización porque mientras que a los hombres a partir de determinada edad se les reconoce la llamada ‘auctoritas’, un bien intangible que les hace incluso tener más éxito, a las mujeres les pasa lo contrario: “a partir de los cincuenta empezamos a ser invisibles y esto hay que cambiarlo, absolutamente. Porque igual que ellos maduran bien, tenemos que empezar a visibilizar que las mujeres maduramos igual de bien”.
En esta línea, Blanca Fernández ha puesto en valor que esta revista deje constancia del importante papel de las mujeres que han dedicado su vida a cuidar a las demás personas “y eso no es perder tu vida; eso ha sido importantísimo para el desarrollo de la sociedad tal como la conocemos hoy. Pero seguimos empeñadas en que no solo es el espacio doméstico el que queremos protagonizar, sino también el resto de los espacios, sin usurparle nada a los hombres, sino compartiendo plenamente en pie de igualdad”.
Para finalizar esta reflexión ha confiado en que estas once mujeres sean a partir de ahora inspiración: “Sacarlas a la luz hace que sirvan de espejo y de referente para que muchas otras puedan tener el impulso y la energía que a veces hace falta para tomar la decisión de un camino que da miedo emprender, pero que si lo ves otra mujer lo puedes hacer”.
Una apuesta estratégica
También en relación con las mujeres que viven en el medio rural, que tienen menos oportunidades porque los sectores económicos están muy masculinizados, sobre todo el Primario y la industria agroalimentaria, la consejera ha subrayado el empeño del Gobierno regional a través del Estatuto de las Mujeres Rurales y otras políticas para impulsar la incorporación de las mujeres a este sector económico tan importante en Castilla-La Mancha como una apuesta estratégica para fijar población y garantizar el futuro de los pueblos.