Jesús Millán Muñoz.– En el Diario.es la escritora-columnista Barbijaputa, el 20 de enero del 2020 tituló una crónica-comentario-columna Mi padre abandonó a sus hijas y ahora que tiene un nieto es el abuelo del año.
Tengo que indicar, que esta autora, que trabaja en el silencio de la palabra, lejos de todos los focos-foros de la realidad mediática, de la fama y de la notoriedad, que se sabe, que es mujer, que es andaluza, me parece, le doy la enhorabuena, debo indicar que ese ha sido siempre mi sueño, “que se valore el trabajo, en este caso la escritura, y, pase a un segundo plano el nombre y la figura y el rostro”. Porque si eres conocido-a, al final, nadie te habla con la misma naturalidad, no percibes el mundo con la claridad del mundo, porque todo el mundo representa un papel delante de ti.
Esta autora ha tenido la suerte-azar-causalidad-valor-valentía de al realizar, parece ser un blog, con ese anonimato, pues tuvo mucho éxito. Entonces, tuvo el azar y causalidad, de poder continuar con el mismo modelo en la prensa. Personalmente, he intentado que pasara mi nombre a segundo plano, mi imagen a segundo plano, pero no ha sido posible. Lo más que he conseguido, es un seudónimo, y, en cuanto a la imagen, un dibujo pintado, imaginario, pero solo en algunos rotativos digitales. Esos escritores que nadie conoce su fotografía, pienso que es el ideal –Salinger, J.T. LeRoy, Chimo, en el arte plástico, Bansky-. Para poder continuar observando el mundo con la realidad, para que nadie te conozca, para que puedas zambullirte en una bodega a olor a café y trabajadores a sus labores, y escuches, sin que nadie se fije en ti.
No es un deseo tan iluso-imaginario-imposible, todos los días usted y cientos de miles como usted y como yo, consumimos mercancías y servicios, de múltiples realidades, y usted, a lo sumo conoce, una marca detrás, que pertenece a una Sociedad Anónima, pero no conoce, ni los nombres, salvo excepciones, ni el rostro de los accionistas mayoritarios. Posiblemente, un entramado de sociedades y empresas, nacionales e internacionales, con distinta proporción de capital, se denomina accionariado.
Todo el mundo habla de la moral victoriana, rígida, sin corazón, sin comprender causas, circunstancias, hechos, marginando a personas que en su tiempo se salieron de esos cauces. Pero pocos hablan de las consecuencias, negativas, perniciosas de costumbres, hechos, datos, usos, formas, maneras, razones, de una ética-moral muy abierta, sensualista, hedonista, relativista, epicúrea, materialista, con demasiada libertad conceptual y de práctica. Muchos nombran, pongamos el caso a Freud, porque de alguna manera, puso dentro de multitud de conceptos éticos psicológicos, dinamita para que saltaran. Es verdad, que llevamos en Occidente dos siglos, en los cuales, miríadas de filósofos y pensadores y escritores e intelectuales, una de sus finalidades ha sido destruir la ciudad de la ética antropológica y moral práctica constituida-construida durante siglos.
Pienso, que si Freud, por citar a alguno, creo que Nietzsche le sucedería lo mismo, hoy levantara la cabeza, criticaría negativamente, el grado de permisividad moral en la que vivimos y existimos. No estarían de acuerdo, al menos teórico, aunque posiblemente, admitirían por tolerancia las prácticas a y en muchos sentidos. Pienso Pienso-opino-siento que dirían que este panorama de tanta permisividad, en multitud de campos, a nivel teórico, al menos, les parecería una amoralidad-antimoralidad-inmoralidad, por tanto una irracionalidad-arracionalidad enorme, con consecuencias, muchos casos negativas, a y en distintos órdenes de la realidad –psicológicos, sociales, familiares, económicos, políticos, culturales, religiosos, etc-.
Estamos enfrentándonos al límite de la actividad humana. Sin entrar en circunstancias, casuística, excepciones, etc. Debemos admitir-analizar-pensar, que quizás, Occidente, Europa, en un marco de enormes derechos jurídicos y políticos, marcados por los Derechos Humanos y la Democracia, que son necesarios-positivos-loables-esenciales.
Pero puede que en la realidad social, individual y colectiva, familiar, laboral, el hombre y mujer de la calle, se enfrentan a realidades, que son negativas. Costumbres-hábitos-hechos-datos, que en nombre de la libertad, esclavizan a los humanos, a nivel teórico y a nivel práctico, a nivel de hechos y actos, en multitud de órdenes de la realidad-realidades. Porque hemos caído en una irracionalidad-arracionalidad-antirracionalidad-anarquía ética teórica y moral práctica. Porque hemos olvidamos que somos irracionalidad pero también racionalidad. Los caballos y auriga del viejo maestro Platón.
La moral y la ética están para aumentar la dignidad de la persona, somos animales y por tanto, tenemos irracionalidad, tenemos deseos y pasiones y sentimientos y pulsiones e instintos, pero también, tenemos racionalidad, por tanto, disponemos de razón e inteligencia y creatividad y moralidad y libertad racional… Y,. ambos mundos hay que armonizarlos-equilibrarlos-sintetizarlos correctamente, según el saber ortodoxo…
Un hecho o dato o realidad equis, puede tener muchas perspectivas, pero en el fondo, la autora de este artículo, nos indica, no solo los derechos de las mujeres, sino la esencia de la realidad humana, en su teorización y en su comportamiento. Por ejemplo, en el campo del ámbito familiar. Campo que tanto se olvida. Diríamos que estamos psicológicamente, secuestrados por nosotros mismos, que describimos muchas realidades sociales y políticas y económicas, y, dejamos-olvidamos, que la patria del hombre, es su infancia y su familia. Además de la Patria.