Los músicos ya han empezado a celebrar las fiestas de su patrona, Santa Cecilia, que comenzaban en el Teatro Emilio Gavira con un concierto de la Asociación Banda de Música, la mayor y más veterana agrupación musical de la ciudad.
El auditorio no estaba lleno para esta actuación en la que es habitual realizar la recepción solemne de los nuevos componentes de la banda, en este caso dos jovencísimos músicos. Además se rendía homenaje a Ángel Sánchez porque lleva 50 años en la banda.
La celebración musical comenzaba con las intervenciones de la alcaldesa y el presidente de la asociación, Jorge Román, pero, sobre todo, con la entrega oficial de sus instrumentos a los dos educandos de este año: Miguel Lizano, que recibió su trombón de varas de manos de su hermano Guillermo, también componente de la banda, y Carlos Moreno a quien su padre, José Carlos, entregó sus baquetas de percusionista.
Otro motivo de celebración tiene carácter un tanto administrativo, ya que el presidente de la asociación, lo es también de la Federación regional de bandas de música, que reúne a bandas de cuatro provincias (todas menos Guadalajara). Fue elegido por la asamblea general en Camarena (Toledo), de ella Jorge Román decía que “somosun proyecto nuevo con gente joven”.
Y por ello, la alcaldesa, Rosa Melchor, destacaba que la Banda siempre nos trae buenas noticias y nos representa muy bien, no sólo en la región sino fuera de ella
Y la Banda también celebrará pronto su traslado a la nueva sede que le ha cedido el ayuntamiento. Se trata de la nave grande del pósito del cereal, un almacén de grano situado en los terrenos del silo, cedido por un plazo de 25 años que esperan ocupar antes de fin de año. La alcaldesa se refería a esa cesión diciendo que “me gusta más la palabra estrenar que inaugurar”, porque hace referencia a algo que hace ilusión y eso espero que les haga a todos los componentes de la Banda cuando disfruten de las nuevas instalaciones que les hemos cedido.
El primer concierto de Santa Cecilia estuvo dividido en dos partes y comenzó con un pasodoble y varias piezas protagonizadas por músicos solistas. La segunda parte estaba dedicada al centenario de Camille Saint Saëns.
