Han comenzado ya los trabajos de valorización y preservación ambiental de la Laguna Blanca de Argamasilla de Calatrava, según proyecto de Renovalia, del que es partícipe el Ayuntamiento, como medidas compensatorias al parque fotovoltaico ‘El Bonal’.
La actuación, por un valor de 58.000 euros, incluye la creación de infraestructuras sostenibles para facilitar el uso público de este maar y el paraje rabanero que lo rodea, así como difundir los valores naturales asociados al vulcanismo del Campo de Calatrava.
Infraestructuras que van a delimitar espacios y establecer rutas en las que los movimientos son admisibles, así como puntos de observación fijos. Además, se proporcionará información a los visitantes sobre los valores de la Laguna Blanca.
“Es un proyecto muy completo y que responde a la planificación que nuestro equipo de Gobierno contemplaba para este paraje, con vistas a un aprovechamiento compatible con su conservación”, explica Jesús Ruiz, primer teniente de Alcalde.
El también concejal de Medio Ambiente refiere que estas obras, ejecutadas por la Junta de Comunidades de Castilla la Mancha, “son un paso más para poner en valor nuestro patrimonio natural y poner a disposición del Proyecto Geoparque ‘Volcanes de Calatrava’ un geositio con una gran riqueza histórica y natural”.
Actuaciones contempladas
Entre las actuaciones contempladas más destacables cabe citar la creación de una isla mediante un canal de 423 metros lineales en la zona actualmente ocupada por materiales aportados de forma artificial al vaso de la laguna.
También, la retirada de residuos sólidos urbanos y la construcción o la instalación de vallado perimetral para evitar la intrusión de vehículos, así como bolardos desde las inmediaciones del mirador existente para facilitar una ruta circular a peatones y bicicletas.
Precisamente para favorecer el acceso y disfrute sin alterar los valores naturales de la Laguna Blanca, se van a acondicionar unos 1.145 metros de senda peatonal de un metro de anchura. Trazado que discurrirá hasta un nuevo observatorio e irá hasta más allá del mirador ya existente de forma paralela al vallado, creando una senda circular muy atractiva al público al permitir observar la laguna desde distintos enclaves.
La delimitación de la senda será por mojones que preserven su trazado e integridad, colocándose cada 100 metros y serán acúmulos de piedra del entorno, cogidos con cemento entre sí, de forma tosca y blanqueados con cal. Su estructura tronco-cónica, de metro y medio de alto, posibilitará huecos que sirvan de refugio a insectos o como nido a pequeñas aves.
Por otro lado, en un punto elevado al noroeste de la laguna, en el camino que sigue la ruta, se adecuará un punto para observar el entorno, con un pequeño ensanchamiento del camino para dar cabida a un banco de piedras del entorno encalados e instalándose también una mesa interpretativa.
Y se colocarán tres carteles informativos en los puntos de acceso del público general. Uno estaría en el camino que llega desde Argamasilla de Calatrava por el sur, otro en el camino que llega desde el oeste, bajo las vías del AVE y otro junto al observatorio.
También se contemplan otros cinco carteles menores en lugares dónde se identifiquen elementos del paisaje, fauna o flora que tengan valor interpretativo en el entorno de la laguna y en la ruta, para la cual habrá otras siete señales a modo de hitos indicativos.
Y muy destacable es además la construcción del referido nuevo observatorio de aves de unos 16 metros cuadrados, en la rivera de la laguna por su cuadrante sur-este, sobre una base natural elevada existente que se integrará con el entorno.
Con este proyecto se persigue potenciar la visita de grupos organizados con finalidad educativa ambiental y patrimonial, en el que sus principales interesados serán centros docentes, asociaciones, etcétera, con diferentes jornadas monográficas.
Se contempla también la presencia de otros visitantes mayormente interesados en los valores ecológicos del lugar como expertos en ornitología, geología, arqueología, etc., así como el uso recreativo o deportivo de la zona a modo de ocio de proximidad.
La Laguna Blanca, de las mejor conservadas
Como recoge el documento técnico, ésta es una de las lagunas volcánicas más estudiadas y mejor conservadas del Campo de Calatrava, un antiguo cráter de un volcán que se encontró activo posiblemente durante el Terciario y Pleistoceno.
La cubeta de dicho cráter, una vez colmatada, se rellenó de aguas pluviales, formando una lámina de agua, siendo un foco de atracción para los animales y homínidos del Pleistoceno.
En la actualidad, este Maar de la Laguna Blanca por el color de sus aguas, blanquecinas debido a su vez a ser una laguna subsalina y los minerales del terreno; bicabornatado- sulfatado sódico, se encuentra antropizado.
A ello contribuyen, por un lado, el hecho encontrarse en una zona llana en la que abundan los cultivos de cereal y olivo, así como por su cercanía a la ciudad de Argamasilla y la construcción de vías de comunicación, como la carretera N-420, la autovía A41 y la línea de ferrocarril AVE Madrid-Sevilla-Málaga.
La existencia de antiguas casas de campo, construcciones típicas de zonas rurales, la cercanía a la propia ciudad o a las redes turísticas como la Cañada Real Soriana Oriental y la presencia de la laguna, enriquece este paraje a nivel biótico y ecosistémico.
Asimismo, la posibilidad de observación de aves y otra fauna asociada a estos medios lacustres, da pie a posibilidades de aprovechamiento geoturístico que ofrece este edificio volcánico y que se pretende potenciar mediante este proyecto.
Explicar por último que hay otros proyectos ya iniciados como el convenio marco de colaboración suscrito entre el Ayuntamiento de Argamasilla de Calatrava y la Universidad de Castilla-La Mancha, que abre las puertas a la señalización de este enclave de origen volcánico del término municipal rabanero.