Manuel Valero.- A cualquier observador independiente del peaje ideológico o de partido no se le escapa que la presidenta del gobierno regional madrileño está en alza. Y quien no lo quiera ver… pues que no lo vea. Y está tan espumosa que a punto anda de rebosar el vaso.
Paradójicamente la figura de Isabel Ayuso como referencia de los conservadores y liberales españoles (los conceptos izquierda y derecha están ya muy bien en los libros de Historia), se fortalece con la misma intensidad con que sus adversarios y los medios de comunicación amigos de sus adversarios la toman como pieza a abatir. Cuanto más se ceban en ella, más sube. A más palos, más votos potenciales. Ellos sabrán lo que hace: a Ayuso hasta en la sopa.
A la fijación del Gobierno, PSOE y medios afines, se ha unido ahora la pugna interna en el PP para atarla en corto, no vaya a ser que ganada la presidencia del PP madrileño, consolide un liderazgo inapelable que la coloque como la alternativa a Pablo Casado, si éste no logra ganar las próximas elecciones o las pierde de manera abultada, que eso está por ver: la política española en estos tiempos es más volátil que los mercados. De ser así, que ya se verá, insisto, los populares serían el primer partido en la Historia de España, antepredemocrática, predemocrática y democrática que coloca a una mujer al frente del partido y del el Gobierno de la Nación. Una Thatcher o una Merkel o una Arden. Y eso, en plena euforia femenina, sería un palo demasiado fuerte como para que no dejara visible y por mucho tiempo el rastro del latigazo.
O sea, que entre los adversarios -¿o enemigos?- y los propios suyos (a cubierto que vienen los nuestros) están contribuyendo a la cotización creciente de una mujer hasta anteayer prácticamente desconocida y hoy, reportada incluso en la prensa internacional. Es lo que hay. Visto fríamente, sin pasión por mi parte por el veto y por el voto. Cuando los afiliados la reciben, como en Puertollano, o donde vaya, al grito de ¡presidenta, presidenta! están lanzando un mensaje envenenado por su intencionada ambigüedad. ¿Presidenta del PP de Madrid o presidenta con mando en La Moncloa? ´
¿A qué se debe la ascensión de Ayuso como una lideresa que apenas ha iniciado su ascensión y ha puesto nerviosos tanto a Pedro Sánchez como a Pablo Casado? Obviamente los resultados de las pasadas elecciones autonómicas en las que tan solo perdió en un único municipio, su forma de mostrar públicamente su liderazgo con naturales meteduras de patas de las que se deshace como quien se quita una mota del vestido, su descaro y la seguridad que ha ido adquiriendo con los años. Durante la pandemia se hizo visible en los lugares de riesgo y levantó el Zendal en un santiamén. Los roces con el Gobierno central por la gestión de la tragedia y el inicio del asedio a la Comunidad de Madrid, generosa de impuestos a la baja que alimentó otro asedio, el de las CCAA gobernadas por socialistas, nacionalistas o independentistas, horrorizados por la creación de un paraíso fiscal en el corazón del Estado, hacen el resto. Y es un mujer, detalle que no es nimio. En absoluto.
La crítica más facilona es la que la tilda de derechona dura en el ejercicio sin vacilar de su radical liberalismo, y su buena vecindad con Vox, cuestión que tendrán que dirimir las urnas llegado el momento. Y digo yo que algo debe tener de tirón personal, carisma o algo así (detesto la palabra) para que en dos años, Isabel Ayuso se haya granjeado la simpatía de muchos y el terror de otros, propios y extraños.
Ayuso, evidentemente, no bajó a la mina durante su estancia en Puertollano, donde se celebra el Congreso regional que culmina hoy. Pero de haber podido lo habría hecho sin vacilar. De modo que la evidencia de la ascensión de Ayuso – que ha venido a nuestra ciudad, a ganar adeptos y a ver si de una vez por todas, cae en manos de los conservadores, después de la oportunidad perdida de las municipales del 2019, no solo por la aparición en escena de Isabel Rodríguez, hoy ministra sino por un cúmulo de detalles que no vienen al caso- es una marmórea realidad
Supongo que la lideresa estará encantada con la zurra que le dan por todos lados si a cada zurriagazo es un puñado de votos más que suma, y que a su vez pasa a engrosar la cartera de su jefe Casado, porque una Ayuso al alza es un seguro de vida para el actual líder de los populares. Tanto si Casado gana como si no, allí estará ella, bien cebadita… salvo que la pillen vendiendo las vacunas en el mercado negro o con el bolsillo repleto de dinero graso. O que dos buenos años venideros con la pasta de la UE, la contención de precios y la inflación, la aclaración de las pensiones, la resolución del asunto de la Justicia institucional, la caída del paro y el fin de las jodidas mascarillas soplen a favor del Gobierno. Si antes no viene el apagón ese y se queda todo el mundo a dos velas.
El cuento de «La lechera Isabel» ,que se marca el autor, tiene su gracia, pero ya se sabe el feo final que tiene la fábula original.
En unas posibles o futuras primarias en el PP, Isabel Díaz ganararía en primera vuelta por goleada a Pablo,nadie lo duda, como ganó en su día Soraya al ídem. En una segunda vuelta, donde solo votan los compromisarios, ganaría Casado, como así ocurrió en las últimas primarias contra la otrora vicepresidenta bajita.
Y ya fuera de las lides internas u orgánicas, vayamos a las elecciones generales 2023. Imaginemos como hipótesis que sí, que el señor Casado gana esas elecciones, o consigue un resultado que mejora ostensiblemente el de las últimas de 2019, cosa fácil dado el pésismo resultado de entonces. En ese caso , el brillo de la rutilante estrella Isabel se iría apagando hasta convertirse en una política en declive. Y esa hipésis es la más realista. Eso sí, el coste de tanto protagonismo y zorrería por parte de Miguel Ángel Rguez. lo pagará en pérdida de votos el PP.
Lo dicho: lo expresado por el autor solo tiene valor como fábula.Y ya sabemos en qué terminaron los delirios de la pobre lechera.
Salvo por el nada desdeñable detalle de que el voto de Madrid no es trasladable al resto de España, estoy bastante de acuerdo con tu análisis. Y lo peor de todo es que Ayuso ha pasado a engrosar la lista de musas de don Manuel Valero, y eso trae un pelín de mala suerte. La musa Arrimadas, Ciudadanos en vías de desaparición. La musa Rodríguez, la «menistra» y esperanza puertollanera, dimitida de sus funciones de alcaldesa para irse a los madriles.Ahora Ayuso. Tres políticas , por cierto, de parecido razonable con la niña de los Alpes, la inmortal Heidi. Abuelito, dime tú…
Mola tu comentario, voxtarate, es ingenioso
Celebro que se lo tome con sentido del humor, don Manuel. Por mi parte, solo deseo que la única lideresa de mis amores, una que no se parece a Heidi ni remotamente , ni en el tono de voz ni en los gestos, pero que vale su peso en honradez y valía, continúe sin aparecer en sus artículos. Saque a las petardas Monasterio y Olona a la palestra. Pero,porfavor,please, siga ninguneando a la mejor. Que el mal fario no la toque ni un pelo de su hermosa cabellera castaña.
Este comentario está incluso mejor, Voxtarate.
En España, el mérito y el valor se paga con el desprecio y la tradición. Esta mujer se enfrenta a un régimen. Los que se han atrevido a desafiarlo han acabado mal. A uno le explotaron unos trenes en 2004, por ejemplo. Habrá que ver hasta dónde se atreve a llegar con el desafío. Tiempo, don Valero.
Apuntas a algo fundamental. Este régimen partitocrático, que es un franquismo con tarta para más a repartir, corrupto hasta la médula, se autodefiende.
Por eso, tras la declaración de inconstitucionalidad de los estados de alarma, PP, que ha quedado fatal liderando la oposición, y el PSOE, que cree siempre que el fin justifica los medios y se salta el Estado de Derecho para perpetuarse en el poder, se apresuran a designar nuevos miembros de los órganos constitucionales, manejables, vulnerando la independencia judicial y la separación de poderes.
Ambas formaciones están adheridas a la Agenda 2030, cuya secretaría de Estado está bajo dirección de un comunista defensor de las FARC.
Esto va de «No tendrás nada pero serás feliz». Occidente no puede competir con China si no es convirtiéndose en modelo chino a costa de sacrificar libertades y la promoción de la clase media, empobrecida con la globalización.
Capitalismo para la élite y socialismo para el vulgo. Es decir, privilegios para unos pocos y condiciones de servidumbre y control social para los demás.
Esto irá a más y acabará en guerra. La soberanía nacional que reside en el pueblo español ya está quebrada porque internamente se indulta a golpistas que serán reincidentes, y externamente porque nos intervienen órganismos supraestatales sin control democrático y corruptos.
Volveremos a la rivalidad entre Naciones, al tiempo. La carestía por los recursos energéticos y de aprovisionamiento será el detonante.
USA está desbancada del liderato mundial, la OTAN acabará desactivada, la UE anulada internacionalmente, Rusia y China esperan imponer sus intereses territoriales y económicos por las buenas o por las malas. No hay nadie enfrente es su momento.
A nosotros esto nos pilla en medio de la imposición de la ideología de género, el alarmismo climático, una pandemia con menos del 1 por ciento de mortalidad, y la culpabilidad histórica. A nosotros nos pilla inmersos en una estupidez sin precedentes.
Obseso, mendigas guerra porque no gobiernan los tuyos, algo que retrata tu escasa catadura moral y cero valores democráticos. Repulsivo.
Sera lo que las multinacionales quieran.
En España lo que mande el IBEX.
Nosotros aguantar…
¿ Curioso? Semanas después de la reunión del G20 se disparan los casos y la represión a los no vacunados..orden de apretar.
Bueno, al final, la Sra. Ayuso vive en una ensoñación creada por el oráculo que tiene a su lado…..
EL PP, EL PSOE Y PODEMOS SE REPARTEN LOS JUECES DEL TRIBUNAL CONSTITUCIONAL PARA QUE NO PROSPEREN LOS RECURSOS DE VOX.
HAY QUE RECORDARLO TODOS LOS DÍAS.
LA CASTA SE PR0TEGE FRENTE A QUIEN OSE ATACAR SUS PRIVILEGIOS O CONTROLAR SUS ABUSOS DE PODER.
Ese argumento lo usó ya un señor con bigotillo que acabó con la vida de más de 6 millones de seres humanos.
Busca mejores excusas.
8 y medio, se llamaba Stalin y dejó morir a los ucranianos de hambre porque no eran en su parecer suficientemente revolucionarios.
Él como Hitler designaban a sus jueces. Estaban desbocados con el poder absoluto al que aspiran los socialcomunistas hoy en España.