Jesús Millán Muñoz.- Hace muchas décadas inventé o descubrí o diseñe el concepto de antiexposiciones plásticas, en realidad eran imaginarias e inventadas.
La idea esencial era que como se tenía material suficiente, por ejemplo, de dibujo o pintura en papel, libros de artista, etc. Ponía un título a una exposición imaginaria, por ejemplo de dibujo, y después le señalaba una fecha de dicha exposición, y al final, una ciudad, donde se realizaba imaginariamente. La ciudad, en mi caso o era Puertollano o era Ciudad Real capital.
– Pero aunque la obra plástica (libro de artista, pintura, dibujo, etc.) era real, es decir, existía y existía de sobra, el resto era una manera de “tendencia artística o movimiento artístico o estético”. Era una manera de plantear varias realidades, que ideas o tendencias de arte, no se tenían en cuenta. Era plantear, la gestión cultural del arte plástico, etc. No era engañar a nadie, ni a nada, ni siquiera, mostrar o demostrar ampliar el curriculum (por lo general, en el curriculum que envío, pongo menos de lo que se ha hecho, por ejemplo, las revistas y sus números diferentes, no se indican datos, por diferentes realidades…).
La prueba es que aquí lo indico y aclaro, cuándo nadie se acuerda de este proyecto o de este intento o de este, diríamos, manifiesto artístico, donde entra a formar parte de él, el concepto de galería de arte, o museo o lugar de exhibición, etc.
Es decir, en tiempos que las galerías comerciales no me hacían exposiciones, bueno nunca lo han hecho que yo sepa, y si me han exhibido alguna obra, a mi no me lo han indicado (aunque sí, algún libro de artista, se ha vendido en casa de subastas, aunque a mí no me lo han expresado, y algunas pinturas se venden en Internet, y a mí, no me han informado, ni siquiera sé, quién es el vendedor de esas obras, y si lo hacen, el dinero será para ellos, no para mí), ni me incluían en ninguna de ellas, que yo conozca, era una manera, de plantear el arte plástico pero en cuanto a exposición o exposiciones o exhibiciones de otra manera. Es como indicar, era una exposición mental o imaginaria o inventada, que todo es inventado, excepto el material plástico que si era real.
– Hoy, este concepto se podría realizar en Internet, y quizás, quizás, me pregunto debería planteármelo y hacerlo. Es decir, realizar una serie de grabaciones o fotografías de pinturas o dibujos, y después, presentarlos en youtube como una exposición. Pero posiblemente, a estas alturas de mi existencia, no lo haga, ya estoy demasiado cansado del arte y del mundo del arte, y de todo lo que hay dentro y fuera. Nadie se ofenda… Son demasiados años y lustros y décadas, de silencio y vacío, de enorme trabajo, para qué y para quién.
Al final, de las docenas de miles de pinturas y dibujos y libros de artista, solo he cobrado materialmente una, una pintura en papel, hace casi cuarenta años. Y, se ha enviado a miles, a galerías comerciales, como forma de visión y que viesen material real. Sin contar las donadas a museos y fundaciones y otras colecciones. Es decir, que todo el material, la inmensa mayoría, y ni siquiera sé, en qué situación está y están, de conservación, de trato, de mantenimiento, de estima sobre él. Al final, lo que se regala, demasiadas veces, no se valora. Un arte, que es un cambio mental y conceptual, ahí están los manifiestos artísticos, no se valora…
En este caso, la exposición sería imaginaria o inventada o irreal, porque físicamente no se ha realizado en ningún lugar, sino solo el tiempo de la grabación, para así demostrar, quizás, varios sentidos, igual que existe una especie de antiarte, existir el concepto de una antiexposición. Es decir, que las galerías, sin negar el sumo respeto para el sistema de mercado actual, aunque sean necesarias, los autores o artistas plásticos, pueden hacer exposiciones mentales o imaginarias o irreales o inventadas, que no se hacen en ningún lugar físico, pero que si pueden ser a nivel mental, siempre que al menos, se cumpla que se tenga, ese material real y físico, esas obras de arte. Ahora, después se podría exponer en Internet.
– Por tanto, lo explico aquí, porque aunque en tiempos, también incluía estas imaginarias exposiciones en el curriculum, y decía o indicaba, lo siguiente:
(Exposiciones semipúblicas individuales en C. Real.
Estas exposiciones empezaron con la necesidad del Arte, es decir, responden de alguna forma a todo el mundo comercial, y, son y eran exposiciones restringidas de público. Es una antigalería de alguna forma)
E indicaba a continuación, la ciudad, es decir, Ciudad Real o Puertollano, el título de la exposición. A continuación la materia, si era dibujo o libros de artista o instalación, etc. La fecha.
En Ciudad Real escribí, varias cada año desde 1985 hasta 1991.
En el caso de Puertollano era lo mismo, desde 1983 hasta 1991.
– Este concepto en sí, presentaba y presenta un concepto de arte y de antigaleria, una especie de manifiesto artístico, y así, siempre lo pensé, pero en todas las listas de manifiestos artísticos que he realizado, nunca lo he escrito, nunca, que recuerde lo he presentado, tácitamente. Porque de alguna manera, seamos sinceros, no voy a presentar a las galerías comerciales, a cientos que lo he hecho, y esto no es mentira, y muchas veces, una serie de escritos de nuevos manifiestos artísticos y después, y, al mismo tiempo, les voy a presentar un concepto de antigalería de arte.
Es decir, ahora, este concepto de alguna manera, he dicho que se podría hacer, hoy sería posible, realizando exposiciones en Internet, grabando un material, y presentándolo con un escrito, unas teorías, unas ideas, en definitiva, una especie de catálogo y de introducción y, después colgándolo o exhibiéndolo en Internet. Serían exposiciones imaginarias virtuales. Es decir, que el concepto que presenté y realicé imaginaria y mentalmente, hoy sería real. Como siempre, me adelanté a la realidad, a la realidad que se ha producido después. Esto estaría en la línea del antiarte, es decir, como cuándo se exhibió un bote de mierda, o cuándo se expuso en una galería unos cuantos caballos, o cuando se tapan con plásticos paisajes o edificios. Es decir, esto estaría o estaba en esa línea…
– Es más, la venta de obras de arte, por galerías virtuales, sería de alguna manera, la idea que yo indicaba, es decir, ir un poco más allá del mundo galerístico material.
No era este proyecto, una negación del mundo de las galerías del arte y del mercado, tal como está organizado, sino también, era una forma de indicar, que el mundo del arte, debería replantearse muchas preguntas.
– Para terminar, solo indicar, que estas “imaginarias e inventadas exposiciones que realicé mentalmente”, pero que tenía el material suficiente, podría haber hecho fotografías, y hoy, después de décadas, haberlas expuesto como exposiciones en Internet.
Indicar, que en el curriculum oficial, ya no está estas exposiciones imaginarias e inventadas, que lo que está es real o fue real. Cierto es que muchas veces, se pierde material, es decir, se envió, a muchas galerías reales y físicas, docenas de pinturas y dibujos y libros de artista, y nunca se ha sabido que sucedió con esas obras de arte.
Cierto es que quedan, algunos resúmenes de curriculum, donde están esas exposiciones escritas, que son imaginarias y no reales, inventadas, como antes he indicado. Quizás, sea correcto y conveniente, dejar esos pequeños curriculum, en concreto uno que realicé, con el Depósito Legal Cr-84-1996. Es decir, fue una manera de elevar el juego, de plantear y materializar este manifiesto artístico de las antigalerías o del antiarte o de las exposiciones mentales e imaginarias. Por tanto, todavía, tengo algunas copias, pocas de ese curriculum y publicación, tenía 27 páginas, aunque hice un resumen, quitando hojas, y solo dejando las referidas al Arte.
Que esas exposiciones fuesen inventadas-imaginarias o contraexposiciones, no quiere decir, que el resto del curriculum sea erróneo o falso. Todo es verdad, otra cosa, es que mucho material se haya perdido, o muchas obras que deberían estar en algunos museos, los actuales gestores, se les pregunta por ellas, y no respondan (esto si que es imaginación e invención por parte de la gestión cultural, que se les pregunte por obras, que se les enviaron y donaron gratuitamente, y ellos aceptaron, y ahora, diez o treinta años después, no respondan, a cómo están dichas obras).
¡Con esto queda claro que no fue, ni es mi intención mentir, ni engañar a nadie, sino que esto era un manifiesto artístico…! ¡Aunque de esto nadie se acuerde, y nadie se acordaría si yo no lo escribiese ahora…! ¡Paz y bien…!