Tras meses de obligado cierre, la popular Churrería de Pilar, en la esquina de la calle Luz con calle Estrella de Ciudad Real, vuelve a traer el aroma del café, el chocolate y la porra a las mañanas de la capital.
La churrería devuelve al barrio una de sus señas de identidad tras una reforma que incluye la adaptación del local a las nuevas necesidades de los clientes, con todas las medidas de seguridad sanitaria.
Así, se han instalado puertas correderas y un renovador de aire automático en el techo para garantizar la renovación natural del aire, monitorizado por un controlador de calidad ambiental. Además, se han añadido más mesas y sillas para lograr una mejor distribución de los clientes, que siempre dispondrán del habitual gel hidroalcohólico.