El PSOE de Castilla-La Mancha ha desarrollado la ponencia de su XII Congreso Regional, celebrado este sábado en Toledo, pidiendo especialmente la necesidad de una nueva financiación autonómica que evite la «infrafinanciación» de la Comunidad Autónoma y haciendo una defensa del río Tajo que, aseguran, está «dando sus frutos».
En cuanto a Hacienda Pública, Financiación Autonómica y Política Fiscal, la ponencia destaca que el Gobierno regional lleva reclamando desde el primer día de su mandado que el Gobierno de España aborde con las comunidades autónomas la aprobación de un nuevo modelo de financiación autonómica, algo que para los socialistas no es «un asunto baladí» ya que con el actual modelo Castilla-La Mancha «es una de las comunidades autónomas que sufre una mayor infrafinanciación».
Además, recuerdan que en 2020 se ha tenido que hacer frente a la crisis originada por la pandemia, para la que se ha tenido que llevar a cabo una política presupuestaria en la cual «no se han escatimado recursos, actuando de una manera totalmente distinta a como lo hizo Cospedal, fortaleciendo los servicios públicos fundamentales». «Todo ello sin abandonar el rigor presupuestario que el seña de identidad del Gobierno regional», añaden.
Por ello, en el PSOE castellanomanchego consideran que una vez superada la pandemia es necesario que se cumpla «antes de acabar la legislatura» el compromiso de aprobar un nuevo modelo de financiacón autonómica «que garantice que todos los ciudadanos, independientemente de donde vivan o su capacidad económica, puedan recibir un mismo nivel de prestación, al menos, de los servicios públicos fundamentales.
Así, los socialistas regionales proponen que el nuevo modelo establezca un reparto justo de los recursos que se haga en función de las competencias que tiene asumidas cada nivel de administración, «teniendo en cuenta que las administraciones regionales son las que más volumen de gasto asumen para sostener la sanidad, la educación y los servicios sociales».
También plantean que el reparto se distribuya en función del coste real de los servicios públicos y teniendo en cuenta las condiciones de cada una de las regiones, «ya que las más despobladas, como Castilla-La Mancha, tienen un coste per cápita superior».
De igual modo, en el PSOE autonómico creen que la armonización fiscal «debe ser uno de los pilares que sustente el nuevo modelo financiero de las comunidades autónomas». «Es una herramienta de coordinación fiscal que las diferentes administraciones con competencias tributarias deben dotarse para alcanzar tres importantes objetivos: avanzar hacia un modelo que permita que los ciudadanos contribuyan en función de su capacidad económica y no en función del territorio en el que viven, garantizar el principio de igualdad de oportunidades y, por último, hacer efectivo el principio de solidaridad interterritorial», argumentan.
Así, consideran que las comunidades autónomas deben tener la capacidad de disponer de un margen de maniobra a la hora de regular los impuestos cedidos «pero asegurando que el ejercicio de este principio no resulte perjudicial para otras regiones y para el conjunto del sistema como consecuencia de las ventajas comparativas de las que gozan unos territorios frente a otros».
El PSOE de Castilla-La Mancha defiende que la región ha desarrollado «un sistema tributario justo, basado en la equidad y la progresividad», defendiendo que han suprimido las «tasas de la vergüenza» del anterior Gobierno del PP.
Además, los socialistas regionales consideran que es necesario reforzar la política fiscal dirigida específicamente a la lucha contra la despoblación que, señalan, «ha iniciado el Gobierno de Castilla-La Mancha de manera pionera en España con la aprobación de la Ley de Medidas económicas, sociales y tributarias frente a la Despoblación y para el Desarrollo Rural».
AGUA
Por otra parte, en materia de agua, la ponencia del PSOE asegura que los socialistas «siempre» han defendido los intereses de sus conciudadanos por encima de los del partido, recordando que independientemente de quien haya gobernando en España se han «opuesto de manera responsable a cualquier decisión que pusiese en peligro los intereses de los castellanomanchegos», una política que, manifiestan, «está dando sus frutos».
Así, han hecho hincapié en que se han modificado las Reglas de Explotación del Acueducto Tajo-Segura «reduciendo en un 30 por ciento el volumen trasvasable cuando los embalses de cabecera están en nivel 2», algo que «permitirá que disminuya el agua trasvasada y que aumente el nivel en los embalses de manera significativa», beneficiando a los municipios ribereños.
«Sabemos que con esto no es suficiente, pero no cabe duda de que es un paso en la dirección correcta. No obstante, aún a pesar de los logros que se van consiguiendo, tenemos muy claro que no debemos perder la perspectiva de que el trasvase, en un momento dado, tiene que llegar a su fin», afirman.
Desde el PSOE consideran que no pueden ni deben entender el agua «como objeto de controversia política ni dentro ni fuera de nuestra región», insistiendo en que creen «firmemente» en la solidaridad inter e intraterritorial pero «sin postergar unos territorios en favor de otros.
«Defendemos conceptos legales y éticos que son claves para nuestra región: la prioridad de la cuenca cedente en la asignación y reserva de recursos hídricos y el cumplimiento de los programas de medidas en los planes hidrológicos», han continuado.
Para el PSOE castellanomanchego, en la planificación hidrológica resuluta «imprescindible» la revisión del actual estatus del río Tajo y su sustitución por «un acuerdo de Estado, consensuado, que garantice las necesidades hídricas del río en concordancia con la Directiva Marco del Agua de la Unión Europea».
Además, señalan que para la mejora ambiental del río Tajo se requiere «de manera imprescindible e inaplazable» la mejora del río Jarama, que aporta al Tajo las tres cuartas partes de su caudal. «La deficiente depuración del Jarama no puede perpetuarse durante más tiempo. Este río, hidrológicamente muy alterado, recoge las aguas residuales de una conurbación de seis millones de personas y las vierte a un Tajo que pasa de ser un río limpio en Aranjuez, aunque escaso de caudal, a otro de mayor caudal pero altamente contaminado en Toledo.
Finalmente, creen que otra cuestión «necesaria» para alcanzar un caudal ecológico sostenible en el Tajo pasa por poner en marcha y ampliar en otros casos las desalinizadoras del Levante. «Somos conscientes de la importancia económica del sector agroalimentario levantino, pero no debe ir en detrimento de regiones que no cuentan con ese recurso», sostienen.