El Ayuntamiento de Mestanza ha concedido ampliación del permiso de intervención arqueológica para los trabajos que ya se venían realizando en diferentes enclaves con pinturas rupestres del postpaleolítico, para que los investigadores prosigan su labor.
Decisión que responde a la petición del equipo científico que ha entregado un informe preliminar con los resultados de la labor llevada a cabo, previa autorización también de la Viceconsejería de Cultura de Castilla-La Mancha, entre finales de febrero y principios de mayo en diferentes localizaciones de Sierra Madrona.
Y es que, como recoge dicho documento, “se presentan 5 yacimientos inéditos dentro del término municipal de Mestanza que se han localizado y documentado digitalmente así como la revisión y nueva documentación digital de otros 3 ya publicados”.
El alcalde agradece primero de nada “el papel que han jugado y siguen jugando personas de nuestra comarca que, a título personal y llevados por su gran afición a nuestro pasado prehistórico, han permitido localizar tan importantes hallazgos, porque sin ellos estas prospecciones por parte de expertos científicos no existirían ahora”.
Algo que han valorado así el propio Santiago Buendía y Alfonso Caballero Klink, miembro del equipo de expertos, durante el encuentro mantenido para abordar la ampliación del permiso y hacer balance de los avances que las investigaciones científicas van aportando.
Unos trabajos que consisten en la documentación integral, la digitalización 3D y la completa investigación arqueológica de las pinturas rupestres esquemáticas que, en el caso del término municipal mestanceño, han alcanzado a nuevos yacimientos.
Principalmente son los denominados ‘La Tabernera Roca II’, ‘La Tabernera Roca III’, ‘Arroyo de los Alisos’ y ‘Abrigo Rebollera’, localizados en la zona comprendida entre la Hoz del Jándula y la carretera A-6178 que lleva al Santuario de Virgen de la Cabeza en Andújar (Jaén).
Así lo recoge el informe que firma el equipo científico que dirigen el propio doctor Caballero Klink, la doctora Laura María Gómez García y el licenciado Francisco José López Fraile, que han contado con la colaboración de Rafael Ayala Rodrigo, de El Hoyo; David Amarillo Sancho, de Solanilla del Tamaral; y Antonio Carmona Márquez, de Puertollano.
De los hallazgos antes citados, los dos primeros se sitúan en la misma cara oeste de la Hoz del río Jándula donde se encuentra el yacimiento La Tabernera, donde ya en su día se localizaba el primer enclave en este mismo entorno, estando cercanos los tres.
En cuanto al de ‘Arroyo de los Alisos’, “se ubica en la cara norte de la Sierra Rebollera y está compuesto de cuatro paneles con más de medio centenar de figuras de tonalidades ocres y anaranjadas, compuestos fundamentalmente de agrupaciones de puntos y antropomorfos ancoriformes y halteriformes”, recoge el informe.
Además, “a los pies del pico más alto de la zona oriental de Sierra Madrona y orientado al norte” se localiza el yacimiento ‘Abrigo Rebollera’, en el cual “se dan numerosos paneles compuestos por múltiples figuras ocupando las distintas fracturas de la cuarcita bajo la repisa natural a modo de visera”.
‘Cueva de Mamellado’
Especial mención merece el que consta en el informe de los especialistas como ‘Cueva de Mamellado’, puesto que se buscaba el reflejado en 1933 en sus textos por el abate galo Henri Breuil bajo alusiones a ‘Hoz de Río Frío’, en referencia a ‘Hoz del Río Jándula’.
Pero “tras una intensa y exhaustiva prospección en busca de este yacimiento para su revisión dentro de la Hoz del río Jándula, lugar donde la ubicaba Breuil, el equipo de prospección no pudo localizar dicho enclave ni yacimiento alguno con las pinturas que ofrecía el calco del investigador francés”.
Por eso, tras diferentes indagaciones del equipo de investigación, se acabó conviniendo que el topónimo ‘Mamellado’ apuntaba a una cueva en la que sí “se localizó un yacimiento con arte rupestre cuyas manifestaciones plásticas en nada se correspondían con lo reflejado en el calco de Breuil”.
Revisión de yacimientos postpaleolíticos anteriormente documentados
Este nuevo hallazgo se hace constar en la parte del informe que alude a la revisión, durante la campaña de febrero a mayo pasado, de otros yacimientos que en su día fueron documentados y a los que se han aplicado tecnologías prospectivas actuales que han permitido documentar “nuevas figuras en algunos de los paneles ya conocidos”.
Es el caso de Mestanza, el de ‘La Tabernera I’, que fue publicado en 1933 por el francés Breuil según el informe referido, y que ahora las técnicas de este siglo XXI han mostrado el deterioro de una de sus figuras por la acción del hombre.