La alcaldesa de Ciudad Real, Eva María Masías, junto a la viceconsejera de Cultura y Deportes, Ana Muñoz, y varios miembros de la Corporación Municipal asistían esta mañana a la entrega de diplomas de CLM Inclusiva -Cocemfe al alumnado que ha realizado prácticas formativas en museos dependientes de la Junta de Comunidades de Castilla-La Mancha.
El Gobierno de Castilla-La Mancha ponía en marcha, este verano, esta experiencia piloto para que el alumnado que había realizado el curso de formación de auxiliar de sala y actividades turística, dentro del proyecto “uno a uno” organizado por CLM Inclusiva-Cocemfe, pudiera hacer prácticas en museos de Ciudad Real. El curso ha contado de 300 horas lectivas que han incluido una formación práctica de 120 horas de duración, lo que supone un porcentaje del cuarenta por ciento del programa. El curso comenzó en marzo y se ha realizado en Museos de Ciudad Real.
La alcaldesa de Ciudad Real, Eva María Masías, ha mostrado el apoyo del Ayuntamiento de Ciudad Real hacia todo este tipo de iniciativas que ponen de relevancia la importancia de obtener un trabajo como elemento de dignificación de la persona. Desde la institución municipal, añadía la primera edil, “apostamos por la empleabilidad de las personas con capacidades diferentes, la formación y la inclusión porque una sociedad que integra a sus vecinos es una sociedad más justa e igualitaria y nos hace sociedad de futuro”.
La viceconsejera de Cultura y Deportes, Ana Muñoz, ha explicado que la intención es ampliar este proyecto el próximo año a otros museos, parques y yacimientos arqueológicos dependientes de la Junta de Comunidades “con el fin de mejorar la empleabilidad de estos chicos y chicas”. Desde el Gobierno de Castilla-La Mancha, detallaba Muñoz, se trabaja en “una perspectiva global para apoyar e impulsar acciones que faciliten la plena inclusión de las personas con discapacidad en el mundo laboral, para lograr esa normalización que regule sus vidas”.
El presidente de CLM Inclusiva-Cocemfe, Enrique Alarcón, incidía en la idea de que las personas con discapacidad necesitan ciertos apoyos para entrar en el mundo laboral, porque “nos encontramos con multitud de barreras mentales, tanto físicas como ambientales”. Añadía que el modelo de intervención ideal es la colaboración público privada y “solo en esa confluencia de intereses conseguiremos que se consiga la inclusión, porque una persona con discapacidad, pero sin empleo, está abocada a la marginalidad”.