El Gobierno de Castilla-La Mancha ha resaltado el salto cualitativo y cuantitativo dado por las mujeres en la participación en la vida pública, social y política durante los últimos años.
Así lo ha señalado la consejera de Igualdad y portavoz, Blanca Fernández, quien ha recordado que, si en España el 22 por ciento de las alcaldías están representadas por mujeres, en el caso de Castilla-La Mancha está dos puntos por encima de la media nacional, y en el caso concreto de la provincia de Ciudad Real es del 36 por ciento, una realidad que se corrobora también con otras representantes públicas como diputadas, subdelegada del Gobierno de España o la delegada provincial de la Junta de Comunidades, si bien es cierto que “todavía nos queda mucho por conseguir para alcanzar esa igualdad real”, ha añadido.
Blanca Fernández ha pronunciado estas palabras en el acto de reconocimiento ‘Mujeres en el Gobierno local de Cabezarados’, donde la intervenido en un homenaje a todas las mujeres que ha formado parte de la Corporación a lo largo de su historia, acto que ha contado con la presencia de la actual alcaldesa, Raquel Fernández; la delegada de Igualdad en la provincia de Ciudad Real, Manoli Nieto-Márquez, y la diputada provincial Noelia Serrano.
Un evento que es “de justicia” para Blanca Fernández, quien ha recordado que no fue hasta 1924 cuando se consintió por parte de la ley que hubiera las llamadas concejales femeninos, y la primera alcaldesa de la provincia ciudadrealeña en el periodo democrático fue la de Villamayor de Calatrava en 1979, pero con la particularidad de que en la definición en el diccionario de la RAE figuraba como esposa del alcalde.
Y fue ya con la Ley de Igualdad cuando se produjo un punto de inflexión al establecerse el criterio de paridad en las listas electorales, algo que sirvió como “palanca para incorporar el talento y la inteligencia de las mujeres a la vida política”, según ha subrayado Blanca Fernández.
Financiación que contemple la realidad de las zonas rurales
Y aprovechando su presencia en Cabezarados, un pequeño municipio de la provincia de Ciudad Real de apenas 370 habitantes, la consejera y portavoz del Ejecutivo castellanomanchego ha reiterado la reivindicación al Gobierno de España para que cumpla el “compromiso pendiente” de reformar el sistema de financiación autonómica, “que tiene que pasar necesariamente por contemplar la realidad de las zonas rurales y financiar los servicios públicos teniendo en cuenta ese componente de dispersión territorial y de ruralidad que hace que sea más caro prestar la sanidad o la educación en Castilla-La Mancha que en Madrid, por poner un ejemplo, y por razones obvias que todo el mundo ya conoce”.
En este sentido, Blanca Fernández ha manifestado que “el mundo rural existe y no puede seguir siendo invisible, y las gentes que viven en el medio rural merecen que se atiendan sus reivindicaciones justas” ante la enorme dificultad que poseen por la limitación de recursos, un reto que es una prioridad y en el que está implicado el Gobierno que preside Emiliano García-Page.
Así, ha añadido que “desde la Junta tenemos un compromiso claro con todos los ayuntamientos pequeños, un apoyo ineludible también por parte de la Diputación, de ahí que haya hecho mención a dos medidas muy importantes, como son el Estatuto de las Mujeres Rurales y la Ley de lucha contra la Despoblación, cuyos decretos que la desarrollan se han aprobado precisamente esta semana por parte del Consejo de Gobierno y que pueden servir a municipios tan pequeños como éste para, precisamente, iniciar acciones positivas que ayuden a fijar población en el territorio”.
Homenaje a todas las mujeres que dieron un paso al frente
Por último, Blanca Fernández ha tenido palabras de agradecimiento para el Ayuntamiento de Cabezarados, encabezado por su alcaldesa, Raquel Fernández, por reconocer a las mujeres que han formado parte del Gobierno local, un acto que ha contado con la entrega de recuerdos e insignias a todas ella en ese objetivo de “visibilizar, agradecer y poner en valor a todas las mujeres que dieron un paso al frente para dedicar gran parte de su tiempo a mejorar la vida de los demás, y, muy especialmente, a aquellas que desde poblaciones rurales y en pleno proceso de despoblación lo tuvieron un poco más difícil”.