La vuelta al mundo del teatro en 80 sensaciones

La “técnica de la sensación” podría definirse como una performance o técnica de interpretación artística basada en la improvisación inmediata sobre el escenario ante los estímulos y sensaciones que los objetos producen. Fue creada por Miguel Muñoz de Morales, durante 1983, en los descansos entre clase y clase del Círculo de Bellas Artes de Madrid, cuando algún cómplice bedel le dejaba abierta un aula para ensayar las primeras representaciones que haría de esa visionaria expresión teatral en locales de moda de Ciudad Real, como Metrópolis y Zumo de Neón, cuando la ciudad despertaba en la periferia de “La Movida”.

Teatro de la Sensación

Esta técnica, que posteriormente desarrollarían compañías de vanguardia como La Fura dels Baus, creció hasta llegar a ser el “Teatro de la Sensación” y ha seguido creciendo hasta ganarse un punto destacado de interés en el mapa del mundo del teatro con presencia en cinco redes internacionales. Su filosofía es preservar la misión del teatro como compromiso y crítica de lo que sucede alrededor, una invitación para abrir procesos mentales y que se aparta de las propuestas de la cultura de masas por lo que es   un referente libre de tendencias contrarias a esa misión.      

Desde la década de los 80, el teatro ha vivido una evolución muy acusada, pasando de ofrecer propuestas comprometidas en las que la creatividad y la expresión artística eran prioritarias, a la actual proliferación de fórmulas que, orientadas a “gustar” al público, responden al axioma de la cultura del espectáculo: espectador antes que persona.  Y allí donde se arriesga poco surge el peligro de crear una ilusión tan eficaz como la ignorancia más real, no sólo porque infunde a confundir la realidad con el juego de sombras sino por el otro de sus males que sería, según el mito de Platón, olvidar que a la butaca se está encadenado. Cuando el filósofo ateniense recurría a una imagen del entretenimiento para fabular una de sus enseñanzas más necesarias no estaba evocando conexión alguna entre las proyecciones de la caverna y las representaciones teatrales, lo que hubiera sido una asociación imposible de establecer para cualquier ciudadano de la Grecia Clásica cuya educación principal sucedía en el teatro o, en su sentido etimológico, el “lugar para contemplar”.

‘Quijote’, de la compañía Bambalina

Por ello, no es casualidad, que sus orígenes fueran coetáneos al nacimiento de la democracia y que, concebido como servicio público, estuviera sufragado a través de los impuestos para que la ciudadanía en su conjunto participara gratuitamente de la escenografía de coreutas y actores ataviados con máscaras representando las primeras obras teatrales escritas para enseñar -entre el rito, la mímesis y el mito- que los héroes también caen pero que ese dolor puede ser catarsis y tendrá un contrapunto de sátira y de comedia.

Cada vez más lejos de sus marcas de nacimiento, esos valores que trascendían de la dimensión artística a una verdadera escuela de educación emocional, el teatro está frente a un futuro complicado y difícil, rozando la crisis, y sigue en pie gracias al esfuerzo de la compañías y a los motores humanos de las salas privadas que, como Miguel Muñoz y su equipo, están siendo capaces de sostener el mundo del teatro con sus manos y sobre sus hombros igual que el titán Atlas, sabiendo que el teatro es una sensación mágica y la magia tiene que continuar.

Miguel Muñoz de Molares durante el homenaje que recibió en 2019

El “Teatro de la Sensación” demuestra, además de la valentía de su aguante,  cómo es posible ir por buen rumbo navegando en aguas turbulentas. Es un proyecto de “proyectos” y todos funcionan porque “no está orientado al público sino a las personas y al proceso de creación que nace y crece en la simbiosis comprensiva de puntos de vista diversos”, lo que sólo puede suceder cuando se está en un espacio plural con las puertas abiertas al encuentro, libre de prejuicios y de discriminación. Este Teatro ha hecho de su escenario una casa cultural e inclusiva donde siempre hay algo que hacer para quien sienta la pasión por las artes escénicas y  tenga las ganas de compartirlo. De ahí que la apuesta de Muñoz de Morales no se haya limitado a ofrecer una programación estable y continua sino a ser una tierra de cultivo “para impulsar proyectos, porque la cultura en el ámbito de las artes escénicas no consiste en programar un número determinado de obras al año, es mucho más; es  fundamental promover la creación artística que revierta socialmente en el disfrute de los demás con  esas creaciones”.  Cita como ejemplo las “Casas Cívicas” de Pamplona, proyectos artísticos integrales que “generan ciudad”, conectando grupos y estímulos para crear redes de personas en torno a programas de creación y expresión artística que reviertan en unas ciudades más vivas e integradoras porque “el concepto de ciudadanía es global e implica visibilizar a todos los colectivos”.

Andariegas

Dentro de ese círculo virtuoso, el “Teatro de la Sensación” cuenta con una pluralidad de proyectos originales y propios, como las “Residencias Artísticas Internacionales”, que pretenden abrir contextos de comunicación y conexión para superar el aislamiento y la expulsión de lo distinto tan característicos del mundo globalizado. Bajo esas premisas de teatro como arte del vínculo, la Sala  es cedida a equipos artísticos con el objetivo de desarrollar la creación íntegra de obras y que actualmente ha alumbrado ya tres procesos de trabajo. La primera de estas obras, “Andariegas”, es una pieza que parte de una lectura escénica y contemporánea del poema “Vivo sin vivir en mí” de la mística Santa Teresa de Jesús, interpreta por Carlina Calema, que fue creada entre marzo y mayo de este año; en junio, empezó la segunda Residencia, “La Dama de Mercia”, bajo la dirección de Javier Lebrón, sobre una idea original de su director inspirada en el personaje histórico de Ethelfleda de Mercia, ficcionada por la actriz Ivi Verdejo, que aborda la temática del empoderamiento y liderazgo femenino. Lebrón afirma que “el arte combate el pensamiento dual y polarizado para dotarnos de una visión más profunda con la que podemos captar los matices intermedios, esos matices grises son los que nos elevan”. Lamenta, por ello, la desaparición de la educación teatral en el sistema educativo, así como la merma progresiva de contenidos de artes plásticas y de la filosofía porque perjudica el desarrollo del pensamiento libre, condena a quienes eligen formarse en disciplinas artísticas a tener que realizar un gran sacrificio para recibir esa formación y dificulta el ejercicio de las profesiones artísticas como medio de vida.  Son testigos directos de cuántas personas dedicadas al arte “viven de milagro” pero también de esas ganas torrenciales en los ensayos y durante las clases y talleres de teatro de la propia Escuela Libre de Arte del “Teatro de la Sensación”.  Además de los cursos de teatro infantil, imparten talleres específicos para colectivos de mujeres, LGTBI, personas con capacidades especiales y grupos de personas refugiadas, en definitiva, la misma diversidad que está presente en la humanidad expresando hasta qué punto somos iguales cuando sentimos que formamos parte de algo. En su escenario, la participación y la creación artística están al servicio de la inclusión y ese es el ideario de las  “Esquinas Culturales”, un proyecto “para rescatar a las personas que están apartadas en las esquinas de la sociedad y ofrecer un espacio cívico-cultural en el que se pueda cohabitar, convivir, romper prejuicios y desvelar capas, experiencia que es extrapolable a la ciudad entera mejorando la orientación al cuidado”. El trabajo del “Teatro de la Sensación” con los colectivos vulnerables es uno de los proyectos que mayor rentabilidad emocional aporta y que más suma en el papel que desempeña como “patrimonio cultural inmaterial de la ciudad”.

Imagen de un ensayo de La Dama de Mercia

            Inmersos en la actividad de la nueva temporada de Teatro Adulto e Infantil en la XVIII Muestra Internacional de Danza, Teatro y Circo Contemporáneo Latino-Americano-MIT de Ciudad Real 2021, han cumplido “Treinta y seis años de teatro posible”, y con la misma convicción de Pessoa cuando escribió “sentir es crear” (“Para Orpheu”, 1916), siempre invitando a “que tus sensaciones sean azarosas, aventuras que te suceden… ”.

Natacha Espinosa

_____________________________________________________

El “Teatro de la Sensación” está en la C/ Monjas nº 1 de Ciudad Real y en sus redes sociales puede consultarse la programación, información sobre los cursos de teatro y proyectos, las ventajas de hacerse socio/a y cómo regalar o regalarse teatro #culturasegura.

http://teatrodelasensacion.blogspot.com/

http://www.facebook.com/TEATRODELASENSACION

Relacionados

spot_img
spot_img
spot_img
spot_img
spot_img