Bárbara García Torijano. Consejera de Castilla-La Mancha.- En la sociedad actual, el perfil de las personas mayores ha ido evolucionando respecto al paradigma tradicional. En la era digital, las necesidades cambian en todas las edades de la vida y nuestro papel en la sociedad evoluciona, también para los y las que nos preceden en años y experiencia.
El primero de octubre es, desde 1990, el Día Internacional de las Personas de Edad. Poner el foco en los desafíos y oportunidades que el siglo XXI conlleva para el envejecimiento, y promover el desarrollo de una sociedad que se adapte a todas las edades, es y debe ser su mandato.
Este año, el lema elegido es ‘Equidad digital para todas las edades’. Haciéndonos eco de las palabras del secretario general de Naciones Unidas, Antonio Guterres, “si las personas de edad pueden acceder a las nuevas tecnologías, aprenderlas y utilizarlas, estarán mejor equipadas para ayudar a alcanzar los Objetivos de Desarrollo Sostenible, que constituyen nuestro llamamiento universal a la acción para poner fin a la pobreza, proteger el planeta y velar porque, en 2030, todas las personas gocen de salud, paz y prosperidad”.
Para un mejor acceso a las nuevas tecnologías, para abordar su aprendizaje por personas que en muchos casos apenas han alcanzado la alfabetización funcional, y para que su uso se convierta en un elemento más de nuestra actividad cotidiana, sea cual sea nuestra edad, es necesario un claro compromiso de todos los estamentos sociales empezando por la administración y continuando por cada uno de los ciudadanos y ciudadanas.
En esto, nuestro Gobierno regional tiene ya una sólida andadura, trabajando por combatir la brecha digital de las personas mayores y hacer más accesible, cercano y comprensible el mundo digital para todas las personas y, especialmente para aquellas que por razón de edad u otras circunstancias, como puede ser residir en entornos rurales, tengan más dificultades para normalizar su utilización.
Bajo este prisma, hemos impulsado importantes iniciativas en la reducción de la desigualdad digital:
- Aulas informáticas en los 53 centros que constituyen la red de centros de mayores regional, donde más de 114.000 personas socias tienen acceso a dispositivos y sistemas de comunicación digital, con el apoyo de una generosa red de voluntariado.
- Programas específicos de capacitación en nuevas tecnologías, como el ya consolidado ‘CapacitaTIC +55’, que este año alcanzará los 10.000 usuarios desde su puesta en marcha en 2016, y que, gracias a su Campus Virtual, pone a disposición de la población castellanomanchega, sin discriminación etaria, nuevos conocimientos bajo innovadoras fórmulas de aprendizaje.
- O el Programa ‘Los Mayores Forman la Red’, que también este año llegará a las 6.000 personas participantes, y que impulsa actividades para acercar las nuevas tecnologías a las personas mayores, como el uso del móvil o Internet en las gestiones habituales de la vida diaria o en la comunicación con sus pares y familiares.
El envejecimiento es una realidad que no debe constituir un obstáculo insalvable en la participación social activa, incluso en plena era tecnológica. Tenemos las herramientas, tenemos el empeño y tenemos la vocación de servicio público necesarias para incorporar a nuestros y nuestras mayores en una sociedad activa en la que la edad sea motivo de dignificación, y no al contrario.
Por último, desde el gobierno de Castilla-La Mancha queremos destacar que, el derecho a la tecnología para las personas mayores viene a sumarse a otros muchos esfuerzos por dignificar su figura y su vida, como los servicios de atención y promoción de la autonomía, el incremento presupuestario para la atención en centros residenciales que desde la Junta hemos puesto en marcha o la atención a la dependencia, que contribuyen en conjunto a consolidar la importancia y el respeto que merecen nuestras personas de edad.
A esas 360.000 personas de edad en Castilla-La Mancha, felicidades en su día, gracias por su legado y mi reconocimiento y mi determinado compromiso por seguir trabajando en su bienestar y dignidad.