Más de 1.200 personas disfrutaron en la noche del sábado en la plaza de toros de Manzanares de uno de esos conciertos que no olvidarán jamás. Fueron testigos de una memorable actuación de un cantautor que es historia de la música de nuestro país y cuyas canciones forman parte de la particular historia de cada uno. Víctor Manuel ofreció dos horas de emoción, recuerdos y compromiso en este concierto programado por el Ayuntamiento con motivo de las fiestas patronales.
El espectáculo se celebró en la plaza de toros cumpliendo con todos los protocolos sanitarios y de seguridad. El público que se dio cita tanto en el ruedo como en los tendidos tuvo un comportamiento ejemplar, con la mascarilla puesta en todo momento. Hubo presencia de personas de todas las edades, aunque predominaron quienes han seguido gran parte de la dilatada trayectoria de Víctor Manuel, con más de cincuenta años de carrera musical. Entre los asistentes, con las concejalas Silvia Cebrián e Isabel Quintanilla, estuvo la consejera de Economía, Empresas y Empleo de Castilla-La Mancha, Patricia Franco.
Junto a sus músicos (Osvi Grecco, Dani Casielles, Ángel Crespo, Ovidio López, Santi Ibarreche y David San José), Víctor Manuel abrió el concierto con gran puntualidad. Tras cantar ‘Allá arriba al norte’ y ‘La romería’, saludó al respetable recordando su última visita a Manzanares hace una década en la Escuela de Ciudadanos “de mi amigo Román (Orozco)” y, con la canción ‘Cómo voy a olvidarme’, denunció que aún haya en nuestro país más de 120.000 muertos enterrados en cunetas y fosas comunes. “Nuestro país debería avergonzarse”, dijo.
Su claro compromiso social quedó patente en los comentarios que Víctor Manuel intercaló a lo largo del concierto. Con el público totalmente volcado tras interpretar éxitos como ‘A dónde irán los besos’, ‘Bailarina’ y ‘Luna’, y bajo las estrellas de este 11 de septiembre, el asturiano también tuvo un recuerdo para los anónimos que perdieron la vida hace veinte años en los atentados de las Torres Gemelas, a quienes dedicó el corrido de ‘La doble muerte de Juan Diego’.
Las emociones y los recuerdos fueron multiplicándose conforme desde el escenario, y en plenitud de facultades, el artista siguió dándolo todo con algunas de sus canciones nuevas y con muchos de sus clásicos como ‘Quiero abrazarte tanto’ y ‘Nada sabe tan dulce como su boca’. Si la carne ya se había puesto de gallina con la historia de ‘La madre’ y el “qué te puedo dar que no me sufras”, volvió a hacerlo con ‘El abuelo Vitor’ y con la sobrecogedora ‘Planta 14’ que nos llevó a la dureza de la mina asturiana.
En el tramo final del repertorio, y con la canción ‘Solo pienso en ti’, Víctor Manuel comentó que esta historia de dos amantes con discapacidad es la que más alegrías le ha dado “por dar visibilidad a estas personas” y agradeció la labor que hacen las asociaciones que trabajan por ellas.
Digo España
Por último, antes de despedir el concierto con su canto a Asturias y, como anticipo del “aquí cabemos todos o no cabe ni Dios” de su bis final, Víctor Manuel lanzó un claro mensaje al presentar su tema ‘Digo España’, en el que destaca la pluralidad y diversidad de los territorios de este país y en el que canta “Digo España y qué bien suena esta palabra, no la arrojo contra nadie, contra nada”. Por ello, y recordando el miedo que daría volver a décadas atrás, dijo: “En este país no hay nadie superior a su vecino de al lado. Quien lo diga, es un racista”.
Todas las canciones y comentarios fueron muy aplaudidos por el público que, en pie, despidió y ovacionó a Víctor Manuel y a sus músicos. El cantante se despidió con un agradecimiento y esperando que pronto podamos quitarnos las mascarillas “y nos demos los besos y abrazos que no nos hemos dado”.