El próximo viernes, día 10 de septiembre, a las ocho de la tarde se presentará en Piedrabuena, el libro El rayo indomable, pueblo natal del protagonista, el inventor, emprendedor y empresario, Mónico Sánchez, que aportó a la ciencia y a la medicina mundial el invento de su autoría de los Rayos X portátiles que patentó y le valió el reconocimiento internacional ya que su caja de rayos sirvió para salvar miles de vidas en la Primera Guerra Mundial.
Según explica, Manuel Valero, uno de los autores del libro junto al nieto de don Mónico, Eduardo Estébanez, Piedrabuena iba a ser el punto obligado de la presentación social del gran inventor pero lo impidió la pandemia. Ahora, cuando parece que el avance de la vacunación lo permite y siguiendo las medidas de seguridad, el acto se llevará a cabo en el Centro Cultural Pedro Castrortega.
Mónico Sánchez nació en Piedrabuena el 4 de mayo de 1880 y luego de varios oficios de tendero se marchó a Nueva York donde le esperaba la fama y la fortuna. Su vida, plagada de triunfos y contratiempos, es digna de una novela como han corroborado Valero y Estébanez.
Editado por Ediciones Puertollano que ha cuidado el arte final – tapa dura diseñada por el dibujante Víctor Barba y con un apéndice fotográfico- el libro está teniendo una muy buena acogida. Se vende en las librerías de Puertollano, Ciudad Real, Albacete, Cuenca, San Clemente, Toledo, Madrid y en Piedrabuena.
Mucha suerte, y que vendáis muchos ejemplares.
Que hartura del Mónico….acaso inventó avaratar la luz?
tonto
y es con b, tonto
Uno de los títulos más adquiridos en las librerías de Ciudad Real. Enhorabuena….
Mónico Sánchez Moreno nació en un pueblecito de Ciudad Real conocido como Piedrabuena. Hasta ahí todo parece indicar que nada le llevaría a tener la relevancia que acredita el libro «El rayo indomable». Además, era el menor de varios hermanos, hijo de un tejero y una lavandera. Pero en su vida se cruzó un maestro de escuela de los de antes, don Ruperto Villaverde, y vio lo despierto que era el muchacho.
Sin embargo, la situación económica familiar no daba para tanto a pesar de sus capacidades, no había becas Erasmus por entonces, pero a sus capacidades se le unió un tesón a prueba de cualquier obstáculo.
Tenía que conseguir algo más que ser un tejero o un labrador de su pueblo natal. Necesitaba ganarse unos dinerillos con los que financiar una mayor formación.
Así todo ello le llevó a Fuente del Fresno, posteriormente a San Clemente, trabajando para ir ahorrando lo que pudiera hasta que logró lo suficiente para encaminarse a la capital del Reino, Madrid, donde mejorar sus estudios. Después vino su formación por correspondencia al no tener posibilidades por encontrarse cerrada la Universidad y parecía que las puertas se le volvían a cerrar. Incluso sería llamado a realizar el servicio militar.
¿Qué es lo que ocurrió y cómo logró alcanzar la gran urbe de Nueva York aquel muchacho del que se habla con tanta pesadez?
Mejor a quien juzga sin saber que se lea «El rayo indomable» para conocer su gran historia, la historia de un genio, piedrabuenero, del que muchos años después de su muerte (50 años) nos sentimos orgullosos sus paisanos, tanto los que lo vieron en vida como los que conocimos sus méritos de primera mano, incluso parte del edificio donde tuvo su laboratorio en su pueblo natal. ¡Qué pesadez! Más respeto por alguien que fue testigo de las luchas por el mundo de la electricidad entre Thomas Alva Edison y Nikola Tesla. ¿A que hablando de estos dos fenómenos ya sabes de quien hablo? ¿Y si te menciono una tal Marie Curie? Mejor lo dejamos, la historia en el libro de Eduardo Estébanez y Manuel Valero Calero está mejor contada. Doy fe de ello
Gracias, Manuel