Después de parte de su vida dedicada a la atención intensa y acompañamiento de personas mayores y con diferentes grados de dependencia en Argamasilla de Calatrava, Petra Sánchez Acevedo puede ya dedicarse por completo a ella misma y a la de su esposo.
No en vano, esta vecina, auxiliar del servicio de Ayuda a Domicilio durante tres lustros, ha alcanzado su merecida jubilación y como muestra de gratitud a su esforzada labora de atención a los demás y gran veteranía, adaptada a los cambios y requisitos del servicio en cada momento, el Ayuntamiento le ha homenajeado.
En su haber pasa a esta nueva etapa de su vida tras “estar con las personas mayores y muy bien porque no he tenido problemas con ninguna y creo que si nadie se ha quejado de mí ha sido porque tampoco han tenido problemas conmigo”, apuntaba esta semana durante una recepción en la recibió una placa de homenaje y un ramo de flores.
Fue un acto sencillo, por momentos emotivo y divertido, compartido por varias de sus compañeras, la directora de la empresa concesionaria, María de la O Arias y alguna familiar, quienes, con la alcaldesa, Jacinta Monroy y el concejal de Bienestar Social, Sergio Gijón, le desearon lo mejor en esta fase de su vida y, en particular, mucha salud.
Petra explicó a las personas asistentes que comenzó en esta actividad de una manera reglada cuando ya tenía 50 años, aunque su experiencia ya venía de mucho antes. Pero estar contratada por las sucesivas empresas concesionarias del servicio le aportó una disciplina basada en horarios y medios adecuados para desarrollar su labor.
Su rutina de entrega ha consistido en las tareas habituales para con personas en situación de dependencia, «bañarlos, hacer las cosas de la casa, algunas veces ir de compras, hacerles comida,… Según lo que te dijeran hacer para ese día». Aunque una vez, dijo como anécdota, “me negué. Quería que subiera al tejado a que lo limpiara”.
En tantos años de actividad le resulta difícil concretar un número aproximado de personas a las que ha podido compartir sus servicios y cariño. «Han sido muchas, muchas. Aunque estuve casi siempre con los mismos», señala, sobre todo en los últimos años de labor.
Y, como expresó, a partir de ahora se va a dedicar «a descansar un poquito si se puede», principalmente a su marido y en la medida de lo que pueda también al resto de su familia, como madre que es de una hija de 41 años y dos hijos de 38 y 30 años de edad. A sus dolores también le vendrán bien una vida más tranquila.
Vivencias que emocionaba a la alcaldesa. «Para nosotros Petra es un símbolo como mujer, que ya en una edad madura se ha dedicado a salir a la calle a trabajar ayudando a mayores y para nosotros las mujeres son un símbolo siempre, tengan la edad que tengan”, refería.
En este sentido loaba a cuantas mujeres añaden a su rutina cotidiana “llevar la casa, llevar a los hijos y también de llevar lo que sea necesario”, además del trabajo. “Somos capaces de multiplicarnos, duplicándonos o triplicándonos y Petra es un ejemplo de ello y por eso estamos hoy aquí para darle la enhorabuena”.