Juan Ángel Amador Fresneda.- En el año 1650 se comenzaba a venerar a la Virgen de los Desamparados en Villanueva de la Fuente, en el antiguo santuario de San Cristóbal (actual ermita), constituyéndose su Cofradía-Hermandad. Con el acto religioso de “La llegada o traída de la Patrona al alba a la localidad, desde su ermita, el día 1 de Septiembre” simbólicamente se marca la etapa más moderna de la Feria y posteriormente se construye el Cercado-Corral o recinto de la Feria por la Hermandad de la Virgen a mediados del Siglo XVIII.
Finalizada la Edad Media, con el periodo de los Reyes Católicos, tomaban fuerza estos mercados en Villanueva y se consolidaban y aseguraban estos eventos comerciales y sociales, a mediados el siglo XVI, cuando la ciudad «hecha villa por Felipe II, en 1565, con 299 vecinos” (unos 1500 habitantes) consiguió su independencia de Alcaraz. Entonces siguieron celebrándose varios días al año por San Lucas, entre el 12 y 20 de octubre que coincidían con el final del periodo de las recolecciones ya tardías de otoño.
La referencia a los documentos y datos que se aportan tienen relevancia para establecer los antecedentes en la conformación de la Feria de Villanueva, unos años después de la llegada de la Imagen, en torno a Ntra. Sra. de los Desamparados: “Cuya ermita por los años de 1650 fue advocada de San Christobal, hasta que por cierto devoto se colocó la gran Reina de los Ángeles en el altar mayor de este santuario, habiéndose aumentado tan excesivamente la devoción de los moradores de Villanueva que en todas sus necesidades y dolencias no hallan más refugio ni amparo que acogerse al patrocinio de esta Señora, especialmente cuando se experimenta falta de agua para los campos. En cuyas ocasiones y conflictos con la mayor veneración, procesionalmente conducen a esta soberana Reina a su iglesia parroquial en que le tributan reverentes cultos”.
Cuando en el reinado de Felipe IV se produce la donación de la Virgen a Villanueva de la Fuente, el año 1650, es muy posible que el devoto de la Imagen, hijo y natural de Villanueva, fuera de la relevante familia “Balencia Márquez”. Esta saga familiar disponía de suficiente poder económico, religioso y social, entre los siglos XVII-XVIII, teniendo gran capacidad e influencia en la sociedad local para desarrollar e implantar la devoción de las creencias marianas, teniendo en cuenta su destacada posición dentro de la jerarquía de la Iglesia. Se debe tener en cuenta que, a parte de la fe como motivación religiosa prioritaria en los donantes de imágenes, a través de la historia, dichos actos llevaban así mismo aparejado un componente de prestigio, de poder e influencia social en la sociedad de aquellos años.
Bartolomé Márquez “de Balencia”, en su testamento, de fecha 11 de enero de 1654 en Madrid, refleja la constitución de una capellanía, posiblemente, de la Virgen y dice: “Declaro, asimismo, que la capellanía que gozo en la dicha villa de Villanueva de la Fuente, en falleciendo yo, toca y pertenece a los nietos del dicho Alonso Márquez, mi hermano, y por cuanto hay otros para poder obtener dicha capellanía, hijos de primos hermanos míos: Y aunque los nietos del dicho Alonso Márquez, mi hermano, están en más remoto grado tienen la ventaja y justicia que es el ser parientes del fundador por dos partes”
En este contexto se debió dar también la trasmisión de la capellanía de la Virgen y la advocación de la ermita de San Cristóbal a la Virgen de los Desamparados, por el devoto de dicha familia, a mediados del siglo XVII. El recinto religioso de la ermita fue durante casi dos siglos de advocación o patrocinio de San Cristóbal. El año 1654 murió don Bartolomé de Balencia desarrollando su labor religiosa en Madrid como comisario del Santo Oficio y como devoto de esta imagen, por tradición familiar, se debió producir la donación de la Virgen, a semejanza de la patrona de Valencia, la Virgen de los Desamparados. La patrona de esta ciudad data del año 1414 y popularmente se le llama la “Geperudeta” por la inclinación de su cabeza.
Por los años 1650-1680 regía el Concejo municipal de Villanueva de la Fuente, “la familia de Coca”, su alcalde Pedro de Coca y Arrabales, citando el año 1650 de la donación de la Virgen al Pueblo la Encuesta del Cardenal Lorenzana de Toledo en 1782. Cuestión muy llamativa si se compara con la ausencia del nombre del devoto que se omite por alguna causa en dicha Encuesta; el haber desaparecido o extinguido el apellido de la familia en el pueblo o por algún tipo de reserva familiar o cautela que convenía que permaneciera entonces en el anonimato.
Al final dicha encuesta, se cree que para justificación de los errores, olvidos, corto entendimiento y omisiones, se dice por parte del sacerdote lo siguiente: “Si también las erratas de mala pluma, voces, método y conceptos de que he usado, pues cuantas haya y se adviertan son defectos de mi corto entendimiento y no de mi abrasada voluntad”. La talla de la antigua Imagen de la Virgen se realizaría en alguno de los muchos talleres de imaginería de Madrid o Valencia, de acuerdo con el estilo barroco del siglo XVII, y en torno a esta Imagen comenzó a celebrarse la Feria; el evento más prestigioso y comercial de Villanueva a través de la historia.
Por estos años la Virgen comenzaría a recibir donaciones de devotos: una vaca y su cría que hizo Juan Gómez en su testamento el año 1658 y dos casas donadas o adquiridas, que posteriormente aparecen convertidas en solares con el proceso de abandono del núcleo antiguo de Villanueva, según lo que dice el Catastro de 1753. Estas viviendas estuvieron situadas a 14 metros de distancia una de otra en la misma calle del Padre Hidalgo, hoy desaparecida, cercana a la antigua Iglesia parroquial de Ntra. Sra. de la Paz, y que pudo utilizar la Cofradía-Hermandad de la Imagen, inicialmente alguna de las casas, como ofertorio en el casco antiguo.
Pasadas unas décadas, de la donación de la Virgen de los Desamparados al pueblo, comenzaría a planearse una ampliación y reforma de la ermita de San Cristóbal para albergar con comodidad a la Imagen y se decidía hacer las primeras obras conocidas en el edificio, comenzando en los últimos años del siglo XVII, apareciendo la fecha de 1705 en una inscripción en el camarín de la Virgen, en la última reforma y embellecimiento exterior e interior de los años 2005-2006.
Las reformas se pensaron para llevarlas a cabo en la parte del edificio que arquitectónicamente tenía mayor espacio y mejor ubicación, en el lado de las antiguas escaleras de acceso a la ermita, en el lado noreste. Se trataba de realizar dichas reformas con las limosnas y la fe de los devotos, añadiendo al edificio religiosos, un crucero, el camarín de la Virgen y el cambio de la puerta principal de absceso, desde la primitiva ubicación mirando al Villanueva, hasta la orientación actual en el lateral norte del edificio.
Las limosnas que los devotos ofrecían al Santo Cristo del Consuelo, en la ubicación actual de la iglesia, y en los baños del Cristo, en la sierra del Relumbrar, entre Villanueva y Albaldejo, servirían para dicha ampliación, según consta en la redacción posterior y tardía, que relata en 1782 el cura Francisco Romero Verdexo, en el capítulo 2 de dicha encuesta e interrogatorio: “y está tan extendida y radicada la devoción, que transitan de muchas partes de la Mancha a tributar obsequios a esta soberana Imagen, en términos, que con las limosnas, así este santuario (ermita del Santo Cristo del Consuelo) como el de Nuestra Señora de los Desamparados han adelantado su fábrica aunque no en demasía si bien para la congrua suficiente a su debido culto”.
Se puede contemplar la construcción del mencionado Corral de la Feria en el plano de 1885, aunque ese año salía a subasta en la Desamortización de Mendizábal y se aplazaba la Feria para San Lucas por la Pandemia del Cólera. Pero el año 1753 no figuraba en el Catastro, no estaban catastradas las ermitas e iglesias y el corral estaba anexo a dicha ermita del Santo Cristo.
No sabemos con exactitud si ya existía o se estaba construyendo el Corral de la Feria para 1753 cuando se realizaba el mencionado Catastro de la Ensenada en Villanueva o se hizo inmediatamente después. Pero se puede considerar como fechas aproximadas del comienzo, cuando aparece la idea de dicho recinto, las referencias desde la finalización de la ampliación y reforma del Santuario en 1705, hasta el año 1770 que pudo ya estar finalizado dicho Cercado.
La fecha mencionada de 1753 sería clave para que, unos años después, el Concejo Municipal-Ayuntamiento de la época regido por Francisco de la Dueña y Félix Juan de Coca y Bracamonte y la Hermandad de la Virgen de los Desamparados acordaran cambiar la fecha de la Feria desde San Lucas, en octubre, al día 1 de septiembre en honor de la Virgen, valorando también las inclemencias del tiempo del otoño.
El recorrido primitivo de la Imagen hasta el Pueblo en la antigüedad era a través del camino de las Cuevas hasta la antigua parroquia de Ntra. Sra. de la Paz, y, posteriormente, muy avanzado el siglo XIX, por el Calvario, que por entonces estaba situado en los ejidos de su nombre, a las afueras de la población y finalmente cuando se desarrolló el casco hasta la carretera de Albaladejo, por “la Venta” ya a principios del siglo XX, marcándose ahora simbólicamente la etapa más moderna conocida de la Feria en Villanueva de la Fuente.
*Un breve resumen del Libro “La Feria y los Mercados a través de la historia en Villanueva de la Fuente, pendiente de publicar.