La buena aceptación con que se viene desarrollando el campus urbano organizado por el Ayuntamiento de Argamasilla de Calatrava da muestras tan palpables como las refrescantes actividades que este jueves han podido disfrutar sus jóvenes partícipes.
A lo largo de toda esta mañana, entre las nueve y la una de la tarde en que se cierra cada día de lunes a viernes, se ha contado con el aliciente de disfrutar de un cañón de espuma y un tobogán acuático hinchable para sofocar el calor, todo ello asistido por la firma de animación infantil Atlas Eventos.
“Es una manera muy saludable y divertida para que las niñas y los niños que este año están aquí, puedan contrarrestar de la mejor manera la ola de calor que estos días, además, nos está alcanzando”, explica la concejala Ana Belén Sáez.
La responsable municipal de Educación avala también el interés municipal por la conciliación, “pero no concibiendo esta propuesta como un mero espacio donde dejar a los niños mientras los padres trabajan o atienden otras ocupaciones, sino que también saquen el mejor aprovecho lúdico y de aprendizaje”.
De ello vuelven a encargarse Irene Soto y Teresa Lozano, tituladas en Magisterio que ya antes de la pandemia habían trabajado en campus análogos, reconocen como “este año está siendo un poquito distinto y especial porque contamos con colchonetas y eso les está gustando a ellos”.
“Están muy motivados y les gusta mucho que traigan estas cosas porque, aunque sigamos la misma dinámica de manualidades, talleres y demás, cuando viene esto se vuelven locos”, comentan ambas monitoras sin quitar el ojo de encima a los menores.
Porque la seguridad es otra de las máximas en esta propuesta que tiene lugar en el recinto del Colegio ‘Rodríguez Marín’, cuyo patio y sus amplias zonas de sombra, dan cobertura a actividades en las que mascarilla, distancia y gel hidroalcohólico priman.
Aprendiendo oficios esta temporada
Desde que empezó a principios de julio, el campus urbano rabanero dedica esta temporada sus contenidos a los oficios, que se van alternando semana tras semana, siendo los lunes la jornada introductoria a la profesión que se va a trabajar.
“Les explicamos qué funciones tiene ese oficio, los instrumentos que se emplean y el resto de talleres que se organizan el resto de la semana van orientados a la profesión de que se trata y al final intentamos que nos visite algún profesional de esa función o nosotros vamos a visitarlos”, señalan Teresa e Irene.
Y en ese segundo caso, como ya ha sucedido, los pequeños salen hasta el lugar donde pueden vivir en primera persona la labor del profesional de turno, como así ha sido yendo a la oficina de Correos o a una de tantas huertas rabaneras. Este viernes, en cambio, reciben una visita muy ilusionante, la de efectivos de la Policía Local.
Las edades de los casi 40 menores inscritos oscilan entre los 5 y los 12 años, quienes además hacia las 11,15 de la mañana hacen un alto para reponer fuerzas y tomar la merienda con que vienen, con gran ilusión, al campus urbano.
Las monitoras que por temas vacacionales de las familias suelen tener cada día entre 20 y 25 asistentes, no a todos a la vez, agradecen al Ayuntamiento y a Atlas Eventos, el afán por disfrutar de esta alternativa a estos niños y niñas ante otras ofertas o campus deportivos que suelen jalonar la oferta estival.