Alberto Sánchez.- La capilla del Hospital Santa Bárbara de Puertollano reabre sus puertas en el espacio de siempre, siendo luz en medio de la pandemia. Usada como almacén durante las primeras olas de la pandemia Covid-19, la capilla ha retomado su aspecto tradicional, donde se celebra la eucaristía tres veces a la semana: martes, jueves y domingos a las 10.00 horas.
«Sabemos que no viene mucha gente a la eucaristía, pero la capilla funciona 24 horas al día, todos los días del año, dando la posibilidad de alejarte unos momentos de la enfermedad, la preocupación y la tristeza que se vive en un hospital», relata Eduardo Guzmán, capellán del hospital de la localidad minera.
«Mucha gente viene solo un minuto, descarga su pena, mira al cielo, y sale con un consuelo al que nada se puede comparar», relata. «Es una atmósfera diferente que te da fuerza».
La capilla está siempre abierta para poder hacer una visita en cualquier momento, y siempre hay un sacerdote de guardia para atender cualquier necesidad y ofrecer el consuelo de la fe.
