Emilio Nieto.- La palabra Alarcos es un topónimo perteneciente al lugar donde estuvo la antigua LACCURIS romana a la que estuvo federado el poblado conocido por el OPPIDUM o ciudad fortificada desde el siglo V antes de Cristo. Lo árabes convirtieron el nombre romano en Alarcos al que denominaron AL´HARAK tal vez por el carácter fortificado del lugar que siempre fue.
El cerro de Alarcos se halla situado a unos 685 metros sobre el nivel de mar y se alza unos cien metros desde el cauce del Río Guadiana siendo por este motivo un lugar estratégico para el control de vado del río y los pasos hacia Andalucía y Levante durante un largo tiempo de la historia de los pueblos que lo poblaron. En este sentido el poblamiento más antiguo se remonta a la Edad de Bronce Pleno, con la construcción de un poblado en altura en la parte más occidental del cerro. Poco a poco los asentamientos fueron ocupando prácticamente todo el espacio del pequeño monte. Así está atestiguado, por las excavaciones que se están haciendo que en el siglo V antes de Cristo la cultura Ibérica Oretana está plenamente formada y consolidada en Alarcos alcanzando un avanzado desarrollo en los siglos IV y III antes de Cristo donde se sabe que pudieron construir un santuario, una necrópolis y un sistema viario consolidado.
En el 711 siglo VIII el bereber TARIK, con el pretexto de ayudar a los visigodos en sus luchas intestinas invade la península y derrota a D. Rodrigo en la famosa batalla del río Guadalete. Según algunos historiadores la invasión se realiza porque el Gobernador de Ceuta y señor de la Mancha, dueño del castillo de Consuegra, D. Julián, tenía una hija muy bella llamada Florinda la Coca había sido deshonrada por el Rey D. Rodrigo y por este motivo y para vengarse de su rey facilitó la entrada de los bereberes en la península Ibérica. El avance de los bereberes es muy rápido y prácticamente toda la península cae en manos de los musulmanes invasores. Sabemos que en el siglo IX construyen el castillo de Alarcos como medio de defensa para sus huestes en el avance hacia el norte.
Alfonso VI de Castilla Conquista Toledo el 25 de mayo de 1085 y recibe, según la leyenda, el castillo de Alarcos en dote por el casamiento con ZAIDA hija de AL MOTAMID de Sevilla. Por otra parte esta leyenda se contradice porque ZAIDA llega a Toledo a finales de 1090 llevando consigo a sus hijos y parte del tesoro real de Córdoba y a la muerte de su marido FATH AL-MAMUN se casa con Alfonso VI. Se vuelve a perder la plaza con Alfonso VI, el Bravo, después de la derrota en Sagrajas en 1087 pero es reconquistada por Alfonso VII, el Emperador, en 1147 después de conquistar Córdoba y Jerez. A partir de este momento, concretamente en 1158 se crea la Orden de Calatrava que luchará Con Alfonso VIII en la batalla de Alarcos y salvará, su maestre Nuño Pérez de Quiñones, la vida de milagro
Parece evidente la importancia que tuvo Alarcos a través de todos estos años dado que era una plaza fronteriza que durante unos años estaba en manos de los cristianos y otros en poder de los musulmanes. El espacio geográfico, como ya hemos dicho, era de suma relevancia tanto para los cristianos en su avance hacia el sur como para los musulmanes en sus nuevas conquistas hacia el norte porque poseyendo Alarcos, prácticamente se era dueño de toda la Mancha hasta Toledo.
Todo lo anteriormente reseñado, deseo que sirva para conocer la situación histórica, geográfica, política y social de la población de Alarcos, porque el objetivo de este comentario no es otro que dilucidar para siempre la relación que tiene la batalla de Alarcos con la virgen del mismo nombre.
Alarcos, poco antes de la batalla, era una población de cristianos que habitaban un espacio de 33 has rodeado de una muralla de tres metros de ancha y en lo más alto del cerro lo coronaba el castillo árabe-cristiano. La Intención de Alfonso VIII era la de realizar una gran ciudad fortificada, como muchas que existen (Ávila, Toledo, Cáceres) que sirviera como elemento de disuasión del enemigo en su lucha de reconquista. En definitiva quiso hacer de Alarcos una verdadera ciudad.
Alfonso VIII mandó construir en el siglo XII una iglesia en estilo Románico Rural con columnas bizantina; la iglesia- ermita estaba edificada a menos de 100 metros del santuario ibérico. Como veremos después, esta iglesia construida antes de la derrota de Alarcos fue totalmente destruida por los almohades después de la batalla. La portada de entrada a la iglesia se conserva en la Catedral de Ciudad Real y se la conoce como la Puerta del Perdón
El 19 de julio del año de 1195 se enfrentan en las proximidades de Alarcos las fuerzas cristianas mandadas por el rey Alfonso VIII y los Almohades comandados por AL- MANSUR con el que Alfonso VIII había firmado un pacto de mutuo respeto pero debido a la incursiones llevada a cabo por el Arzobispo de Toledo Martín López de Pisuerga que penetró en Jaén, Córdoba y saqueó las cercanías de la misma Sevilla y por causa del envío en 1194 de un mensaje del propio Alfonso VIII retando a AL MANSUR a combatir en campo abierto, éste organiza un gran ejército de bereberes, almohades cristianos, más de 300.000 hombres, y se presenta a la puertas de Alarcos el día 18 de julio de 1195 acampanando en todos los alrededores de la ciudad- castillo guardando parte de su caballería en cuevas y sitio secretos.
A pesar de que la caballería cristiana estaba mandada por el Alférez Mayor de Castilla, D. Diego López de Haro, compuesta por más de 10.000 caballeros perfectamente uniformados con armadura pesada, el ejército de AL- MANSUR infringe un gran derrota al ejército cristiano muriendo en la batalla el obispo de Ávila, Segovia, Sigüenza y los maestres de las órdenes de Santiago y de Évora así como multitud de caballeros y tropa. El mismo Alfonso VIII tuvo que salir huyendo y refugiarse en Toledo y D. Diego López de Haro, aunque se hizo fuerte con 5000 hombres en el castillo de Alarcos, al final tuvo que pactar su rendición y se le perdonó la vida.
La batalla de Alarcos entregó a los musulmanes toda la Mancha y salvo el Castillo de Salvatierra que aunque fue tomado en primer lugar por los almohades, poco después, por un golpe de fortuna, se hicieron con la fortaleza los calatravos; el resto de todas las fortalezas fueron arrasadas y tomadas por AL- MANSUR hasta que 17 años después el mismo Alfonso VIII, reuniendo un gran ejército de toda la cristiandad, derrota a los musulmanes en la famosa batalla de las Navas de Tolosa en 1212.
Esta batalla supone el principio y el final de la dominación musulmana en España y representa para Alarcos un nuevo ciclo no más próspero porque definitivamente Alarcos deja de aspirar a ser una gran ciudad a pesar de los intentos realizados por el rey castellano, vendedor de las Navas de Tolosa, Alfonso VIII que deseando repoblar Alarcos y reconstruir toda la ciudad lo único que logra es reconstruir la ermita como iglesia gótica cisterciense.
Tal vez este es el punto clave sobre el que deseaba reflexionar en este artículo, dado que raramente se venera a una imagen de la virgen después de haber sufrido una tremenda derrota como ocurrió en 1195 en Alarcos. Ahora bien, como ya hemos dicho la iglesia fue nuevamente reconstruida después de la decisiva batalla de las Navas de Tolosa. Es por esto y aquí está el kit de la cuestión que la Virgen de Alarcos en verdad representa la derrota de los musulmanes en las Navas de Tolosa, por lo que la virgen acompaña, como casi siempre, un triunfo de las huestes cristianas.
La ermita de la Virgen de Alarcos reconstruida por Alfonso VIII mide 30 metros de larga por 15 de ancha. Pero que nadie se engañe porque la ermita ha sufrido multitud de ataques: El artesonado original muy semejante al que tenía la iglesia de Santiago Apóstol de Ciudad Real, se perdió por causa del terremoto de Lisboa en 1755. Las tropas napoleónicas quemaron la ermita en 1809; la virgen Gótica de piedra alabastro de Alarcos fue destruida por las hordas salvajes del frente popular en 1936 a golpes de martillo. La actual imagen de la Virgen es obra del valenciano Rusell. Ha sido rehabilita la iglesia y por Decreto de 30 de diciembre de 1980, el Santuario de la Virgen de Alarcos fue declarado Monumento Histórico- Artístico Nacional.
La devoción por la Virgen de Alarcos es muy grande en Ciudad Real. La Virgen permanece todo el año en la ermita y el uno de mayo la imagen de la Virgen es bajada a la iglesia de San Pedro. El sábado anterior a la romería, que se celebra el lunes siguiente a Pentecostés se celebra en la Plaza Mayor de Ciudad Real un festival folclórico Regional Virgen de Alarcos organizado por la Asociación de Coros y Danzas Nuestra Señora del Prado.
Nadie puede entender Ciudad Real sin Alarcos. Ciudad Real se forma con gentes de Alarcos, con piedras de Alarcos, como por ejemplo, las tres vueltas de piedra colocadas en el edificio del Casino que fueron traídas del castillo de Alarcos, o la puerta del Perdón de la Catedral traída por Alfonso X de la ruinas de la primitiva ermita de Alarcos. Los moradores de Alarcos fueron los primitivos moradores del Pozo Seco de Don Gil dando nacimiento a la actual Ciudad Real.
Desastrosa y sangrienta derrota del ejército castellano del rey Alfonso VIII por su impaciencia en entrar en combate……