David Calvo.- Viernes, 19 de junio de 2021. Son las 8.30 de la tarde y comienza ‘Arriba el Telón’, la actuación de fin de curso de la modalidad de Danza Española del Conservatorio Profesional de Danza José Granero de Puertollano, en el auditorio municipal Pedro Almodóvar de la localidad.
Abrimos el espectáculo con música en directo. Una actuación de flamenco sublime, no hay palabras para contar el sentimiento, ganas, ilusión y trabajo que nos llegaba desde el escenario. El grupo lo forman alumnas de 5º y 6º de enseñanzas profesionales y un cuarteto que da voz y música a una ‘caña’ y un ‘taranto’ para darle forma a una actuación estelar.
Seguimos con la actuación de las chicas de 3º y 4º de enseñanzas profesionales que interpretarán unas ‘alegrías boleras’ sobre una grabación de audio, como todos los grupos de aquí en adelante. Según van avanzando, me gusta más, ¡lo hacen genial! Tras ellas vendrán las niñas de 1º con ‘La Zarzamora’, son las más pequeñas de todas, el futuro del flamenco.
Continuamos, otra vez, con las chicas de 6º y ‘Córdoba’, una obra de carácter serio. Presentan una obra de flamenco sobre una base de piano. Un baile sobrio y elegante a la vez que llamativo por la incorporación de las castañuelas.
Es el turno de las alumnas de 2º, que traen un ‘guajirón’. Son un grupo muy numeroso, que dejaron su sello con unos movimientos de abanico con mucha clase y elegancia. Tras ellas vuelven a aparecer las chicas de 3º y 4º con una danza propia del folklore galaico que nadie del público esperaba; fue una de las grandes sorpresas de la noche.
Para cerrar una maravillosa actuación por parte del alumnado del centro, acabamos con el ‘Café Cantante José Granero’, en la que los alumnos de 5º y 6º nos llevarían a un pasado no tan lejano que va desde mediados del siglo XIX hasta finales de los años 60 del siglo XX. Un guiño a la tradición, esa que nos ha dado tantas alegrías con nombre propio como ‘La Macarrona’, Rosa Durán o la Carbonera.
Claro está, que no es oro todo lo que reluce, ya que la nota negativa la pusieron los trabajadores del auditorio municipal, pero… qué podemos esperar si ni siquiera son capaces de cumplir las medidas anticovid a la entrada o la salida del espectáculo, o garantizar la distancia de seguridad en el interior del mismo, porque yo, a la persona de delante podía tocarle el hombro sin alargar demasiado el brazo.
No contento con esto, también es importante destacar la poca educación y la impertinencia que llevan por bandera cuando necesitas algo de ellos, capaces de separar a una madre de su niño pequeño o a una persona mayor que necesita ayuda para moverse de su acompañante porque ‘hay que dejar un asiento de separación entre cada asistente’, pero eso debe de ser solo cuando a ellos les venga bien, porque otras personas no respetaron la prohibición de los asientos por dicha distancia y simplemente, decidieron no intervenir.
Dejaremos de lado para otra ocasión el simple hecho de que no sean capaces ni siquiera de acomodar a los asistentes que no encuentran sitios, a los que simplemente, prefieren meter prisa y faltarles el respeto de forma reiterada.
Se debe recordar que estas personas son trabajadores públicos que prestan un servicio y una ayuda dentro del auditorio, cobrando su sueldo de todos los contribuyentes de la ciudad donde trabajan y ellos solo muestran indiferencia y dejadez hacia su trabajo y hacia un público que no debemos de olvidar, es parte imprescindible de un espectáculo como este.
Excelente. Enhorabuena…..