Los hermanos Lozano Rivas, Tomás y Leopoldo, que llegaron a principios de la década de 1990 a Almodóvar del Campo, haciéndose cargo de la Parroquia de la localidad y de la pedanía de Tirteafuera a través de sus ministerios sacerdotales, cuentan ya con una calle dedicada a ambos como gesto de su incansable servicio durante casi tres décadas.
La hasta ahora calle ‘Nueva’, que desemboca en la Plaza Mayor, ha pasado a denominarse desde ayer, 10 de mayo, día del santo almodovareño Juan de Ávila, patrón local y de los presbíteros españoles, calle ‘Párrocos Hermanos Lozano’, tras un amplio respaldo social y político que se tradujo también en la unanimidad del Pleno del Ayuntamiento.
Si Tomás fallecía tal mes de mayo de 2015, su hermano Leopoldo, con 93 años y pese a su deterioro físico que le obliga a desplazarse en silla de ruedas y una sordera que le dificulta la escucha, se mostró emotivamente agradecido por el gesto de su localidad de acogida a quienes en su día vinieron al mundo en la ciudadrealeña Torre de Juan Abad.
“No tengo ni palabras para decirlo,… Gracias, gracias, gracias a todos. Qué voy a decir más si esto no se ha visto en la vida. Muchísimas gracias y abrazos a todos. Mi vida la doy por vosotros”, expresaba desde un hondo sentimiento de gratitud y fraternidad hacia un Almodóvar del Campo en el que sigue residiendo junto a su hermana Pepa.
Desde que él y su hermano tomaran las riendas de los servicios parroquiales, han sido numerosas las generaciones de almodovareños que han sido atendidos de alguna manera por Tomás y Lozano, despertando hacia ellos un sentimiento colectivo de afecto del que se hizo eco AFAMMER Almodóvar del Campo y ha hecho suyo el Consistorio.
El alcalde agradecía precisamente a la Asociación de Familias y Mujeres del Medio Rural haber sido “los promotores de esta iniciativa, que ha sido transmitida al Ayuntamiento y que este alcalde, junto a toda la Corporación municipal como así pongo en valor, tanto el grupo popular como el grupo socialista, fue apoyada con el respaldo de todos”, al tiempo que también agradecía a los vecinos de la referida calle la acogida a esta medida.
Lozano enfatizaba el acierto de elegir el día para el acto, en la fecha del almodovareño Doctor de la Iglesia san Juan de Ávila, en cuyo marco “damos un homenaje muy merecido a don Tomás y a don Leopoldo, los párrocos que han sido de Almodóvar del Campo desde 1991, hasta que en 2012 llegó Juan Carlos Torres”, que recogió el testigo.
José Lozano reconocía en ambos sacerdotes “que han trabajado mucho por nuestro pueblo y por todos los ciudadanos, pero no solamente en cuanto a transmitir la fe católica como así han hecho muy bien, sino que también lo han hecho por la recuperación del patrimonio cultural y religioso de Almodóvar del Campo”.
La ermita de Santa Brígida, el retablo del templo parroquial de Nuestra Señora de la Asunción, la iglesia de la Virgen del Carmen o la Casa del Santo, que se adecuó como centro parroquial para albergar aulas para catequesis y otras actividades, son algunas de las referencias que testimonian la huella de los hermanos Lozano Rivas.
El regidor apostillaba que “como alcalde me siento alegre e igual que hay momentos malos a lo largo de las legislaturas, me quedo con momentos buenos que, como éste, merecen la pena vivir y estar presente ante la emoción que transmite don Leopoldo y que no tiene palabras para agradecer el agradecimiento de este pueblo a sus párrocos”.
Por su parte, Carmen Cervera, presidenta local de AFAMMER, señalaba que la acción no partió de su colectivo, sino que “fue un movimiento nacido de muchísimos colectivos de Almodóvar, de un grupo muy importante de jóvenes de otras asociaciones que quisieron homenajear a Tomás y a Leopoldo y nos pidieron el favor de recoger la iniciativa”.
Cervera, quien disculpó la ausencia de la presidente nacional Carmen Quintanilla por razones de agenda, recordaba de ambos sacerdotes como “la gente decía que Tomás era puro corazón y puro cerebro y de Leopoldo decíamos que era las manos, entonces ese corazón, cerebro y manos, hacían de ambos unos hermanos muy especiales y nuestro pueblo los quiere mucho, hasta más no poder”.
Y el sucesor de ambos ponía de manifiesto la alegría por este homenaje civil en el que “un Pleno entero de un Ayuntamiento, en el que todos los grupos políticos votan a favor de una propuesta como ésta, a través de la cual se reconoce la labor en favor del pueblo de Almodóvar, tanto de Tomás como de Leopoldo”.
Por eso el párroco Juan Carlos Torres aludía a una de las cartas de san Pablo en la que se refería a “Jesús Nazareno, Aquél que pasó haciendo el bien’ y, en este caso, a través de sus instituciones gubernamentales este pueblo ha reconocido que han sido dos personas que, con el Evangelio en la mano y las limitaciones que todos tenemos su intención y su acción ha sido intentar hacer el bien”. Finalmente, el responsable del Arciprestazgo de Puertollano al que pertenece la Parroquia de Almodóvar del Campo, Pedro Antonio Rodríguez Menchén, apostillaba que el gesto supone “el reconocimiento de que el sacerdote es de todos, el sacerdote está con todo el mundo e intenta contagiar al Señor”, congratulándose de coincidir con el día de san Juan de Ávila, a cuyo testimonio recomienda también encomendarse en esta pandemia.