Jugando con el título del trabajo de Martínez Sarrión, Cercos y asedios (2004) quiero traer a estas páginas –si la imparable y polarizada actualidad de la campaña electoral madrileña, deja margen para ello y deja margen para hablar de otras cosas diferentes que no sean ‘el y tú mas’– la actualidad muy silenciada del acoso y asedio –asedio silenciado en buena medida, en comparación con otras amenazas recientes de cartas con balas; sin que esto permita justificación alguna de esos hechos– sufrido por el escritor extremeño –aunque afincado en Cataluña largos años– Javier Cercas.
A partir de una entrevista sostenida en TV3 –emisora oficial del catalanismo independentista y más radical– se ha organizado una campaña de linchamiento moral y político; a la manera de la vieja Censura moral de espectáculos del pasado tridentino, que determinaba lo sancionable, lo repudiable y lo pecaminoso. Poniendo en su boca afirmaciones inventadas, fruto de su discurso al recoger la medalla de oro de Extremadura. Dándole vueltas a algunas afirmaciones de Cercas, sobre la intervención de la UME en plena pandemia en Cataluña, en favor de los afectados de residencias de mayores. Afirmación de agradecimiento a la UME, que fue invocada como una petición de intervención militar en el Principado.
Todo para tratar de despreciar y dinamitar las posiciones que sobre el proceso independentista ha mantenido y sostenido el escritor en sus colaboraciones semanales, que no en balde llama Palos de ciego. Ahora, los palos se volcarían y recaerían todos, en el hipotético ciego que no acaba de ver el rumbo del proceso político de Cataluña en los últimos diez años. Ciego –el escritor– que pasaría, sin solución de continuidad, a ser tildado de botifler, de españolista y, finalmente, de fascista irredento. Así se escriben las historias y así se señalan los lenguajes. Cuando, a lo mejor, ese ciego que apalea sinsentidos resulta ser un perfecto vidente.
Lo que si parece cierto a estas alturas del espectáculo separatista, son algunas verdades que suelen omitirse con frecuencia. Y que se inscriben en lo que Cercas capturaba en su escrito Polémicas, polémicas, polémicas (18 de abril de 2021) como “nuestra fastuosa tradición de intolerancia –cuya última gran manifestación delictiva no fue el franquismo, ni siquiera ETA, sino el secesionismo catalán de 2017”. Una tradición de intolerancia que quiere camuflarse de buenismo igualitarista o del pretendido derecho de autodeterminación.
Que las posiciones políticas de alguien como Cercas –igual que antes han existido otros muchos catalanes desafectos a la causa mayor, a los que se les ha incoado un proceso inquisitorial de pureza de sangre y, finalmente, a un exilio o a un infierno– no coincidan con las sostenidas por los últimos gobiernos de la Generalidad, no deben condenar a nadie a la hoguera de cierta xenofobia y de cierto supremacismo, por muy democrático que se quiere vestir y aparecer. Así hemos podido leer en La Opinión de Murcia el apodo aplicado a Cercas como el Karadzic extremeño: “Pero lo verdaderamente preocupante en este linchamiento a Cercas no es tanto la actitud de los líderes independentistas, de cuyas fechorías ya estamos doctorados, sino el descubrimiento que buena parte de la prensa y sociedad española han tenido del suceso. Cercas ha sido atacado injustamente y se le ha llegado a comparar con Karadzic, militar serbobosnio condenado por genocidio en la matanza de Srebrenica (la figura literaria se la debemos al profesor universitario Enric Calpena), pero es el último de una larga lista que lleva años y años agrandándose”.
De ese tejido silencioso y amedrentado ha tratado de desmarcarse, con algunos medios más, El País–diario en el que Cercas colabora desde hace veinte años– con un editorial el 15 de abril, Con Javier Cercas, que da cuenta final de que “los demócratas están [o deberían de estarlo, aunque hayan callado y otorgado condena de desafecto] con Javier Cercas. Un silencio equívoco de muchos otros cronistas y tertulianos que ponen el grito en el cielo ante cualquier menoscabo de su libertad de expresión, pero no la del discrepante, Un silencio equívoco en la medida en que días atrás, Babelia del 27 de febrero, mostraba en la portada, al escritor en su casa de Gerona, con el título equívoco y ambivalente de “La nueva vida de Javier Cercas”. Para dar a entender el abandono de la autoficción en su obra última, coronada por Independencia; pero también el grado de intolerancia que se ha instalado en su vida, merced a la exposición razonada de sus opiniones. Y así manifestaba Pérez-Muelas en La Opinión de Murcia: “Cercas ha desnudado la trampa del independentismo y lo ha hecho desde siempre. No ha sido de esas personalidades que han esperado a que el edificio cayera, a que la ficción se derrumbara, para salir a la luz con un discurso comprometido. Él se ha mantenido fiel a sus ideas y las ha hecho públicas durante toda su trayectoria, a través de artículos en periódicos nacionales e internacionales. Ha sido un embajador de la realidad cuando desde la Generalidad se difamaba al Estado español y se comparaba la Barcelona del 1 de octubre, con la Policía desplegada, con una suerte de Primavera de Praga o Tiananmén de Pekín”.
Por ello el juego con el título del trabajo de Martínez Sarrión, Cercos y asedios, por este otro de Cercas y asedios, en la medida en que pueden aproximarse las cercas defensivas de las operaciones de cerco, como bloqueo. Unos Cercos y asedios que venían a ser la continuación de otro volúmen de ensayos que atendía al título La cera que arde (1990). Lo más llamativo –en una demostración de largueza de juicio del autor– de esos círculo que son los cercos y de esos asedios como operaciones militares de bloqueo, era que daban comienzo con un ensayo sobre Louis Ferdinand Celine. Cualquier cosa.
Periferia sentimental
José Rivero
La izquierda calla. Es de psiquiatra el tiempo que tardó en ver a la verdadera serpiente que era ETA (seguía embelesada con el atentado a Carrero) y con los catalanes les pasa igual, se recuerdan aún con la carita juvenil encendida mientras cantaban L´Estaca a coro.
Los que le echaron narices en el País Vasco a los terroristas eran del Pp y del Psoe, en Cataluña quienes les plantaron cara a los separatistas eran solo del PP o de Ciudadanos, el Psoe desaparecido, o bailando.
Lo que señala usted, Rivero, en el primer párrafo, perdone, me parece que muestra un cierto complejo. Una cosa son las cartas conteniendo amenazas, reprobables antes, ahora y siempre, porque siempre las ha habido, y otra es el caso Cercas, un asunto de fascismo puro. Aquí el comportamiento fascista no está en la derecha está en partidos que incorporan la palabra izquierda (ezquerra) en sus siglas y otros compañeros del procés
Dice usted que la izquierda «tardó»… por lo que deduzco, según sus palabras, que ya se ha dado cuenta. Sin embargo, PSOE y Podemos, gobiernan gracias a sus primos hermanos, BILDU, (por algo será); y a los beneficios penitenciarios de los presos.
Todos ellos asesinos, no se arrepienten ni condenan, salvo raras excepciones; y no por ello, Pablo Iglesias, alias (uno más) el «ofendidito», va a dejar de reunirse con ellos, justificarlos, apoyarlos o defenderlos. Me lo explique.
Supongo que se referirá al Psoe de Fernando Múgica, Nicolás Redondo, Eduardo Madfina y tantos otros héroes y resistentes contra el fascismo de ETA. Hoy para pactar con Bildu no se activa el recuerdo.
Todo está del revés amigo, Pepe. Hallarle una explicación ética incluso racional a lo que ocurre, luego de 40 años de democracia, es más difícil que saber qué hay en el interior de un agujero negro.
No es tan difícil de entender. A falta de argumentos y realidad que respalde, queda la imposición política a través de la violencia. Hay Historia detrás que lo explica. Lo llaman relato y en realidad es una estafa.
La nueva izquierda española es patética…
Cualquier ataque de este tipo a Cercas es una auténtica idiotez por parte del independentismo y una lacra contra la cultura Europea, porque Cercas es mucho más que un escritor español.
Y que no se equivoque la derecha, porque a Cercas no le ha faltado, ni le van a faltar apoyos desde la izquierda que NO ha callado, ni ha mirado hacia otro lado con este asunto. Me parece mear fuera del tiesto lo de sacar ahora a ETA o a Bildu, pero claro, ante la falta de neuronas, siempre son buenos los tópicos…no creo que a Cercas lo hayan leído muchos votantes del paranoico V.O.X.
Patéticos son los ataques que se le han hecho también desde la caverna mediática a Cercas, tan patéticos como los de la TV3 que pagan la mitad de los catalanes que le respetan como escritor y como persona.
Por mi parte solo puedo decir que siempre he leído sus libros y, mientras pueda, lo seguiré haciendo porque es un escritor excelente y un catalán como la copa de un pino extremeño. Que son los españoles que más me gustan, los que se mueven y no se vuelven unos repelentes chovonistas de lo suyo.
Publicado por Hobbes el 25 de enero de 2017:
«Me dejas más tranquilo, al menos ya no te ponen un coche bomba o te vuelan la cabeza…como antes. Habéis avanzado en esta materia. Ahora solo te cae una manta de hostias. Glups.
Llévate una temporada a la mamarracha fascistilla de Angelmanuel, que es muy valiente escondido en su despacho de Hacienda…que vaya a soltar sus soflamas ultraderechistas al centro de Bilbao. Aunque lo mismo lo confunden con una mierda de perro y te multan…o te hostian.
Yo qué sé.»
PUES ESO…Y MAS.
Obseso, sigues Obsesionado con un mensaje del 2017 ??? Normal que reconozcan como El Obseso hasta por la calle.
Que por cierto, en esa época tu escribías cosas peores, pero no hace falta recordar las obsesibas gilipolleces que escribías, ya las sabemos todos.
Ángel Manuel no andaba desacertado en 2017 sobre el análisis de la izquierda y su deriva. Lleváis la violencia política en los genes. La izquierda no se ha democratizado, o más bien, lo que queda de ella, y sigue anclada en el 31 y 36. Es estatua de sal, sin argumentos, sin realidad, la izquierda solo es un nudo de emociones alentadoras de la violencia política y el enfrentamiento social porque se ha convertido en casta y en una gigantesca agencia de colocación que va a utilizar cualquier cosa, por amoral y salvaje que sea, para mantener su privilegiado estatus.
Esto es un argumento realista lo tuyo tripas llenas de odio, el único existente en la izquierda bolchevique: la eliminación del adversario político y la mentira (propaganda) como programa de gobierno.
La mentira es un arma revolucionaria decía Lenin.
El tiempo le dió la razón al obseso, como le llamas.
Qué bien roznaba Angel Manuelito cuando era un valiente antes de pasarse a lo que él mismo denominaba, cobardes anónimos con pasamontañas, que es en lo que se ha convertido. Qué tiempos aquellos en los que el roznador golpista barriobajero que insultaba a nuestras madres ponía sus apellidos, puff. Que pena que se fuera con el rabo entre las patas.
Te veo abandonando dentro de poco el barco malogrado de Podemos, Canano. No serás el único tranquilo. Todos usamos el anonimato y a ese chico le señalabais constantemente como lo hacéis con todos, periodistas y oponentes, siempre en plan mafioso, porque eso es tu partido, una panda de mafiosos entre vosotros y fuera de vosotros. Estalinismo en estado puro.
«Bla bla bla, izquierda mala, izquierda caca, no te arrimes a la izquierda que te infectas»
Que análisis más acertado el de El Obseso. Da pa libro!
No estoy en ningún barco. ¿Y tú?, ¿estás en alguno?. Bueno sí, estoy en ese barco en el que un manojo de hijoputas fascistas quieren fusilar. Qué más quisieran ellos, pobre chusma amargada. Aquí les espero, aunque me da que se van a pudrir antes de hacerlo.
…y es que las heces es lo que tiene, que se resecan al aire.
A ti sí que te iban a reconocer por la calle por el olor a gilipuertas que desprendes Hobbes de luto. Votas a Pablo Iglesias y a él le reconocen igual y lo menos dulce que le llaman es Coletas. Recogeis el odio que habéis sembrado ¡mermao! ¡mamerto!. ¿Dónde están los pudremitas? Abandonando el barco. Los sociatas serán los siguientes en hacerlo. Llevamos unos años infernales por culpa de los dos, especialmente el último, y estamos hasta las pelotas de vosotros, vosotras y vosotres.
El Obseso puede estar contento, siempre puede haber algo peor que él, en este caso El Lameculos de El Obseso, que eres tú.
Creo haber leído casi toda la producción literaria de Cercas. Y me gusta en esa faceta. No puedo decir lo mismo de su versión de articulista. Sus anáisis políticos son de una desconocimiento que da pavor. Y, bueno, no creo que le falten apoyos a un tipo que colabora en el diario de mayor postín del país. Hay intelectuales más solos que él.
» A los intelectuales españoles ha podido escandalizar la corrupción o la mediocridad de la clase política, pero no han tenido mucho que decir sobre la desigualdad y otras preocupaciones sociales. Se trata de intelectuales que se han quedado congelados en la querella nacional, que consideran que el origen de nuestros problemas, así como los mayores desafios del presente son las tensiones de los nacionalismos periféricos. Han colocado en el centro de sus preocupaciones a los nacionalismos vasco y catalán. Siguen encasillados en el papel de resistentes frente a la que opresión nacionalista, por más que disfruten de todos privilegios que conlleva estar en el cogollo del establihsment español.»
El texto transcrito es de Igancio Sánchez-Cuenca, con el que no puedo estar más de acuerdo. Creo que Javier Cercas – y muchos más, claro- está representado en él a la perfección. Beligerantes con el independentismo y complacidos/complacientes con el juancarlismo y los pufos de la Transición .
Javier Cercas no esá solo, Sr. Rivero. Una treintena de entidades ha firmado un manifiesto contra esas amenazas, además de los compañeros de su gran empresa, El País. Por lo demás, no es el único que se atreve contra el independentismo. Ya lo hizo Jordi Amat con «La conjura de los irresponsables» y, recientemente contra el pujolismo en El hijo del chófer. Claro que la repercusión de Amat no es la de Cercas.
Para preocupación social por la desigualdad y la pobreza ya está Bardem y otros intelctuales de postín.
No minimicemos los hechos por que Cercas haya sido acompañado en su proceso inquisitorial. Los ejemplos que citas de Sánchez Cuenca y de Jordi Amat merecen comentarios aparte. Amat de momento no ha sido señalado por muchos mitos pujolistas que desmonte. De Sánchez Cuenca me remito a la polémica sostenida con Azúa, en la que pretendía fijar los límites de intervención en asuntos políticos: sólo podían opinar los politólogos. Otro mito viviente.
Acusar al Sr. Cercas de apología de la violencia en su discurso es una exageración…..