Un encuentro de la Universidad de Castilla-La Mancha y el Ayuntamiento de Puertollano ha permitido reflexionar sobre las aplicaciones del urbanismo táctico y su experimentación mediante inversiones bajo de coste y de gran impacto social en unas jornadas encuadradas en la Estrategia de Desarrollo Edusi en las que han participado técnicos municipales.
Puertollano ofrece múltiples opciones de aplicación de las diversas modalidades que ofrece el urbanismo táctico en el objetivo de hacer
una ciudad más habitable, más amable y generar espacios en los que el peatón es la prioridad han sido algunas de las conclusiones de José María Coronado y Rita Ruiz, de la Escuela Técnica Superior de Ingeniería de Caminos, Canales y Puertos de la Universidad
de Castilla-La Mancha.
El profesor José María Coronado explicó que el covid ha propiciado que las ciudades tengan que readaptarse, ya que las necesidades han cambiado de una manera muy rápida, ya que se precisa más distancia social, más espacio para jugar, comercio y más actividades al aire libre.
Una excepcional situación que ha abierto el camino a la aplicación de un urbanismo táctico en el espacio público que se extiende en
todo el Planeta mediante intervenciones efímeras, rápidas, de bajo coste y mostrar que la ciudad puede funcionar de otra manera.
Cualquier ciudad, ha indicado Coronado, dispone de espacios residuales y perdidos que no se necesitan para la movilidad cotidiana “pero las utilizamos por inercia y es una manera de cambiar esas inercias. No hay ciudad que esté perfecta, porque se van construyendo en un periodo de tiempo, las necesidades y criterios van cambiando.
Un despegue condicionado por el coronavirus
Los ejemplos de este urbanismo táctico cada vez crecen en distintos puntos, sobre todo en ciudades estadounidenses donde se ha comprobado en la insostenibilidad del modelo de construir una ciudad con el vehículo como prioridad, ha señalado la profesora Rita Ruiz.
El despegue definitivo del urbanismo táctico se ha producido con el coronavirus, subrayó Ruiz, y Paris y su alcaldesa por “la ciudad de los 15 minutos” es un magnífico ejemplo de utilización del espacio para favorecer el uso peatonal. En este sentido son también modelos Barcelona con las “suerpilles” o “supermanzanas” o la City Londres, en la que se han desarrollado gigantescas redes ciclistas sin grandes
intervenciones y de forma muy rápida.
La actual situación sanitaria, señaló la profesora Ruiz ha contribuido a una readaptación de todo el espacio público, mediante la utilización de zonas infrautilizadas o solares, que se convierten en oportunidades para la ciudad más amable al peatón, a la vez que se promueven modos de transporte alternativos al vehículo tradicional.
Una ciudad a la que escuchar y transformar
La concejala de ejecución de fondos Feder. Ana Carmona, afirmó que las limitaciones marcadas por el Covid han ayudado a hacer una ciudad más habitable, que la escuchemos y transformemos nuestros hábitos. La desescalada ha cambiado nuestra mirada de los espacios públicos, “hemos descubierto al caminar plazas y parques que no conocíamos”. De repente escuchamos a la ciudad y nos dimos cuenta que podíamos habitarla de otra manera, porque nada es como era y ni siquiera nosotros no somos los mismos”, indicó Carmona.