Ángel León y Raúl Alguacil. Secretarios generales de CCOO-Industria y de FICA-UGT de CLM.– Vivimos hoy en Castilla-La Mancha conflictos laborales en las dos empresas industriales más relevantes de la región: Airbus y Repsol. Poco hay que añadir a estos nombres para que cualquier persona sea consciente de su relevancia global y del carácter estratégico y esencial de sus respectivas actividades, la aeronáutica y la energía.
También está fuera de toda duda que ambas empresas atraviesan una situación de crisis, grave pero coyuntural, por la drástica reducción del tráfico aéreo y las limitaciones a la movilidad a consecuencia de la pandemia.
Ambas multinacionales, española una y con participación española la otra, comparten también trascendentales retos y responsabilidades en materia de descarbonización y transición energética, que es vital para mitigar el cambio climático y para la sostenibilidad medioambiental del planeta.
Y comparten ahora una situación de intensa conflictividad laboral, con movilizaciones y paros impulsados por los comités de empresa y por los sindicatos representativos de las plantillas en rechazo a las medidas que anuncian Airbus y Repsol para superar la actual crisis actuando sobre el empleo. Contra el empleo.
Las movilizaciones implican en nuestra región a las plantas de Airbus en Illescas y Albacete y al complejo petroquímico de Repsol en Puertollano. Sus respectivos comités de empresa, de acuerdo con los comités interempresas y con los sindicatos CCOO y UGT, exigimos a ambas multinacionales el mantenimiento de los puestos de trabajo, del tejido industrial, de los compromisos de inversión. Del reparto solidario de las cargas de trabajo y de la distribución solidaria de la actividad y de las jornadas laborales.
Esta reivindicación de solidaridad la están predicando con el ejemplo los trabajadores y las trabajadoras de Repsol-Puertollano, de Airbus-Illescas y de Airbus-Helicopters Albacete; y los/as de todo el grupo Repsol y los/as de todo Airbus, cuyo comité de empresa europeo (SEWC) emitió una Resolución en la que insta a la dirección de la multinacional a no cerrar ningún centro de trabajo ni imponer ningún recorte traumático de empleo. Poco o nada les va ni les viene a los trabajadores franceses o alemanes de Airbus con el cierre de Puerto Real o el recorte de 200 empleos en Illescas, pero el SEWC ha aprobado esta Resolución por unanimidad.
Tampoco hay hoy por hoy ningún empleo de Airbus-Albacete inmerso en regulación o que se pueda considerar amenazado, pero toda la plantilla se sumó a la concentración del pasado martes contra el cierre de Puerto Real.
Incluso los propios trabajadores de la factoría gaditana podrían estar relativamente tranquilos; puesto que, junto con la amenaza de cierre, Airbus avanzaba su compromiso de reubicarlos en otros centros de trabajo. Sin embargo, han impulsado y liderado las movilizaciones contra el cierre, porque son conscientes de que esa medida, más allá de obligarles a ellos y a sus familias a mudar de domicilio para trasladarse a trabajar a otra planta de Airbus, dejaría en la calle a cientos de compañeros /as de contratas y subcontratas y sumirá en la miseria a toda la Bahía de Cádiz.
Los mismo ocurre con los/as trabajadores/as de Repsol-Petróleo en Puertollano. Con su movilización no solo rechazan el ERTE que les quiere aplicar la empresa: están defendiendo también la actividad de todo el complejo petroquímico, cuya paralización o ralentización afectará de forma gravísima a las contratas y subcontratas de Repsol en Puertollano; a las personas que trabajan en ellas y a sus familias; y al conjunto de empresas y ciudadanos/as de la ciudad y de su comarca.
Como secretarios generales de CCOO-Industria y de FICA-UGT de Castilla-La Mancha, apoyamos sin reservas las movilizaciones de los/as trabajadores/as de Airbus-Illescas, de Airbus-Albacete y de Repsol-Petróleo Puertollano.
Y como trabajadores y sindicalistas, aplaudimos el ejemplo de solidaridad de las plantillas de estas dos grandes multinacionales con cuantas personas trabajadoras integran sus respectivas cadenas de producción. Solidaridad de clase que, además, se trasvasa entre centros de trabajo de distintas localidades y comunidades autónomas y construye así cohesión territorial en nuestro país; y en Europa.
Vaya por último nuestro aplauso también a los tres grupos políticos de las Cortes de CLM, que esta misma mañana han aparcado todas sus muchas diferencias para emitir una Declaración Institucional en apoyo a los trabajadores y familias afectadas de forma directa o indirecta por el ERTE de Repsol en Puertollano.