La Iglesia española ha lanzado este martes una campaña para buscar nuevos sacerdotes, religiosos y religiosas entre los jóvenes, bajo el lema ‘¿Para quién soy yo?’, aunque en los seminarios e institutos religiosos consideran que la pandemia de la Covid-10 «no ha frenado» las vocaciones.
La campaña se lanza con motivo de la Jornada mundial de oración por las vocaciones y la Jornada de vocaciones nativas, que se celebran el próximo 25 de abril, y que han sido organizadas por la Comisión Episcopal para el Clero y Seminarios, la Conferencia Española de Religiosos (CONFER), Obras Misionales Pontificias (OMP) y la Conferencia Española de Institutos Seculares (CEDIS).
«No quiere decir que vayan entrando aquí muchísimas jóvenes, pero hemos mantenido más o menos el mismo número. El Señor sigue llamando, no creo que el hecho de la pandemia frene; para la persona que está en búsqueda, es un momento muy oportuno para preguntarse», ha explicado la religiosa del Instituto Calasancio Hijas de la Divina Pastora Rocío Vázquez, en respuesta a una pregunta de Europa Press, durante la rueda de prensa de presentación de la Jornada.
También el seminarista de Toledo Manuel Vázquez ha comentado que han observado después de la pandemia «no el doble, pero sí una subida bastante importante del número» de chavales que se interesan por entrar al seminario. «Creía que iba a ser al revés por el miedo a la pandemia, que iba a ser una excusa más, pero ha sido todo lo contrario, al menos aquí en Toledo, no lo ha impedido sino que lo ha potenciado», ha opinado.
El testimonio de Manuel ha sido uno de los que se han escuchado durante la presentación. El joven seminarista ha contado cómo su vocación comenzó a los 12 años cuando era monaguillo en su parroquia. Al pasar al instituto, se planteó la cuestión de prepararse para ser sacerdote, aunque tenía «dudas», y un día, escuchando una canción vocacional cuando iba en el coche sintió «un ven». «Y yo fui», ha subrayado sonriente.
Por su parte, la religiosa Rocío Vázquez ha explicado que ella viene de una familia no creyente pero donde le inculcaron «valores evangélicos». Su vida de joven estaba configurada por «el deporte y la juerga» y tuvo un momento en que se descentró. Entonces, una amiga suya fallece en un accidente de tráfico, minutos después de que la invitara a ella a subirse al coche. «La lectura que hice después es que Dios me estaba dando una segunda oportunidad», ha comentado.
Por su parte, Lydia Herrero, del Instituto Secular Obreras de la Cruz, ha recordado que su experiencia religiosa nació en su pueblo, en el interior de Valencia, donde se mezclaba «tradición, cultura, fe y fiesta» y donde descubrió a las Obreras de la Cruz, «unas mujeres normales» integradas en la sociedad a las que se podía encontrar en diferentes ámbitos, como en una manifestación contra el terrorismo, pero lo que más le llamó la atención de ellas fue «su hospitalidad y acogida».
También ha compartido su historia el seminarista en la diócesis de Tarahumara, en México, Carlos Armando Ochoa, cuya aventura «hermosa» comenzó cuando un sacerdote le invitó a un preseminario. Regresó «muy conmocionado» y después se fue a trabajar con su abuelo, que se dedicaba a vender hierbas medicinales. «Mi abuelo me dijo que donde íbamos no había nada que comer y resonó en mí la frase ‘Carlos, dales de comer. Carlos, debes partirte y compartirte con los demás», ha asegurado.
El claretiano Luis Manuel Suárez, encargado de presentar las Jornadas de este año, ha destacado que esta campaña vocacional puede ser «un impacto como el que hizo desaparecer los dinosaurios» pero, en este caso, para que los jóvenes se planteen la posibilidad de entrar al seminario o a la vida religiosa.
También con esta Jornada buscan animar a la sociedad a rezar por las vocaciones y a colaborar con una ayuda económica para la formación de las vocaciones nativas, es decir, aquellas que nacen en los territorios de misión.
Desde Obras Misionales Pontificias (OMP) España, en 2020, se destinaron casi 1,5 millones de euros para ayudar a 52 seminarios de 19 países. De esta aportación se beneficiaron 3.535 seminaristas y 183 formadores. También, con ese dinero, se contribuyó a la formación de en torno a 500 novicios y novicias.
MÁS DE MIL SEMINARISTAS EN ESPAÑA
Actualmente, según datos de la Comisión Episcopal del Clero y Seminarios de la CEE, en España hay 1.066 seminaristas mayores de todas las diócesis españolas (62 menos que el curso anterior) y fueron ordenados presbíteros 126 (2 más). Y en los seminarios menores hay 827 seminaristas frente a 890 del pasado ejercicio, de los cuales, 25 pasaron al seminario mayor (3 más que el año precedente).
Respecto a los institutos religiosos y sociedades de vida apostólica, según las estadísticas de CONFER de octubre de 2020, sus miembros son 37.286: de ellos, 28.323 religiosas (contando 659 junioras), de 302 congregaciones; y 8.963 religiosos (con 260 juniores), de 109. Ello supone un descenso de 1.402 respecto a 2019.
Además, hay 207 novicias y 90 novicios.
Por otro lado, a enero de 2021, las cifras de la Conferencia Española de Institutos Seculares, arrojan el dato de 2.354 integrantes (36 menos que a comienzos de 2020). De esos institutos, 26 son de fundación española, mientras que otros 14, fundados fuera, tienen miembros presentes en España.