Trilogía urbana

Una trilogía es un conjunto de tres obras aparentemente artísticas, reales o ficticias –da igual– que forman una unidad de destino funcional –no diré lo de destino en lo universal, por el tufo a pasado imperial–.  

Unidad de destino funcional y político, con base en algún elemento de su contenido: continuidad argumental, funcionalidad política, coincidencia del protagonista o finalidad de sus propósitos y estrategias. La etimología de logos –del griego– determina por ello tres discursos o tres textos, como los que veremos más abajo. Discursos y textos que no son siempre argumentos, sino destilados programático-propagandísticos.

Como los que hemos podido escuchar con motivo de la puesta de largo de la llamada –eufemísticamente– Ciudad Administrativa, por boca de sus tres actores principales: García Page, Caballero Serrano y Zamora Bastante. Puesta de largo, anunciada ya por García Page el 19 de febrero pasado, cuando avisaba de “que el mes de marzo sería extraordinario para la ciudad y su Plan Modernizador”. Ciudad Administrativa que comporta unos riesgos singulares y no valorados en la ciudad, ya enunciados en estas páginas el 25 de febrero (‘Marzo crucial’ que daba respuesta al anuncio extraordinario de Page), a propósito de las políticas de deslocalización administrativa de mano del tan publicitado Plan Modernizador 2025. Se trata en suma de vestir a un santo –el Hospital Provincial del Carmen, clausurado y en estado de abandono desde hace años– para desnudar hasta siete sedes administrativas de la administración regional (“Los promotores del debate en contra de ese traslado señalan ya los problemas de decadencia comercial del centro ciudadano, para añadirle ahora, la decadencia de funciones administrativas. En un gesto que contradice las actuales inversiones en peatonalizar el centro y hacerlo accesible, cuando se está trazando la rúbrica de cierto vacío funcional y económico”, decía en el texto Marzo crucial). Que ipso facto, pasaran a estar clausuradas y abandonadas al día siguiente del traslado de los 1.000 funcionarios regionales a su nuevo destino de la carretera de Porzuna. Por más que el santo vestido –con fachada modificada con visos de modernidad formal– no deje de recordarnos al hermano mayor –el Hospital de Alarcos– sometido al ejercicio sonrojante de la piqueta.

Aunque en la rueda de prensa de noviembre de 2019, Caballero Serrano, se comprometió a que “una vez que éstos [los edificios administrativos de la Junta] se queden vacíos… la Diputación dará una vida útil a los inmuebles desocupados, enfocándolos al desarrollo social, cultural, económico y turístico de la capital y de la provincia”. Lo iremos viendo. Nadie de los actores principales, han hablado del sinsentido patrimonial y urbano de edificios públicos vacantes en el centro de la ciudad: desde el complejo de la calle Alarcos 17 (¿quién lo llenará de uso alternativo?), a la próxima y desocupada Delegación de Sanidad o a la Delegación de Cultura de la calle de Paloma. Y eso que ahora, con la finalización del Pabellón Ferial por la institución provincial –bautizado ya como Palacio de Congresos– el patrimonio edificado de la administración provincial se incrementará en una decena de miles de metros más a conservar y mantener.

Al paso que vamos, de vaciamiento de edificios de sus usos previos, no habrá presupuesto que aguante tanta reutilización pospuesta y aplazada. Una reutilización futura –ya se pretendió tal reutilización ‘social, cultural, económico y turística’ para el hoy coronado edificio del Hospital del Carmen– que puede resultar tan fracasada como la sufrida en la Antigua Estación del Parque Gasset. Donde tras 29 años del convenio suscrito entre ADIF y el Ayuntamiento, se resuelve el convenio de cesión ante “la inacción por parte de los equipos de gobierno del Ayuntamiento”, así afirmado por el operador ferroviario.

Ahora en la puesta de largo de la Ciudad Administrativa –que quieren ver como una puerta abierta al futuro– se han oído afirmaciones tremendas y fuera de lugar. Como si la suerte de un edificio –por grande que sea– pudiera revertir el destino entero de una ciudad y de una región urbana, en un pretendido y renacido ‘efecto Guggenheim’. Efecto con el que García Page se ha mostrado receptivo, como ya ha ocurrido en Toledo con la proclamada Colección de arte de Roberto Polo como punto de atracción mundial. La alcaldesa de Ciudad Real, Pilar Zamora, que se dirigía a García-Page para decirle que es “el padre de este proyecto”. Un padre (¿…?) que afirmaba tras la declaración de cortesía que “El proyecto global para la ciudad vendrá a modernizarla y la hará mucho más que una capital de provincia, algo que ya se deja ver en la ambición de los proyectos que está experimentando el municipio, desde el mobiliario urbano hasta la agenda cultural”. Para concluir en ese hilo argumental con paráfrasis meritorias, que “Todo el mundo se da cuenta si está o no en una ciudad moderna, y este punto de inflexión que no se inventa problemas ni se busca enemigos, se está planteando de una manera muy cuerda y razonable. Este proyecto va a ser una verdad como un templo, aunque todo tarda”. Proyecto, el del Templo laico, referido tanto a la Ciudad Administrativa como al Plan Modernizador 2025.

Por su parte, la Alcaldesa Zamora Bastante como madre el proyecto, recogiendo el guante de la oportunidad dejaba ver que de todo lo seguido se trata de una transformación superior: “Esto es una revolución, y no quiero que nadie piense que es prepotente llamarlo así. Ciudad Real se está transformando en una ciudad moderna”. Más aún, de lo particular se pasa a lo total en un solo movimiento: “se puede decir con tranquilidad que no hay barrio o sector social de Ciudad Real que no esté afectado por su estrategia de modernización para la capital hasta 2025”. Componiendo la tercera aportación a esta Trilogía de textos sobre la ciudad.

Y, por ello escribía en ‘Marzo crucial’, “De aquí la derivada consecuente. Si un Plan Modernizador, Urbanístico o de Obras Globales, no captura ni representa la idea de la ciudad necesaria –en sus transformaciones y en sus consolidaciones–; si se elabora de espalda a los diferentes colectivos ciudadanos y se confecciona con procedimientos técnicos poco transparentes; no estaremos en presencia de un verdadero Plan de la Comunidad, sino ante un Plan Personalista del gobernante de turno. La tentación de dejar huella del paso mortal por la tierra es un asunto común de todo el pasado de reyes, papas y gobernante diversos. No sé si el resultado formal final de la ciudad derivada del Plan Modernizador 2025, será la Ciudad de Zamora y Page o será otra cosa”.

Lo dicho, pura Trilogía urbana. Por ahora sólo sabemos que si Marzo será un mes crucial, de igual forma que “Abril será el mes más cruel”, según citaba el poeta Thomas S. Eliot.

Periferia sentimental
José Rivero