Un 84 por ciento de las enfermeras y enfermeros de nuestro país consideran que no ha existido el personal suficiente para prestar la atención sanitaria y cuidados más adecuados a los pacientes y la ciudadanía en general en su unidad o centro sanitario o sociosanitario durante la pandemia del Covid-19.
Así se concluye de la macroencuesta realizada por el Sindicato de Enfermería, SATSE, a un total de 11.645 enfermeras y enfermeros de todas las comunidades autónomas durante el pasado mes de febrero y que arroja nuevos resultados sobre las plantillas de enfermeras y enfermeros existentes en los diferentes servicios de salud desde que se inició a principios del pasado año la grave crisis sanitaria motivada por la expansión el coronavirus en nuestro país.
En concreto, el estudio realizado por el Sindicato de Enfermería en el conjunto del Estado subraya que la percepción de los propios profesionales sobre el importante déficit de falta de enfermeras y enfermeros para atender a los pacientes y al conjunto de la ciudadanía como se merecen ha aumentado en los últimos meses, pasando de un 81 por ciento antes de la pandemia a un 84 por ciento en la actualidad.
Asimismo, la encuesta señala que son ahora más las enfermeras y enfermeros que aseguran no tener el tiempo suficiente para prestar a los pacientes la atención sanitaria y cuidados más adecuados, ya que se ha pasado de un 82 por ciento de profesionales que así lo consideraban antes de la crisis sanitaria a un 86 por ciento.
De otro lado, la encuesta se ha interesado por si, al acabar su turno de trabajo, les quedan a las enfermeras y enfermeros labores pendientes aún por realizar, y los resultados son que, antes de la pandemia, un 59 por ciento de las enfermeras declaraban que les quedaban actuaciones asistenciales y de cuidados por acometer mientras que ahora el porcentaje se ha incrementado hasta el 68 por ciento.
Otra conclusión del estudio realizado por la organización sindical es que el compromiso y entrega de las enfermeras y enfermeros con sus pacientes y sus propios compañeros y compañeras es incuestionable, ya que, sin compensación alguna, prolongan su turno de trabajo para realizar la atención sanitaria y cuidados que no han podido hacer en más de un 59 por ciento de los casos. Una proporción que también ha aumentado en tiempos de pandemia, ya que antes eran un 54 por ciento los que así lo aseguraban.
Por su parte, la excesiva movilidad de las enfermeras y enfermeros en los centros sanitarios, confirmada nuevamente a través de este estudio, es un problema denunciado de manera constante por el Sindicato de Enfermería en todas las administraciones sanitarias, ya que es una de las cuestiones que afectan tanto a la seguridad como a la calidad de la atención sanitaria y cuidados que se ofrecen a los pacientes y ciudadanía en su conjunto. Asimismo, es uno de los motivos que incide en los altos niveles de estrés de los profesionales.
Aunque en los últimos meses se ha agudizado esta práctica, ya antes de la pandemia del Covid-19, las enfermeras y enfermeros denunciaban que con frecuencia eran obligadas a trasladarse de unas unidades a otras hasta casi en un 43 por ciento de casos, llegando hasta cerca del 47 por ciento en el momento actual.
Ante esta realidad, SATSE reclama a todas las administraciones sanitarias competentes que cumplan los compromisos adquiridos en la Comisión para la Reconstrucción Social y Económica de nuestro país, y se refuercen las plantillas de enfermeras y enfermeros en todos los servicios de salud para situarnos en la media de los países de nuestro entorno.
Al respecto, el Sindicato de Enfermería incide en que, según los últimos datos del Servicio Público de Empleo Estatal (SEPE), hay cerca de 3.000 enfermeras y enfermeros en paro que podrían incorporarse a los distintos servicios de salud para mejorar la atención y cuidados en los hospitales, centros de salud y otros centros sanitarios y sociosanitarios y reforzar también la campaña de vacunación contra el coronavirus.
Por último, SATSE recuerda que a finales del pasado año trasladó a los gobiernos estatal y de las comunidades autónomas, así como a los partidos políticos, un “Plan de Retorno y Estabilidad para Enfermeras y Enfermeros en el Sistema Nacional de Salud (SNS)” que evite la emigración forzosa de estos profesionales al ofrecerles unas condiciones laborales estables y dignas y que los miles de ellos y ellas que ya se encuentran en el extranjero puedan volver a su país si así lo desean.