La Sección Primera de la Audiencia Provincial de Ciudad Real tiene previsto juzgar este lunes, 22 de marzo, al acusado A.B.B. por cortar en la cara con una botella a otro hombre en Malagón, tras llamarle la atención por llevar dos perros sueltos.
Según el escrito de acusación provisional, los hechos se remontan al 1 de julio del 2020, cuando I.G transitaba junto con M.N.P. por el Parque Municipal Adolfo Suárez de Malagón y se encontraron con el acusado al que llamaron la atención por llevar dos perros sueltos que les comenzaron a ladrar.
Según el fiscal, el acusado, al ver que I.G. estaba grabando con su teléfono móvil, rompió en el suelo una botella de cerveza de vidrio de un litro de capacidad que portaba en la mano y se dirigió al mismo golpeándole con la parte de la botella rota en dos ocasiones en la cara provocándole varios cortes.
El Ministerio Público también describe que en el curso de la agresión descrita, el acusado se dirigió también a M.N.P. y le dijo que le iba a «rajar».
A consecuencia de la agresión descrita I.G. resultó con lesiones consistentes en herida incisa profunda de unos 10 centímetros de
longitud que se extiende desde la comisura bucal izquierda hasta la región mentoniana continuando por la parte inferior de la misma y herida incisa en estrella de cuatro centímetros de longitud en la región de la mejilla izquierda con afectación neurológica del nervio trigémino izquierdo.
También sufrió una herida incisa de unos 6-7 centímetros de longitud en región prearicular izquierda, que requirieron para su curación además de una primera asistencia médica, tratamiento médico quirúrgico consistente en cobertura antibiótica, sutura de las heridas y posterior
retirada de los puntos y cirugía maxilo-facial, tardando en curar 21 días, quedando como secuelas hipoestesia (pérdida de sensibilidad) en la hemicara izquierda por lesión de rama de nervio trigémino izquierdo que se valora en siete puntos.
La Fiscalía asegura que las cicatrices descritas, de carácter permanente y claramente visibles, generan un «evidente perjuicio» estético al afectar a zona visible de la cara e incidir de forma notoria en la fisonomía del perjudicado.
Para el Ministerio Público, los hechos relatados son constitutivos de un delito de lesiones y un delito leve de amenazas, por lo que afirma que procede solicitar para el acusado cuatro años de prisión por el primero y multa de tres meses con una cuota diaria de 10 euros por el segundo.