Una representación de los agricultores de las cooperativas de Villarrubia de los Ojos, El Progreso y El Rubial, defensores del regadío, con el apoyo de la Hermandad de San Isidro y de las principales organizaciones agrarias de la localidad, Asaja, Coag, Afammer y Amfar, así como del Ayuntamiento, se reunieron ayer en Ciudad Real con el presidente de la Confederación Hidrográfica del Guadiana, Samuel Moraleda, para mostrarle su preocupación por el tema del agua.
Jesús Julián Casanova y Francisco Florencio Álvarez, en nombre de las principales asociaciones agrarias y sindicatos en Villarrubia de los Ojos y representantes del Ayuntamiento, hacen un llamamiento tanto a la CHG, como las Administraciones y al Gobierno de Castilla-La Mancha para que entiendan “que Villarrubia sin agua se muere y desaparece; necesitamos humanidad y comprensión, y, a cambio, ofrecemos compromiso. De esta forma, mantendremos rentas y ganaremos puestos de trabajo y sobre todo renovación juvenil”.
A Moraleda, al igual que hicieron semanas atrás con la delegada provincial de Agricultura, Amparo Bremad, y el director general de la Consejería de Agricultura, José Juan Fernández Zarco, le han hecho entrega de un documento titulado “Reflexiones del agricultor villarrubiero” en el que manifiestan:
El Agua es el factor más limitante que tenemos en esta zona
Vivimos en una zona cuya renta per cápita depende de manera directa o indirecta de la agricultura en un 90%; siendo una agricultura que fija población y que hace que Villarrubia no se muera poco a poco. Por lo cual, el agua es igual a agricultura y es igual a la fijación de un pueblo. Sin este elemento el campo estará agonizando y no tendrá incentivos para los jóvenes.
Nos adaptamos a las necesidades
Como conocemos la problemática del agua, el agricultor villarrubiero ha hecho multitud de concesiones a lo largo de la historia y ha pasado por ejemplo de tener captaciones de 4.000 m3 a 1.400 m3 o incluso a 700 m3 por hectárea (con una reducción de 68% de extracción).
También ha ido adaptando sus regadíos, haciéndolos más modernos y eficientes con el coste que eso ha supuesto para el agricultor. Actualmente, somos una zona que solo riega por goteo, que, mayoritariamente, solo tiene cultivos leñosos y que al mismo tiempo ha colocado contadores que tienen un coste y que está obligado a cambiar o revisar cada cierto tiempo en función de su sección. Por todo esto, no cabe duda de que estamos comprometidos con el ahorro de agua.
Asesoramiento al agricultor
Queremos trabajar en la mentalización del agricultor en las buenas prácticas de riego, racionalidad, acotando fechas de riego, recomendando, asesorando y haciendo una agricultura más sostenible.
Inspecciones más seguras
Coincidimos en que no podemos dejar los contadores al aire libre porque podemos sufrir vandalismos o una mala acción de alguien que quiera someterte a una sanción inducida, porque le caigas mal o cosas de ese estilo. Pensamos que, para su revisión, es más adecuado citar al agricultor y estará encantado de abrir y acompañar al inspector, como cuando se revisa un pozo.
Canon de coste racional y control adecuado
Dentro de nuestro buen hacer, comprensión y buena predisposición, apoyaríamos un posible canon de coste racional para la traída de agua por la tubería de la llanura manchega. Debemos resaltar que somos los primeros que estamos a favor de la conservación del espacio natural de la Tablas de Daimiel y hay fórmulas para combinar ambas sinergias como la de traer agua por la tubería.
Comprometidos con el Medio Ambiente
Siempre hemos tenido y tendremos un sobresaliente compromiso por el medio ambiente, ya que el viñedo colabora con la conservación del ecosistema de la llanura manchega. Somos los principales productores de oxígeno del mundo y pulmón de la sociedad, alimentamos la población y, en época de crisis, somos los primeros en ayudar y en empujar para salir de las coyunturas malas tanto económicas como sanitarias que nos tocan vivir en determinadas ocasiones.
Agilidad en la tramitación y resolución de expedientes
Pedimos y rogamos, con razón y lógica, una mayor agilidad en la tramitación y resolución de los expedientes que solicitamos a la Confederación Hidrográfica del Guadiana y, si ésta no llegase, por lo menos pedimos la no sanción de los expedientes en curso, ya que el agricultor villarrubiero busca siempre la manera legal de poder subsistir con su explotación con el agua asignada.
En conclusión, como decíamos al principio, queremos hacer un llamamiento a las Administraciones, a la Confederación Hidrográfica del Guadiana y al Gobierno de Castilla La Manchan para hacerles entender que Villarrubia de los Ojos sin agua se muere y desaparece; necesitamos humanidad y comprensión y ofrecemos compromiso.
De esta forma, mantendremos rentas y ganaremos puestos de trabajo y sobre todo renovación juvenil. Si no hay agua, no habrá vida.