El Parque Natural del Valle de Alcudia y Sierra Madrona acaba de cumplir diez años, un aniversario que el Gobierno de Castilla-La Mancha no ha querido dejar pasar para poner de manifiesto la riqueza medioambiental y patrimonial de sus ciento cincuenta mil hectáreas.
Con esta intención, el delegado de la Consejería de Desarrollo Sostenible en Ciudad Real, Fausto Marín, ha comenzado a visitar las localidades con término municipal incluido dentro de este espacio natural de protegido, una ronda que ha iniciado en Solana del Pino, donde se reunió con la alcaldesa, Josefa Poyatos, y sus concejales.
En dicho encuentro hablaron de la posibilidad de establecer acuerdos de colaboración entre las dos instituciones para la utilización de infraestructuras y terrenos particulares en beneficio del bienestar y la seguridad de la ciudadanía y del medio natural circundante de la localidad.
Asimismo, Marín expresó el deseo de retomar las actividades que pueden llevarse a cabo en el parque natural que han quedado aparcadas por la pandemia que está asolando nuestro país empezando por la celebración del décimo aniversario de su declaración, “un cumpleaños que nos habría gustado conmemorar como corresponde” lamentó el representante del Ejecutivo regional.
El Parque Natural del Valle de Alcudia y Sierra Madrona es una gran joya de la biodiversidad muy poco conocida que se extiende al sureste de la provincia de Ciudad Real por los términos municipales de Almodóvar del Campo, Brazatortas, Cabezarrubias del Puerto, Fuencaliente, Hinojosas de Calatrava, Mestanza, San Lorenzo de Calatrava y Solana del Pino.
El área protegida posee un excepcional patrimonio natural, histórico y cultural. Destacan el legado arqueológico, con vestigios del neolítico, íberos, romanos… el arte rupestre esquemático, el patrimonio etnográfico que atesoran sus localidades y costumbres, sus Iglesias, la trashumancia con su red de vías pecuarias, ventas…, sin olvidar el pasado minero que fue el primer eje vertebrador de la comarca.
Y todo ello en un espacio natural de gran biodiversidad en el que se pueden encontrar especies como las águilas real e imperial, buitre negro, cigüeña negra y el consolidado lince ibérico, junto con un enorme patrimonio forestal y de recursos madereros. La diversidad geológica, climática y topográfica de este espacio natural, unidas al excelente grado de conservación de los recursos naturales, configuran un área geográfica de excepcional importancia desde el punto de vista de la conservación de la biodiversidad en Castilla-la Mancha.
