Luis Mario Sobrino Simal.- Esta tarde he tenido lugar en la Plaza Mayor una concentración simbólica por parte de miembros del colectivo feminista «Espinas». Hemos hablado con Marta y nos ha leído el presente comunicado:
«Estamos aquí manteniendo todas las medidas necesarias porque es precisamente un año como este cuando más necesitamos alzar la voz para ser escuchadas, cuando más nos intenta acallar la extrema derecha y no por motivos de salud pública, sino por motivos de GÉNERO. Y por eso vamos a reclamar todo lo que nos falta; lo que nos han quitado y lo que nunca hemos tenido. NO podemos permitir que una jornada reivindicativa como hoy tome carácter festivo, no podemos permitir que el trabajo de tantas mujeres obreras que han pagado incluso con sus vidas derive en eso. Hoy es igual de importante que todos los años reivindicar los derechos de las mujeres trabajadoras, recalcar la importancia del papel de las mujeres trans en el feminismo, luchar contra la doble opresión de la mujer obrera y juzgar el incremento de la violencia machista durante los confinamientos».
Marta ha añadido otras reivindicaciones:
«Exigimos la corresponsabilidad y reparto de las tareas y cargas reproductivas que históricamente han sido y siguen siendo invisibilizadas, y recaen siempre sobre la mujer por su naturalización como algo inherentemente femenino. Exigimos visibilidad y derechos laborales para todas aquellas mujeres que se dediquen a las tareas domésticas y de cuidados en el ámbito laboral, para todas aquellas mujeres que han de compaginarlas con su trabajo fuera de casa y para todas aquellas que se ven obligadas a dejar su trabajo injustamente para dedicarse exclusivamente a dichas tareas porque tanto sus maridos como la sociedad así lo quieren».
El comunicado de «Espinas» continuaba con exigencias como:
«Hoy, 8 de marzo, exigimos la liberación de la mujer obrera, sujeto doblemente oprimido por la unión inherente de patriarcado y capital. Queremos recordar que la prostitución y la gestación subrogada son también formas de opresión; en ambas vemos como el estado y la clase burguesa se aprovechan de la precariedad de la mujer obrera y, por ello, exigimos su abolición.
En 2020, ha habido un total de 40.491 denuncias por violencia de género en nuestro país. Además, la vulnerabilidad de las mujeres en situaciones de violencia se ha visto agravada un 24% durante la pandemia y los confinamientos. Estamos hartas de ver como hay mujeres que siguen sin estar a salvo en sus propias casas y vamos a seguir luchando hasta que esto acabe, hasta que el estado tome medidas eficaces para evitarlo, hasta que las estadísticas no aumenten ni 1 sola cifra. No queremos ir por la calle de noche y sentir miedo, no queremos sentirnos amenazadas por nuestras propias parejas, no queremos que nos sigan humillando ni que nos desvaloricen y NO vamos a permitir que se sigan cometiendo abusos de ningún tipo hacia nosotras.»
La representante del colectivo feminista concluía el comunicado con estas palabras:
«Por último, queremos aprovechar un día como hoy para recordar también la importancia de las mujeres trans en el feminismo. Quienes las excluyen, están utilizando su posición cisgénero para discriminar a sus propias compañeras. Nuestro movimiento es colectivo y diverso, y la transfobia jamás será aceptada dentro de él. Desde aquí, mandamos todo nuestro apoyo a todas las mujeres que, además de la doble opresión patriarcado-capital, luchan día a día contra la transfobia. Prometemos seguir trabajando codo con codo con ellas, al igual que con las mujeres racializadas.
Este 2021, seguiremos luchando por todo lo que nos queda aún por conseguir. ¡QUE VIVA LA LUCHA DE LA MUJER OBRERA!»
Durante la concentración que ha transcurrido con una pequeña sentada, se han gritado eslóganes feministas contra el machismo y el patriarcado.
