Ence Energía y Celulosa registró un beneficio de 15 millones de euros en el cuarto trimestre de 2020, gracias a las plusvalías generadas con la venta de su planta termosolar de Puertollano. En el conjunto del año acumuló pérdidas por 26 millones -frente a los 9 millones € que ganó en 2019- como consecuencia del bajo precio de la celulosa, que ya ha recuperado más de un 15% desde el mes de diciembre, después de permanecer un año en mínimos históricos.
La compañía consiguió aumentar un 12% sus ventas de celulosa, reducir un 6% sus costes de producción e incrementar un 36% sus ventas de energía renovable en 2020, gracias a las importantes inversiones de su Plan Estratégico efectuadas el ejercicio anterior.
A pesar de esta mejora operativa, los resultados del grupo en 2020 estuvieron marcados por los bajos precios de la celulosa y de la electricidad. El EBITDA del negocio de Renovables mejoró un 15%, hasta los 60 millones €, mientras que del negocio de celulosa se contrajo un 82%, hasta los 14 millones €.
Por otro lado, el grupo consiguió reducir su endeudamiento en 378 millones € en el cuarto trimestre, gracias a la venta de su planta termosolar y a la entrada de un socio minoritario en el negocio de Energía Renovable. La compañía cerró el ejercicio con un endeudamiento neto de 178 millones de euros y más de 540 millones de euros de caja disponible en balance.
Ence quiere ser un referente en el desarrollo de la bioeconomía en España, potenciando su crecimiento en renovables y retomando las inversiones previstas en su Plan Estratégico para el negocio de Celulosa, de la mano de la recuperación esperada de los precios de la celulosa.
A lo largo de este ejercicio, marcado por la pandemia y por sus efectos en la economía, Ence ha mantenido la actividad y el empleo, gracias a la aplicación temprana y estricta de sus protocolos frente al Coronavirus. Esto ha hecho posible garantizar la seguridad y la salud de todo el equipo humano de Ence, para continuar suministrando a la sociedad energía renovable y celulosa.
La compañía apuesta por la “recuperación verde” promovida desde la Comisión Europea como salida frente a esta crisis generada por la Covid-19. Las dos líneas de negocio de la empresa están plenamente alineadas con la transición hacia una economía circular y baja en carbono.
La empresa continúa dedicando sus mayores esfuerzos en defender la prórroga de su concesión en Pontevedra hasta 2073. Una planta que cumple holgadamente con toda la normativa medioambiental vigente, que genera más de 5.000 puestos de trabajo directos e indirectos y que crea valor en toda Galicia a través de su actividad y de diversas iniciativas sociales.