El municipio de Mestanza ha albergado este sábado un gancho social que ha organizado el Ayuntamiento de la localidad, con la coordinación del alcalde Santiago Buendía y su homólogo pedáneo en Solanilla del Tamaral José Antonio Nieto.
Evento localizado en ‘Cerros Tontos’, montes de utilidad pública conforme recoge el catálogo castellano-manchego, paraje hasta el que han accedido participantes y organizadores por el remozado camino público que une la pedanía con Solana del Pino.
Buendía, que agradece el “enorme esfuerzo” de Nieto para que esta cita postergada desde hace ya unos años por distintas vicisitudes, ha valorado también a los cazadores participantes su “especial celo y rigor en el cumplimiento de los protocolos anti Covid”.
El regidor mestanceño hace hincapié en que este gancho, que se ciñe al Plan Anual de Aprovechamiento Cinegético de Castilla-La Mancha para la presente temporada, está dirigido a empadronados en el municipio y a contribuyentes mestanceños no residentes.
El desarrollo de esta cita de caza ha tenido también un doble contenido reivindicativo. De un lado, frenar la usurpación de espacio público a ‘Cerros Tontos’, que hace décadas tenía 800 hectáreas y hoy día no llega siquiera a la mitad.
Y de otro lado, hacer valer el carácter histórico, secular y público del citado camino que, desde Solanilla del Tamaral, da acceso a ‘Cerros Tontos’ por la parte norte y que, de hecho, ha sido beneficiario de necesarias tareas de arreglo y mantenimiento.
Buendía, explica que esta actuación se ha realizado merced al Plan de Caminos de la Junta de Comunidades de Castilla-La Mancha y la Diputación Provincial, al cual contribuye asimismo el Consistorio que preside como alcalde.
En la defensa de los derechos públicos sobre este trazado y el enclave natural al que da acceso, Santiago Buendía se halla inmerso en una lucha en los tribunales para que algunos propietarios de la zona entiendan la necesidad de respetar tradición y legalidad.
De hecho, el desplazamiento de ayer por el referido camino hacia el gancho cinegético, que autoriza la participación de hasta 30 personas y cinco rehalas, se hacía después de años sin poderlo hacer, en parte también porque el itinerario estaba hasta ahora intransitable y hostigado por la maleza que ya ocupaba parte de su trazado.
Cabe referir por último que la junta de monteros se realizaba en el parque municipal de Solanilla del Tamaral, donde al término de tan espléndido día tenía lugar también la exposición de reses abatidas.