El verdadero amor se abre paso a través de la enfermedad, de los EPI, de la luz neutra de las UCI y de los quirófanos. Quizá sea en un hospital donde el amor sublime su verdadera dimensión. La gerencia de área de Puertollano no descuida esos pequeños detalles que humanizan la atención sanitaria, algo quizá más importante que nunca en plena epidemia. Este domingo, los responsables del Hospital Santa Bárbara han hecho un guiño a San Valentín, y los pacientes ingresados han comido estos románticos panes. No es mala medicina el amor para querer vivir. Ánimo a todos.