Jesús Millán Muñoz.- La realidad, nos guste o disguste, es que llevamos pintando desde hace cien años o más lo mismo, hemos ido cambiando de estilos o tendencias, pero todas ellas, estarían diríamos, dentro de lo que podríamos denominar la neovanguardia (impresionismo, cubismo, expresionismo, abstraccionismo, surrealismo, dadaísmo, etc.).
Y, en este siglo, solo hemos ido desarrollando algunas de esas líneas, y después, haciendo combinaciones entre ellas. Tomamos un elemento y lo radicalizamos, le damos mucha más importancia, sea el color o sea la forma o sea la expresión o sea lo que sea…
– Por tanto, en la forma o estilo, o estilos-tendencias-manifiestos, es el desarrollo de una característica, sea la que sea, y, radicalizarla y llevarla a los límites, y lo mismo, que aplicamos al arte, a todos los géneros o tendencias del arte (dibujo, pintura, escultura, arquitectura, grabado, etc.), lo hemos hecho en todo el resto de las artes, copiando ideas de unos hacia otros (literatura, arte plástico, música, etc.).
Cuándo ha surgido un “nuevo arte”, por una nueva tecnología, por ejemplo, cine, fotografía, video, audiovideo, hemos hecho lo mismo. He incluido aquí, la fotografía, pero quizás, este medio, fue el gran detonante, de que el arte plástico, se diese cuenta, de que para vivir y sobrevivir, tenía que inventar estilos-ismos-tendencias-estéticas diversas y diferentes. Y, creo que el nacimiento-invención de la fotografía, es un elemento esencial, para la evolución de las artes, primero el impresionismo, por la sencilla razón, de que lo que hacían los pintores durante siglos, podría hacerlo, o gran parte, esta nueva técnica-tecnología, realidad-arte.
En cuanto contenido-temática-argumentos, en cada una de las artes ha sucedido, lo mismo, llevamos siglos o milenios pintando-esculpiendo-dibujando-grabando lo mismo o similar, las mismos temáticas. Quizás, va creándose algunas nuevas, o reflejándose algunas nuevas…
Pero desde luego, a grandes líneas y rasgos, llevamos un siglo y más, con la combinación de las nuevas tendencias estéticas y artísticas, haciendo lo mismo, es decir, los mismos temas, expresadas en la forma de cubismo o expresionismo o impresionismo o dadaísmo o surrealismo o, incluso, con todos los matices que se quiera de abstracción.
Cierto, que estas dos afirmaciones, de estos dos párrafos, al ser tan abstractas y generales, pueden tener muchos matices, pero esencialmente, pienso que se puede aceptar, que llevamos un siglo, haciendo lo mismo, con las mismas temáticas, y, con esa mezcla de estilos de vanguardias, lo que llama la nueva vanguardias, que son mezclas entre ellas…
Teniendo en cuenta lo anterior, pienso, que los manifiestos artísticos que he ido planteando durante estas décadas, o mejor en décadas anteriores, y realizando obra, especialmente, dibujo y pintura en papel, que es lo que se ha podido realizar, casi exclusivamente, aunque también, algo en otros géneros. Pienso, repito, que “plantean de verdad un nuevo arte”, que a veces, he denominado de neovanguardia, un nuevo arte, en la forma, los “manifiestos artísticos”, si no todos, al menos, una docena plantean y replantean completamente, un “nueva forma o modo del arte, artes, y por extensión, otras realidades humanas culturales”. Nuevos modos de expresar, y por tanto, de entendimiento y de comprensión de lo real cultural, real natural, real humano-social…
Y, en segundo lugar, se plantean, véanse los cientos o miles de títulos de cada hoja-pintura-dibujo, no solo las temáticas clásicas de estos dos últimos siglos, ni solo las temáticas-argumentos-razones-temas-títulos de siglos o milenios del arte y de las artes, tanto de Occidente como de Oriente, sino “nuevas temáticas y temas, planteados o expresados, diríamos, en la forma exterior, como estilos o tendencias de estos dos últimos siglos, pero además, con el añadido y complemento y suplemento de los manifiestos artísticos”.
Ambas realidades combinadas, temas clásicos y temas nuevos, multitud de conceptos y experiencias teóricas de nuevos planteamientos temáticos, y, con las formas-estilos, de la neovanguardia, exteriormente, pero interiormente, hacen crear un nuevo arte, arte expresado, casi mayoritariamente, en dibujos y pinturas y hojas de libros de artista, pero que se podría, materializar-construir, añadiendo los manifiestos artísticos, unos cincuenta que he ido planteando a lo largo de décadas anteriores, y que repito, al menos, una docena son y plantean “un nuevo arte”, una nueva concepción de la sensibilidad humana, del entendimiento humano de la realidad, interior y exterior, una nueva forma de comprensión del todo-parte.
– Quizás, sea cierto, después de décadas planteando, en teorizaciones, ya casi del pasado, esta nueva concepción, y plasmándolo, esencialmente en dibujo-pintura-libros de artista, este nuevo arte. Quizás, repito, sea cierto, o generalmente cierto, que “estos manifiestos artísticos, este nuevo arte, que si es nuevo de verdad, innovador, creador de nuevas tendencias y estilos, y planteamientos, con posibilidad de extenderse a todos los géneros y temáticas artísticas plásticas, pero también a todas las artes, y el resto del saber”.
Quizás, sea cierto, que esta “nueva interpretación del arte”, según me dan a entender, algunas personas, es tan nueva e innovadora, cambiaría tanto, sería descubrir un nuevo continente mental-cultural, y de alguna manera y forma, cambiaría, todo, todas las artes, y todas las tendencias del arte-artes, construidas en estos dos últimos siglos, por lo cual, sería un terremoto cultural y artístico y estético, aplicable por cualquier tendencia o persona, del presente o del futuro. Sería un revulsivo tan grande, con consecuencias estéticas y comerciales y de inversión en arte tan grandes, que de alguna manera, habría que reescribir, el valor del arte, el valor en estética y el valor económico de cientos de miles de obras de arte y artes, que constituyen, los depósitos de miles de museos del mundo y de docenas de miles de colecciones públicas y privadas.
Es decir, con otras palabras, sería una hecatombe, comercial y estética, según me indican, y, esto no se puede aceptar, porque no pueden aceptar, que ocurra, la hecatombe, que ocurrió, con el arte anterior, al Renacimiento, cuando este surgió, y las tendencias y el coleccionismo, del siglo diecinueve, cuándo surgió, primero, el impresionismo, después, el cubismo-expresionismo, etc., que dejaron colecciones enteras, en pocas décadas, del siglo diecinueve, en un valor estético conceptual tan bajo y económico también. Es decir, el arte y artes hoy, especialmente plásticas, es un instrumento más de inversión económica, y no solo estética, por lo cual, es un pilote esencial, en la economía mundial, y no “pueden dejar, todo el conglomerado artístico”, que este se desmorone, total o parcialmente…
– Por eso, concluyendo, con todos los matices, que se quiera, toda la actividad cultural, y, especialmente artística, que he realizado, las docenas de miles de dibujos y pinturas y hojas de libros de artista, y, los manifiestos artísticos, que décadas pasada he planteado, y que con ellos he realizado toda la producción cultural, y los cientos de envíos de obra plástica que he realizado, y las miles y docenas de miles de cartas o, con DVD, o correos electrónicos, todo ello, todo ello permanece en el silencio, es como si no existiese. A nadie interesa, nadie lo menciona.
Y, cuándo indico, miles o decenas de miles de cartas, en más de cuarenta años, en distinto soporte, no es una metáfora, es una realidad, sea cartas materiales, envíos de obras, información en DVD, correos electrónicos.
Y, quizás, también, por ello, la obra titulada Cuadernos o Cuadernos de la Mancha, una obra, con temática esencialmente literaria y filosófica, y con multitud de reflexiones estéticas y teoría de las artes, una obra, con un único título y un único autor, posiblemente, una de las tres obras, con más palabras del mundo, reitero de un único título y un único autor, esa obra tampoco tiene ningún lugar en la cultura humana, sea a nivel literario o sea a nivel filosófico o sea a nivel estético o de teorías de las artes, o sea, en cualquiera de las decenas de disciplinas, de cientos de temas que se analizan o argumentan, o de las miles de preguntas o cuestiones, utilizando, docenas de estilos, tendencias, etc. Una obra, que según la voluntad, modesta voluntad del autor, es una combinación de escritura y de arte plástico, todo forma una unidad, una obra de arte, una obra total. Toda la combinación…
¡Qué más puedo decir, qué más puedo indicar! ¡Esta obra está condenada a la desaparición, deterioro, pérdida, destrucción, posiblemente, ya haya sucedido, en una parte de la dimensión plástica de ella…!
Concluyendo, quizás, como se me indica-sugiere, de algunas maneras, durante estos últimos lustros, estas sean las razones, quizás más matizadas, ponderadas, por lo cual, por unos motivos y otros, por envidias y también por rencores, que se añaden a las razones esenciales, esta producción cultural, nunca se cita, ni en diccionarios, ni directorios, ni archivos, ni revistas, ni informaciones, ni programas culturales de radio o de televisiones locales o regionales o nacionales, o, o quién sabe qué y cómo. Salvo alguna excepción. Esta obra no existe, por mucho que se mueve y se informe de ella, de su existencia. Por mucho que se envía y se muestra, en toda España y Europa y en parte de Norteamérica…
Ni a tirios, ni a troyanos ni a “hunos, ni a otros”, como nos diría el gran Unamuno, ni ateos, ni agnósticos, ni creyentes, ni a los de izquierda, ni a los de derecha, ni a las elites culturales, ni a las universitarias, ni a las personas interesadas en estos temas, ni menos, al gran público en general, ni a nadie. Ni en ningún valor de ella, ni en ninguna temática, ni en ninguna tendencia, ni en ninguna especialidad. En nada, en nada interesa esta obra, ni en su totalidad, ni en sus partes, ni en su escritura, ni en su obra plástica, ni en ninguna otra concepción o tendencia o estilo o…
Esta obra no existe. Sin exagerar, se ha llamado, no a miles de entidades, personas, instituciones, etc., sino a docenas de miles, sin exagerar, a lo largo de estos cuarenta años, por no decir más. Cierto que en cada época, mostrando distinta cantidad de material, en distinto formato, desde fotocopias o libros en fotocopia, a disquetes, después libros en papel con CD, o DVD, después DVD, también correos electrónicos. A muchas de ellas, varias veces, a lo largo de estos cuarenta años y pico. Por tanto, desde cien páginas escritas, o cien obras de arte originales o pinturas reales, hasta treinta mil páginas escritas en un DVD, y varios cientos de fotografías de pintura, cuándo no miles, además de todo lo que existe en Internet, que apenas nadie visita…
Tengo que aceptar la realidad esta obra no existe, no hay voluntad de que exista, no hay voluntad de que sobreviva. Sea por los motivos-razones anteriores, mezcladas, con vivir y existir en una provincia y ciudad pequeña, en el continente cultural occidental, sea porque en la vida social y civil, vivo y existo de un modesto trabajo, no relacionado con la cultura, sea porque no tengo mentores de ninguna clase, ni de unas tendencias ni de otras, sea, porque no reniego de Dios y de los grandes valores tradicionales de la ética de siglos, eso sí, adaptada y aceptada al saber acumulado en estos tres siglos, sea por inquinas-rencores-maledicencias-calumnias, que también han existido y existido abundantemente, la realidad, es que esta obra, que en su totalidad ahora denomino Cuadernos o Cuadernos de la Mancha, no existe, es más, están permitiendo unos y otros, que se vaya destruyendo. No, no solo, no ya, todo lo que se podría haber producido, en diversidad de estilos, temáticas, artes, etc., sino que lo hecho, se está perdiendo y destruyendo y deteriorando, y lo que no lo esté todavía, lo hará en los próximos lustros. Y, a eso hay que añadir el deterioro de lo conservado en DVD, que dicen la vida, como máximo es de quince años…
– Por lo cual, sin victimismo, ni tragedias, pero la realidad, es que mi trabajo cultural, está condenado al exilio interior y al ostracismo cultural, y por tanto, a la destrucción-perdida-deterioro, quizás eso es lo que los hombres quieren y deseen, y eso es, lo que va a suceder, y quizás, también, por razones que no comprendo, también el Buen Dios, también lo quiere-desea, y yo, yo no puedo enfrentarme a la voluntad de Dios. Pero, modestamente, sin que nadie humano se sienta ofendido, ni que se tome como blasfemia o desesperación, no entiendo, incluso aceptando, que tal cantidad de material cultural, tiene que tener enormes errores, no entiendo porqué los hombres, no quieren que esta producción cultural, no sea una más entre las millones existentes, con todos sus errores y, que quede en la memoria de los hombres, que se conserve, simplemente se conserve para el futuro, y tampoco entiendo, sin que se tome como blasfemia, ni ir en contra del Buen Dios, porque Dios, no quiere que esta obra, ocupe un pequeño lugar en la cultura, que no se pierda, no se destruya, y sus representantes en esta tierra, salvo excepciones, y algunos museos eclesiásticos, tampoco, quieren saber nada de esta producción cultural, sea escrita, o sea plástica o sea literaria o sea filosófica o… Paz y bien y verdad y belleza. AMDG. AMHG.