El 2020 se cierra –si es que pueden cerrarse los años, más allá de la contabilidad estricta de los calendarios y almanaques, y más allá de las vidas que en ellos declinan y se clausuran– con dos conmemoraciones que han sido afectadas seriamente por la pandemia, la pospandemia y las olas sucesivas de contagios, en sus programas y actos.
Me refiero, en primer lugar, al 6º centenario del otorgamiento del título de la Ciudad por Juan II en 1420, a la entonces Villa Real. Acontecimiento que más allá del logo publicitado por un equipo de diseñadores burgaleses –ganadores del concurso enigmático del emblema, a principios de año– que ha servido de base para ilustrar el boleto de la lotería de la ONCE, pocas actuaciones pueden contabilizarse en el haber municipal. Si exceptuamos el ciclo de conferencias –coordinadas por el Instituto de Estudios Manchegos–, obligadas a un aforo reducido y por ello, a un seguimiento on-line– en la plataforma que han denominado Vía Real– pocos actos podemos verificar como específicos del centenario.
Se me objetará que Juan II, ya tiene calle y que ya tiene escultura ecuestre desde hace años, por lo que no puede duplicarse la conmemoración en esos enclaves. De igual forma, que la deseable publicación del ciclo de conferencias citadas se producirá fuera del año señalado, como ha ocurrido con algunas de las conferencias programadas. En evitación de los problemas advertidos por el confinamiento y la pandemia, podría haberse establecido una página digital específica, dedicada al 6º centenario, promovida desde el Ayuntamiento. Donde volcar información de los actos, de las conferencias, de la bibliografía disponible y de las mínimas celebraciones. Insuficiente tal vez, pero al menos, habría quedado un soporte consultable y sin riesgos de contagio.
La otra celebración del 2020 estuvo referida al 120 aniversario de la creación de la Biblioteca Publica del Estado. Que ha contado con una modesta exposición en el vestíbulo de la institución y con materiales diversos –textos, gráficos y fotografías– de esa exposición consultables en la página web de la Biblioteca. Cuando parece cierto que ambas instituciones citadas, podían haber colaborado conjuntamente en la celebración de sus respectivos aniversarios. Incluso con alguna publicación compartida de beneficio conjunto. Ya se que las extremas dificultades del año –baste ver que la actividad teatral ha caído un 90% y la musical lo ha hecho en un 80% – limitan y dificultan muchos actos presenciales, pero siempre caben alternativas que –salvando las dificultades– dejen constancia del hito conmemorado.
Ya en el 2021, ha saltado la primera celebración con 45 aniversario de la creación del Museo Provincial, el 23 de enero. Por más que la inauguración efectiva se resolvió ya en 1982, el 15 de marzo. Por lo que aún hay un margen para recuperar esa conmemoración, haciendo un balance de las mejores exposiciones, de los catálogos publicados en antológicas de artistas provinciales, del fondo editorial La vía del calatraveño o de cualquier otro material disponible. Incluso activando la propia biblioteca del Museo, desconocida e infrautilizada.
Sería deseable, ante la perspectiva abierta, iniciar una doble reflexión. La referida a la realidad de los museos tras el COVID y sus posibles desarrollos venideros en un sociedad forzosamente digitalizada y cada vez menos regida por la presencialidad de los actos. Y la motivada por la aparición de la denominada Colección de Arte Moderno y Contemporáneo de Castilla la Mancha –con sedes en Toledo y Cuenca– de la mano del coleccionista cubano Roberto Polo, que cuestiona gravemente –o las elimina, finalmente– las pretensiones anteriores del Espacio de Arte Contemporáneo, promovido básicamente, desde el Museo Provincial de Ciudad Real, antes del desdoblamiento con las Bellas Artes en el Edificio del Antiguo Instituto. Incluso rompe estrategias visibles y asentadas en exposiciones como Otra pintura de CLM (1984) y Memoria y Modernidad. Artes y artistas del siglo XX en CLM (2000) promovida por la propia Consejería de Cultura que se contradice ahora con esta opción sorprendente. Circunstancias que hacen que la citada Colección de Arte Moderno y Contemporáneo de Castilla la Mancha drene casi todos los recursos económicos disponibles en la Consejería de Educación y Cultura, dejando el resto de la red de Museos Públicos sometidos a un extraño adelgazamiento o hibernación. Por no hablar de la ausencia de coordinación entre los diferentes centros operativos en el terreno expositivo: desde los Museos de autor –Ciudad Real abandera un buen número de ellos, y se anuncian otros, en tiempos difíciles–, Museos Provinciales y Fundaciones diversas.
Y ya, para concluir el año abierto, tenemos en el horizonte el 8º centenario del nacimiento de Alfonso X el Sabio, el 23 de noviembre. Rey fundador de la Villa Real que alguna atención se merece, como ya la tuvo en 1921. Aunque ahora haya otras ciudades candidatas a participar en los eventos y celebraciones alfonsinas: desde su Toledo natal, hasta el Puerto de Santa María –otra de las ciudades fundadas por el Alfonso X–, hasta la misma Murcia, ciudad muy querida por el Rey. No sé si existe alguna planificación municipal o todo acabará sucumbiendo al plomo de los días acerados. Siempre tendrán las excusa del estado excepcional de estos días aciagos. Pero lo que si resulta cierto es la excepcionalidad de las cuatro conmemoraciones, que igual quedan en una nada difusa.
Periferia sentimental
José Rivero
Debemos resistir la tentación de celebrar grandes eventos. Ahora, debemos dedicar recursos y activos a la cruda batalla contra la pandemia…..