El pasado 21 de enero falleció en Ciudad Real Pilar Cid Gómez, seglar entregada durante toda su vida en varias labores pastorales en la diócesis de la capital, según ha informado el Obispado. «Mujer de gran talla intelectual y humana, Pilar vivió con plenitud su vocación laical en el mundo y en la Iglesia», señala.
Durante cincuenta años trabajó en los servicios sociales de la Diputación Provincial, demostrando gran sensibilidad con los necesitados. Fue muy respetada y querida por sus compañeros y por los beneficiarios de su servicio.
A la vez, entregó su tiempo en la Iglesia, en la Acción Católica de jóvenes y mujeres. Uno de los ámbitos en los que más destacó fue en la dedicación a la obra apostólica «Reina de los Ángeles», especialmente orientada a la evangelización en los núcleos rurales en las aldeas entre Porzuna y Malagón y, también, en la Casa de Santa María de Daimiel, creada para promocionar a la mujer rural, posibilitando su educación en un tiempo en el que no tenían acceso ni a la escuela. Formó parte del Consejo Diocesano de Pastoral y en los últimos años fue presidenta de la Corte de Honor de la Virgen del Prado.
«En cada una de sus acciones, Pilar dejó huella, en su amabilidad con los demás, en su saber estar, delicadeza, creatividad y coherencia», señala el obispado.
La misa exequial se celebró el pasado viernes 22 de enero, en el templo parroquial de Santiago de Ciudad Real.
Un excepcional ser humano. Luchadora. coherente y valiente. Descanse en paz.
Q.e.p.d….
Que la tierra le sea leve. Se marchó una buena persona.