Antonio Fraguas de Pablo, Forges, Madrid, 1942-2018, es uno de los humoristas gráficos más prolíficos de la Piel de Toro, y posiblemente uno de los más importantes de la segunda mitad del siglo veinte.
El humor, como todo producto humano, el humor gráfico en concreto, es un misterio y un enigma, de alguna manera nos supera a los mismos seres humanos, que lo hemos creado y que lo hemos consumido-visto-leído-reído-sonreído-pensado. En el caso de Forges sucede lo mismo, el gran humor es una especie de mezcla, no de risa, yo diría de sonrisa con pensamiento, de medio mueca con obligar a repensar, es ir un poco más lejos de lo obvio, o un poco menos lejos de lo evidente…
En estas grandes líneas-círculos-tesis de y sobre el humor gráfico, debemos incardinar a Forges, no hay que indicar como subjetividad, que hasta dónde sé, él, siempre indicaba que aplicó el bocadillo dentro de la viñeta (por lo cual, entre otros fines, no podrían cambiarla el chiste, como cuándo insertaban los textos abajo), realiza líneas curvas y gruesas (para distinguirse de cualquier otro, a quince metros, según expresa por consejo de su padre).
Es también un creador de palabras o recogedor, ambas cosas a la vez, según nos indica, contrariamente a lo que se suele hacer y pensar que debe ser una viñeta, recogía diálogos muy largos en las viñetas, o al menos, en algunas, trata una complejidad temática enorme, aunque se ha indicado que los chistes sobre la historia de España, es una obra dirigida por él, pero con un equipo de especialistas y dibujantes, y, sobretodo se indica, que intenta hacer un humor suave, es decir, no abrir venas, ni hacer sangre, cosa que en un país como este de celtíberos mezclados con demasiadas culturas posteriores, se agradece. También señalar, que según unas declaraciones de hace unos años, al menos, indicaba que habría realizado, unos ochenta mil…
Ha creado una serie de personajes, claros y evidentes, diríamos que es una característica muy importante en su producción: náufragos, que es un tema eterno en el humor gráfico, Mariano y Concha, oficinistas, Blasillos, etc.). En mi modesto entender, pienso que las viñetas de Forges estaban muy bien documentadas, es decir, buscaba información de diversidad de oficios y profesiones, situaciones, quejas y circunstancias…
Pienso que el humor es una combinación de realidad cotidiana (interior o exterior, o mejor interior-exterior o exterior-interior) al autor, combinada con literatura y arte plástico. Entendiendo la viñeta como un subgénero, por un lado del arte plástico (dibujo y pintura, con sus leyes y normas, aunque se cambien), y con la literatura (especialmente el aforismo, el fragmento, la frase corta, la síntesis de palabra), y ambas realidades combinadas y mezcladas. Y desde ahí, se tocan-topan con multitud de temáticas, combinadas-recombinadas con realidades propiamente cotidianas, al final se considera un subgénero de la sección de opinión de los periódicos, pero con toques diversos, según el autor-viñetista con niveles filosóficos-literarios-metafísicos-políticos-económicos…
Forges, es un genio y una genialidad como autor. Supongo que dentro de varias generaciones, seguirá considerándose así, sin negar que ha nacido en una generación, quizás debida a los sistemas sociopolíticos en transformación de la Piel de Toro, sea debido a nuestra propia idiosincrasia con grandes autores en este siglo (Gila, Mingote, Mena, Summers, Máximo, Peridis, Chumy Chúmez, Perich, etc.).
Umbral indicaba que toda la literatura española, se divide en dos grandes corrientes, no solo diríamos de significante, sino de significado, es decir, los quevedistas y los cervantistas. Y, todos los grandes autores, que han respirado este aire y pisada esta dura tierra, o han sido cervantistas o quevedistas. En el caso del humor, a veces, pienso que sucede lo mismo, unos, en sus mensajes-contenidos, y, quizás, por analogía en sus formas-estructuras, o son más quevedistas o son más cervantinos. Dirían, la mayoría que el humor español o nacido bajo estas estrellas, es quevedista, tal es así que se ha creado Instituto Quevedo de las Artes del Humor, FGUA. en Alcalá de Henares. Pero nos guste o no, El Quijote es, entre otras muchas cosas, una obra de humor.
Forges en RNE declaró en 2016 que donaría todas sus viñetas a la BNE, al departamento de dibujo, tal como otros autores lo han hecho, entre otros Datile, Emilio Dáneo Palacios (1921-2013), ha donado, 3.000 dibujos-viñetas, Peridis, José María Pérez González, ha empezado donando 1946 dibujos-viñetas originales, Chumy Chúmez, José María González Castrillo (1927-2003), ha donado 4.773 viñetas-dibujos, Máximo, Máximo San Juan (1932-2014), 12.000 dibujos-viñetas, Joan Guillén, Xiro López, Juan Ballesta, Joaquín Aubert (Kim), etc.
Lo cual, teniendo en cuenta además los diversos museos del humor existentes en el suelo arcilloso-calcáreo de la Península, y, otros fondos documentales, entre otros las hemerotecas, podemos encontrarnos con una base esencial y fundamental para estudiar y analizar el fenómeno del humor y del humor gráfico. Ya, que esta realidad, va más allá del chiste, con ella, se pueden estudiar y analizar multitud de fenómenos sociales, culturales, psicológicos, políticos, históricos, etc.
Esperemos que la sombra-telón de la ruptura biológica de Forges, al menos con este mundo, no nos olvidemos de la profundidad-esencialidad del humor, del humor gráfico, y también, de las viñetas de Forges. Aquí mi pequeño homenaje…
