Julián Plaza. Etnólogo.- En España la agricultura y el pastoreo eran las principales ocupaciones, aunque en la actualidad se han transformado como consecuencia de la evolución social. El pastoreo tuvo mucha importancia hasta bien entrado el siglo XX, pero actualmente va perdiendo fuerza quedando restringido a zonas concretas.
En la provincia de Ciudad Real los pastores tomaban mayor protagonismo en la fiesta de la Navidad. Este colectivo entonaba alegres y populares villancicos acompañados del sonido de elementales instrumentos musicales y de sencillas danzas. Todo ello para rememorar un hecho de tanta trascendencia como es el nacimiento del Mesías. Su protagonismo está atribuido por el texto evangélico, pues cuando nació Jesús por allí cerca había unos pastores que pasaban en vela y al raso toda la noche, guardando sus rebaños. Un Ángel del Señor se presentó ante ellos y les dijo: no tengáis miedo, vengo a comunicaros una gran noticia que será motivo de alegría para vosotros y para todo el pueblo. Os ha nacido un Salvador que es el Mesías. Esta será la señal para reconocerlo: encontrareis a un niño envuelto en pañales acostado en un pesebre.
Aquellos pastores acudieron presurosos al sitio señalado por el Ángel y encontraron a María y a José con el niño acostado en el pesebre. Hay constancia de cómo, al menos desde época medieval, los pastores montaban escenificaciones para ser representadas los días de navidad, cuyo argumento giraba en torno al texto evangélico. En las Pastoradas o Autos de Navidad no solo se representaba sino que se incluían cánticos populares alusivos al nacimiento de Jesús y se intercalaban rústicas danzas, todo ello acompañado con elementales instrumentos musicales.
Son muy escasos los autos navideños que han logrado sobrevivir con el paso del tiempo, no obstante aún se conservan algunos, aunque en algunos casos no completos. En nuestra provincia se ha detectado su existencia en Pozuelo de Calatrava, pero con la desaparición de los pastores se venía representando por otros hombres del pueblo e incluso por mujeres. Este Auto de Navidad, La Danza desapareció hace unas décadas.
Antonio Vallejo y Luis Álvarez, autores del libro: La Danza. Antiguo auto de Navidad en Pozuelo (Ciudad Real) y otras referencias costumbristas y musicales del tiempo invernal en Campo de Calatrava, desarrollan su trabajo a partir de la localización de un auto en este núcleo de población. Esta danza la identificaron con el original Las astucias de Luzbel contra las divinas profecías, atribuido a Juan de Quiroga Faxardo (1591-1660).
La Danza consistía en una representación religiosa de género pastoral que se escenificaba por Navidad. A través de la tradición oral y la documentación, los autores han reconstruido el periodo del año en que se lleva a cabo, el lugar, los actores y la escenografía. La obra reunía texto, música y danza. Todo indica que llegó a esta zona procedente del norte de Castilla y es posible que fueran los clérigos los que la introdujeran. Parece ser que la danza conserva aspectos comunes con las representaciones de pastores y el núcleo dramático coincide con el anuncio del ángel a los pastores, las disputas entre ellos sobre la verdad del anuncio y la adoración de Jesús en el portal. El teatro religioso o autos era una tradición en Castilla que se orientaba a la comprensión de algunos pasajes bíblicos y que se escenificaba en las iglesias por Navidad, y también durante la Epifanía y la Semana Santa, sobre todo en los siglos XVI y XVII.
Tenemos manifiestamente claro que durante las fiestas de navidad, la figura del pastor junto al Niño Dios se sobredimensionaba para visualizar la importancia del pueblo en el misterio de su nacimiento y la voluntad del Mesías de verse rodeado de reyes, pero también de gente humilde. Los pastores se sitúan en ese estrato social que durante estos días cantan estrofas que conforman los villancicos, y en ocasiones las estrofas relatan las miserias y trabajos penosos de los zagales y mayorales en mitad de los montes. Es el caso de las estrofas recogidas en Almodóvar del Campo:
Por aquella sierra abajo,
por aquella sierra arriba
un serranillo venía
con el rosario en la mano,
cantando el Ave María.
A la sombra del peñón
el serrano se tendía
con una calenturita
que el serrano se moría.
Llamaron al cirujano
por ver lo que le decía,
y el cirujano les dijo
que el serrano se moría.
Mandó hacer testamento
de los bienes que tenía:
el zurrón y las cucharas
se las dejo a mi María;
El zurrón y las cordetas
se las dejo a mi Juanaco
pa que guarde las ovejas
Cuando vaya sierra abajo.
En otros pueblos como Piedrabuena o Alcolea, situados en la zona de los montes de la provincia de Ciudad Real, las zambomberás tienen estrofas más desenfadadas.
En tu puerta sembré un guindo
Y en tu ventana un cerezo,
por cada guinda un abrazo
por cada cerezo un beso.
Cuando paso por tu puerta
paro la burra y escucho
siento decir a tu madre
que eres fea y comes mucho.
Otras veces modificaban las letras religiosas por otras más guasonas:
Los pastores no son hombres
que son ángeles del cielo,
que en el parto de María
ellos fueron los primeros.
Las pastores no son hombres
que son burros animales,
que comen en las calderos,
y duermen en los corrales.
Entre los instrumentos musicales que acompañan no puede faltar la zambomba, confeccionada con una vasija de barro o madera que sirve de caja de música, con tapa de piel de cordero o vejiga de cerdo. Junto a esta aparecen panderetas, cascabeles o cencerros. La zambomba es el instrumento musical más típico de estas fiestas, es por esto que muchas coplas hacen referencia a ella.
La zambomba pide pan
y el canuto pide vino,
y los que la están tocando
güenas magras de tocino.
La zambomba está preñada
y ha de parir en enero,
ha de parir un tiquillo
que se llama zambombero.
La zambomba tiene un año
y el carrizo tiene dos,
y el que la está tocando
tiene más de treinta y dos.
Zambombita, zambombita,
presto te voy a romper,
porque en la esquina mi novia,
no has querido tocar bien.
Cuando nos referimos a villancicos todos los oyentes entienden a la perfección de que estamos hablando. Pero si decimos que vamos a cantar un aguilandero o aguinaldero creo que muy pocos sabrían a que nos referimos. La palabra aguilando está relacionada con aguinaldo que es un regalo navideño. En el diccionario etimológico de Corominas, nos dice que el aguinaldo que conocemos se recogió por primera vez en el año 1400. La palabra aguilando, diversos autores sugieren que llega de la frese en latín hoc in anno, que significa en este año. En Andalucía se usa aguilando en lugar de aguinaldo, pero en Castilla se utiliza la palabra aguinaldo.
La finalidad de los aguilanderos era pedir el aguilando. Término este definido por María Moliner en Diccionario de Uso Español, como colación. El aguilando consiste en comida típica navideña: mantecados, tortas y otros dulces de horno. Esto se acompaña con vino dulce, orujo, mistela o anís.
En la provincia de Ciudad Real, son muchas las localidades que han conservado esta forma de cantar villancicos, pero quizás donde adquiere mayor importancia es en la comarca de Villanueva de los Infantes. Esto quizás es así porque esta comarca limita con Andalucía.
Para finalizar hay que decir que esta fiesta ha experimentado una profunda transformación. La realidad social española, mucho menos determinada por las ideas religiosas como ocurrió en otras etapas de la historia de España, está mucho más orientada al consumismo. Actualmente el significado de la navidad deriva hacia el ocio y el consumo. La transformación del sentido de fiesta familiar y religiosa de la navidad, ha supuesto que a los compromisos de la familia de sangre se sumen los de la familia adquirida, amigos y compañeros. Ahora el individuo no se siente feliz con lo que tiene, ello genera un cambio de expectativa y consumo.
No tenemos que olvidar que las fiestas populares han tenido un papel muy importante en la socialización y expresión de la identidad cultural de un pueblo. Por lo tanto, el estudio de estas fiestas nos llevará a entender mejor la personalidad de los manchegos.