El Consejo de Gobierno de Castilla-La Mancha ha sido informado en la reunión de esta semana de las declaraciones de emergencia realizadas por el SESCAM con motivo de la crisis sanitaria derivada del coronavirus. En concreto, se trata de un total de 32 contrataciones de suministros realizadas por un importe superior a los 24,1 millones de euros.
La consejera de Igualdad y portavoz regional, Blanca Fernández, ha informado hoy en rueda de prensa que dentro de estas contrataciones de emergencia, realizadas entre el 1 de septiembre y el 30 de noviembre, “se encuentran las que se han realizado para la adquisición de diferentes equipos tecnológicos, como una sala de radiología para el Hospital Universitario de Guadalajara, siete equipos de radiología portátil (cinco para el Hospital Virgen de la Salud de Toledo, uno para el Hospital de Puertollano y uno para el de Guadalajara) y 58 desfibriladores”.
Además, Blanca Fernández ha explicado que otro grupo de las contrataciones de emergencia que se han realizado están relacionadas con el suministro de diferentes artículos de protección individual para los profesionales sanitarios del sistema público regional, así como test de detección del coronavirus, “porque hay cosas que son muy importantes, pero hay pocas cosas más importantes que proteger bien a nuestro personal sanitario”.
En este sentido, ha concretado que entre estos artículos están más de tres millones de mascarillas de tipo FFP2; 1.120.000 placas reactivas de detección rápida antígeno de Covid-19, 54.500 test de detección rápida, así como un total de 386.000 hisopos sin activador”.
Además, la portavoz regional ha hecho hincapié en el compromiso del Gobierno del presidente García-Page en llevar a cabo este tipo de contratos, lo que pone de manifiesto el esfuerzo que viene haciendo el Gobierno de Castilla-La Mancha desde el inicio de la pandemia de coronavirus para dotar al Servicio Regional de Salud de diferentes equipos y materiales que se han ido necesitando para la correcta prestación de la asistencia sanitaria.
La factura COVID a finales de septiembre ascendía a 371 millones de euros a los que se suman estos 24,2 millones que es más alta de toda España en términos relativos y porcentualmente en relación al PIB de Castilla-La Mancha porque “no hay labor más importante para un Gobierno que enfrentarse con todos los medios a su alcance a una pandemia como es esta, acabar con el virus y proteger a nuestra gente”, ha concluido la portavoz.