El expediente abierto contra la persona responsable de la emisión en redes sociales de un video en el que se cuestionaba la eficacia sanitaria de las mascarillas higiénicas reutilizables entregadas por la Consejería de Educación, Cultura y Deportes al personal y alumnado de los centros educativos sostenidos con fondos públicos de Castilla-La Mancha ha quedado cerrado tras la retirada del video por parte de la citada persona.
Fuentes del Gobierno regional interpusieron una denuncia a principios del mes de septiembre ante la Policía por considerar que la difusión de ese video –en el que se veía a una persona con la mascarilla puesta apagando una vela, lo cual era «imposible», según explican– generaba «una alerta social injustificada entre la comunidad educativa de Castilla-la Mancha».
Un equipo telemático trasladó el expediente abierto en Toledo a la Policía Nacional de Guadalajara –ya que la persona implicada era de allí– y se le requirió su presencia para tomarle declaración, han detallado estas fuentes.
Además, se le instó a retirar el video «por el daño» que generaba, según han explicado a Europa Press desde el Ejecutivo regional, y porque «causó alarma y revuelo social», ya que las mascarillas «cumplían todos requisitos sanitarios», como se informaba en la entrega de las mismas.
No obstante, la segunda distribución de mascarillas para todos los ciudadanos de la región a través de las oficinas de farmacia, que se inició el pasado 19 de octubre, ha vuelto a propiciar que en las redes sociales aparezcan nuevos videos cuestionando su eficacia y bulos, que desde el Ejecutivo han vuelto a lamentar.
«Frente a unas 50 ó 100 personas que intoxican en las redes sociales, en tres días se repartieron 700.000 mascarillas, lo que evidencia que la gente las quiere», han detallado desde la Administración autonómica, que han recordado que estas últimas son mascarillas higiénicas reutilizables, homologadas para un máximo de 10 lavados y que cumplen con los requisitos especificados en la normativa.
Las mismas fuentes han invitado a reflexionar sobre el daño que se hace con la difusión de bulos y videos que faltan a la verdad entre la ciudadanía, especialmente entre colectivos como las personas mayores, pero también el que se deriva hacia las empresas que fabrican estas mascarillas, que están ubicadas en Castilla-La Mancha y cumplen con todas las normativas.